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Lección 9 Febrero 27 del 2022

“Eliú Justifica a Dios” (II Parte)

MATERIAL BÍBLICO

1. Lecturas Diarias

Domingo Inoportunos los besos del que aborrece. Proverbios 27.1-8

Lunes Las obras de las manos de Dios. Salmo 143.1-6

Martes Para Dios es lo mismo las tinieblas que la luz. Salmo 139.1-12

Miércoles Dios se levanta al juicio. Salmo 76

Jueves Dios provee al pobre. Salmo 68.7-18

Viernes El hipócrita daña con su boca. Proverbios 11.1-10

Sábado El corazón entendido y oído sabio. Proverbios 18.12-24


2. Lectura Devocional:

Salmo 11.1-7

PASAJE IMPRESO:

Job 34.16-37

16 Si pues hay en ti entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras.

17 ¿Enseñorearáse el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo?

18 ¿Hase de decir al rey: Perverso; Y a los príncipes: Impíos?

19 ¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, Ni el rico es de él más respetado que el pobre? Porque todos son obras de sus manos.

20 En un momento morirán, y a media noche Se alborotarán los pueblos, y pasarán, Y sin mano será quitado el poderoso.

21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos.

22 No hay tinieblas ni sombra de muerte Donde se encubran los que obran maldad.

23 No carga pues él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios a juicio.

24 El quebrantará a los fuertes sin pesquisa, Y hará estar otros en su lugar.

25 Por tanto él hará notorias las obras de ellos, Cuando los trastornará en la noche, y serán quebrantados.

26 Como a malos los herirá En lugar donde sean vistos:

27 Por cuanto así se apartaron de él, Y no consideraron todos sus caminos;

28 Haciendo venir delante de él el clamor del pobre, Y que oiga el clamor de los necesitados.

29 Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;

30 Haciendo que no reine el hombre hipócrita Para vejaciones del pueblo.

31 De seguro conviene se diga a Dios: Llevado he ya castigo, no más ofenderé:

32 Enséñame tú lo que yo no veo: Que si hice mal, no lo haré más.

33 ¿Ha de ser eso según tu mente? Él te retribuirá, ora rehúses, Ora aceptes, y no yo: Di si no, lo que tú sabes.

34 Los hombres de seso dirán conmigo, Y el hombre sabio me oirá:

35 Que Job no habla con sabiduría, Y que sus palabras no son con entendimiento.

36 Deseo yo que Job sea probado ampliamente, A causa de sus respuestas por los hombres inicuos.

37 Porque a su pecado añadió impiedad: Bate las manos entre nosotros, Y contra Dios multiplica sus palabras.


COMENTARIO BÍBLICO

34.16-22 Si pues hay en ti entendimiento, oye esto:

“Eliú apela directamente al mismo Job. ¿Podría él suponer que Dios era como esos príncipes terrenales que odian lo bueno, que son ineptos para reinar y que resultan ser los azotes de la humanidad? Presunción atrevida es condenar los procedimientos de Dios, como hizo Job con su descontento.”

34.23-30 No carga pues él al hombre más de lo justo

“Eliú sugiere diversas consideraciones a Job para producir en él pensamientos elevados de Dios, y así persuadirlo a someterse. Job había deseado a menudo defender su causa ante Dios. Eliú pregunta, ¿con qué propósito? Todo lo que Dios hace es bueno y así lo hallará. ¿Qué puede inquietar a aquellos cuyas almas habitan tranquilas en Dios? Las sonrisas de todo el mundo no pueden aquietar a aquellos con quienes Dios se aíra.”

34.31-37 De seguro conviene se diga a Dios:

Desconocemos totalmente lo que hay detrás de nuestros sufrimientos, y si no hacemos un examen a conciencia, más difícil aun, Job estaba consciente de que no había pecado, pero aun así Eliú le aconseja que es mejor reconocer que solo Dios sabe todas las cosas y decirle que le muestre en aquello que ha fallado y que está dispuesto a no incurrir más en ello, el hombre que tiene temor de Dios lo hace, los creyentes en Cristo Jesús estamos sometidos a su voluntad y sabemos que lo que El determine en nuestra vida estará bien aunque en su momento no lo comprendamos.


TEXTO ÁUREO:

Job 34.23

“No carga pues él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.”


LUCES DEL TEXTO ÁUREO

Dios es omnisciente y sus ojos están sobre los caminos del hombre; es bondadoso, y sabe quién es impío y lo castiga; Él protege la causa del pobre. Quejarse contra los actos de Dios es tanto como despojarlo del gobierno y decirle lo que debe hacer. Todos los sabios que escuchen a Eliú estarán de acuerdo con él. Habiendo mostrado lo que envolvían las acusaciones de Job contra Dios, Eliú llega a la conclusión de que toda la gente santa que le escuche estará de acuerdo con él al decir que Job no ha hablado con sabiduría. Job había sido pecador antes, y ahora al contestar a sus amigos demuestra que es además impío y rebelde, y que necesita purificarse por medio de la aflicción.


PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN

Punto histórico

Tiempo:

1445 al 1405 a. C., aproximadamente

Lugar:

Entre el Sinaí y Moab.


Diccionario Bíblico

Pesquisa:

Investigación o indagación encaminadas a descubrir alguna cosa.

Vejar (vejaciones):

Maltratar, molestar, perseguir a alguien, perjudicarle o hacerle padecer, menospreciándolo y humillándolo.


Verdad Central

A Dios no hay que discutirle por cualquier cosa que haga (v.17). Al Eterno hay que reconocerle y someterse a él en todo lo que haga. Dios es Todopoderoso y capaz de habérseles con el más fuerte de los hombres cuando entre en juicio con él (v.20). El Señor es Omnisciente y puede descubrir lo más secreto. Así como no puede resistirle el más fuerte, tampoco puede escaparse de su visita el más sutil.


Doctrina de la Lección

Eliú estaba resuelto a convencer a Job de que abandone "su necedad de justificarse" a sí mismo (Job 34.31, 32, 34, 35), entonces continuó justificando a Dios poniendo en alto su justicia e imparcialidad, que Dios no tiene favoritismo (Job 34.17-19), Él da a cada uno lo que merece (Job 34.21-23). En esta intervención Eliú mencionan atributos de Dios tales como su Omnipotencia (Job 34.10,12), Omnisciencia (Job 34.21-22), Soberanía (Job 34.29).


BOSQUEJO: “Eliú Justifica a Dios” (II Parte)

Propósito:

Que reconozcamos la justicia de Dios en todas sus acciones en nuestra vida para evitar pecar contra Él.

Enseñanza Toral:

Dios tiene siempre un propósito santo en todo lo que nos sucede. En cada uno de nosotros hace conforme a su voluntad y su justicia, para finalmente hacernos un bien, aunque en el momento de su acción experimentemos dolor y aflicción. Por eso no rechacemos sus decisiones para nuestra vida.

Introducción:

En esta lección daremos seguimiento a la actuación de Eliú el cual se propone presentarle a Job la justicia de Dios, manifestaba en todas sus acciones. Aún en la dura aflicción que Job está viviendo. Veamos cómo Eliú justifica a Dios.


I. Por Imparcialidad y Omnisciencia, vv. 16-22

a) Gobierna con justicia. Eliú se había dirigido a todos los presentes pero ahora llama la atención de Job en particular, para decirle que Dios es justo y ama la justicia, y Job por muy recto que sea, no debe pretender instruirlo o corregirlo. Dios hizo al rico y al pobre, al sabio y al ignorante; todos son obra de sus manos y es natural y apropiado que los gobierne con justicia, sin favoritismo alguno, porque sobre ninguno de ellos tiene preferencia. En Dios no cabe la parcialidad y el favoritismo. Su gobierno es justo para todos en su basta creación.

b) Es impropio acusarlo de injusticia. Eliú afirma que Dios puede decidir la muerte de los ricos y los príncipes, como también de todas las personas por igual en un momento. Esto es posible en el día o en la noche. Un pueblo puede destruirlo a la hora que lo decida y ordene su final; pero aun así es inapropiado llamarlo injusto, porque Dios actúa como Dueño de la creación y hace con lo suyo lo que quiere y como quiere. Lo que debemos hacer es reconocer su justicia y someternos a su voluntad sin cuestionarlo.

c) Conoce todas las cosas. La omnisciencia y la omnipotencia de Dios le permiten ejecutar inmediatamente su justicia. El conoce todas las cosas que él creó, dónde están y en qué condiciones se encuentran. Sus ojos ven especialmente sobre los caminos del hombre, malos y buenos, justos e injustos. Cuando nos parece que algunos son castigados más o menos de lo que debería ser, como lo vemos frecuentemente y nos preguntamos ¿Por qué? En lugar de cuestionar al Rey de reyes, hemos de pensar que hay razones secretas en el consejo de Dios y Él sabe por qué.


II. Quien Actúa sin Intervención Humana, vv. 23-30

a) Porque conoce las acciones humanas. Ante los ojos de Dios todo está descubierto, mirando a cada uno de los seres humanos, no hay lugar remoto o muy obscuro que no puedan penetrar los ojos de Dios (Pr.15.3). No solamente ve las acciones, sino aún los pensamientos y las emociones que se dan en lo más profundo del corazón humano (Sal. 139.1-4). Las personas pueden esconderse de la vista de los demás para hacer sus maldades, pero no de la vista de Dios. No necesita hacer investigaciones detalladas o que le informen para saber las cosas. Lo sabe todo porque es omnisciente y omnipresente.

b) Al tomar sus decisiones. Dios está siempre alerta descubriendo toda iniquidad que se comete en el mundo. Los actores son castigados en el momento que así lo determina, sin pedir permiso o sugerencia alguna. Si los impíos buscan las tinieblas y la soledad para cometer sus delitos, el Señor les envía su ruina y los acaba a la luz del día, para que sean vistos por todos. A este abate y a otro ensalza; a uno quita de su lugar y otro lo deja, pero son decisiones de Dios donde ningún humano interviene.

c) Para controlar la maldad. Dios actúa libre y soberanamente sobre todos los seres humanos y los castiga, porque se apartaron de Dios y no tomaron en cuenta los caminos del Señor, sino que siguieron causando opresión a los pobres y afligidos. Continuaron cometiendo toda clase de pecado. Entonces Dios les permite males terribles para castigarlos como consecuencia de sus maldades y reprimir sus malas acciones. No pregunta a quien va a castigar en este momento o después, simplemente lo hace sobre un hombre o una nación.


III. Expresando la Necedad de Job, vv. 31-37

a) Que debe reconocer humillado ante Dios. Eliú estaba allí para guiar a Job a una actitud correcta ante Dios. Si bien es cierto Job no era hipócrita en su fe y servicio a Dios, pero como todos, había pecado y era pecador que debía humillarse ante Dios, bajo la aflicción en que se encontraba. Toda tribulación es una prueba natural que nos viene como herencia de la naturaleza pecaminosa que poseemos aún los más consagrados a Dios; pero debemos considerarla como una corrección misericordiosa de Dios. Debemos decir: “no más ofenderé”.

b) Al esperar de Dios según su pensamiento. Todos los seres humanos somos dados a pensar que debe sucedernos como pensamos que deben ser las cosas, conforme deseamos. Eliú le muestra a Job qué absurdo y fuera de la razón es pensar así. Dios no tiene por qué retribuir a los pecadores como ellos creen que debe hacerlo. Como Job ha rechazado la manera de recompensar de Dios, Eliú le dice que Job le explique lo que sabe al respecto, si conoce un camino mejor que el de Dios. Dios obra en la vida de cada ser humano como él quiere, nos guste o no.

c) Al hablar contra la justicia Divina. Queda claro para Eliú que Job habló contra la justicia de Dios, y apela a toda persona en el buen uso de razón para que digan si no hay necesidad y pecado respecto a lo que Job ha dicho. Recordemos que Job era una persona como todos nosotros, con defectos y debilidades. Por si esto fuera poco, se encontraba en una prueba muy difícil. Eliú afirma que a su pecado por el cual le vinieron las pruebas, Job añadió rebelión, palabras que ponen en juicio la justicia de Dios. Llevemos en silencio y resignación las pruebas que Dios nos permita.


Conclusión:

Dios es justo en todas sus acciones y no hemos de cuestionarlo o inconformarnos con él, sino aceptar su Santa voluntad que siempre es para hacernos un bien.


CATECISMO MAYOR:

Pregunta 61

¿Serán salvos todos los que oyen el evangelio y viven en relación con la Iglesia?

No todos los que oyen el evangelio y viven en relación con la Iglesia visible serán salvos, sino solamente aquellos que son miembros verdaderos de la Iglesia invisible[1]. [1]Jn.12.38-40; Ro.9.6; Mt.22.14; 7.21; Ro.10.7


APLICACIÓN DE LA LECCION

ANÁLISIS SINTÉTICO / “Eliú Justifica a Dios” (II parte)

Job 34.16-37

1. Diciendo ¿cómo podría gobernar si detestara la justicia?

2. Haciendo ver a Job que Dios no hace acepción de persona

3. Resaltando su Omnisciencia

4. Por su recta justicia

5. Al decir que Job debería recibir la pena máxima


Cuestionario

1. Según Eliú, Job no puede condenar a Dios, ¿por qué?

2. Eliú dice que Dios no hace ¿qué?

3. ¿Qué contemplan o ven los ojos de Dios?

4. ¿Cómo era para Eliú lo que Job había hablado?

5. ¿Qué deseaba Eliú para Job?


Enseñanzas Prácticas

1. Dios nunca da por inocente al que es culpable de su maldad y Job lo sabía, pero por el dolor de su enfermedad había dicho cosas que no fueron correctas, las mismas que Eliú censura; pero aquí le hace ver a Job que Dios obra con toda justicia, basado en Su omnisciencia, no haciendo acepción de personas.

2. Cuando Dios determina castigar a una persona, lo mismo que a un pueblo, por su pecado, no hay poder alguno que lo pueda impedir, nadie puede hacer cambiar a Dios, ni el hombre más santo, consagrado, ni manso podrá jamás detener e impedir que Dios cumpla sus designios.


ILUSTRACIÓN. Dejemos gobernar a Dios

El secretario de Oliver Cromwell fue enviado al continente de Europa con una misión diplomática importante. Una noche en que descansaba en un puerto de mar daba vueltas sobre su cama sin poder dormir. Según la costumbre de aquellos tiempos, un servidor dormía en un cuarto roncando suavemente. El secretario por fin le despertó y este preguntó a su señor cuál era la causa de su inquietud— tengo tanto temor que fracase nuestra embajada… —fue la respuesta. —Señor— dijo el ayudante—, ¿me permite hacerle un par de preguntas? —Puedes hacerlo— ¿Gobernaba Dios al mundo antes de que nosotros naciéramos? —seguramente que sí. —¿Y continuará gobernándolo cuándo nosotros hayamos muerto? —por supuesto que lo hará. —Entonces, señor, ¿por qué no le dejamos gobernar el presente también? La fe del secretario fue estimulada por estas ingenuas preguntas produciendo una tal confianza y paz en su corazón que pocos minutos después ambos, amo y criado, roncaban igualmente.


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