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Lección 8 Febrero 20 del 2022

“Eliú Justifica a Dios” (I Parte)

MATERIAL BÍBLICO

1. Lecturas Diarias

Domingo Atentos a mi dicho. Isaías 28.21-29

Lunes Dios juzga al justo. Salmo 7.10-17

Martes Hartos del escarnio. Salmo 123

Miércoles La ira de Dios contra la impiedad. Romanos 1.18-25

Jueves Dios paga conforme a la obra de cada uno. Romanos 2.1-7

Viernes Dios puso en orden el mundo. Jeremías 10.10-17

Sábado Tornarse en polvo. Eclesiastés 3.18-22


2. Lectura Devocional:

Salmo 99.1-9

PASAJE IMPRESO:

Job 34.1-15

1 Además respondió Eliú, y dijo:

2 Oíd, sabios, mis palabras; Y vosotros, doctos, estadme atentos.

3 Porque el oído prueba las palabras, Como el paladar gusta para comer.

4 Escojamos para nosotros el juicio, Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno;

5 Porque Job ha dicho: Yo soy justo, Y Dios me ha quitado mi derecho.

6 ¿He de mentir yo contra mi razón? Mi saeta es gravosa sin haber yo prevaricado.

7 ¿Qué hombre hay como Job, Que bebe el escarnio como agua?

8 Y va en compañía con los que obran iniquidad, Y anda con los hombres maliciosos.

9 Porque ha dicho: De nada servirá al hombre El conformar su voluntad con Dios.

10 Por tanto, varones de seso, oídme; Lejos esté de Dios la impiedad, Y del Omnipotente la iniquidad.

11 Porque él pagará al hombre según su obra, Y él le hará hallar conforme a su camino.

12 Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, Y el Omnipotente no pervertirá el derecho.

13 ¿Quién visitó por él la tierra? ¿Y quién puso en orden todo el mundo?

14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón, Y recogiese así su espíritu y su aliento,

15 Toda carne perecería juntamente, Y el hombre se tornaría en polvo.


COMENTARIO BÍBLICO

34.1-4 Además respondió Eliú, y dijo:

Eliú pide a los sabios y doctos que juntamente con él decidan, sobre las palabras de Job. El cristiano más sencillo, cuya mente esté iluminada, su corazón esté santificado por el Espíritu de Dios, y sea versado en las Escrituras, puede decir en qué medida concuerda con la fe verdadera los asuntos, las palabras o las acciones, mejor que cualquiera que se apoye en su propio entendimiento. Dios es quien nos da el conocimiento de todos lo que necesitamos para nuestra vida diaria como cristianos y mantenernos firmes hasta que estemos reunidos todos en su presencia por la eternidad.

34.5-9 Porque Job ha dicho: Yo soy justo

Job había hablado como si quisiera justificarse totalmente, pero esto es imposible porque la Palabra de Dios dice que no hay Justo ni aun uno (Ro. 3.10) y así es, porque Dios lo dice. Y si bien es cierto no estaba siendo fácil para Job, como para nadie lo será si sufre sin encontrar razón alguna en el interior de su corazón, es condenable las palabras de Job porque reprocha a Dios y si quizá muchos de los que hoy sufren lo hacen también, por eso somos exhortados a confiar en Dios sin desmayar y mucho menos unirnos a los enemigos de Dios para hablar contra El.

34.10-15 Por tanto, varones de seso, oídme

Es bueno no ponerse contra Dios, aunque hubiese a nuestro parecer una causa posible para hacerlo, lo mejor que podemos hacer es ponernos a su voluntad porque sin duda que todo lo que El permita en nuestra vida será para nuestro bien, aunque en ese momento del dolor no lo comprendamos, Job tuvo que escuchar de Eliú que Dios no quería dañarlo y mucho menos destruirlo, porque Dios no hace agravios, no hace injusticia ni pervierte el derecho, Dios es justo y recto para con todos.


TEXTO ÁUREO:

Job 34.12

“Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho.”


LUCES DEL TEXTO ÁUREO

No es posible ni pensar siquiera que Dios sea injusto. Él premia a todos los hombres de acuerdo con sus obras. Los tres amigos de Job habían sostenido el mismo principio, pero lo habían mezclado con otra teoría: La de que el bien y el mal son siempre administrados bajo el mismo principio de retribución. Job no acepta esta teoría y por lo tanto, Dios es injusto. (Job 34.1-12). Dios creó todas las cosas y lo ordena todo; entonces no puede obrar con injusticia. Dios, sin egoísmo, envía su Espíritu y sostiene al hombre; si retuviera su Espíritu, el hombre se tornaría al polvo. Todo gobierno está basado en la justicia; sin ella, viene por tierra el principio de orden, ningún gobierno existiría en el mundo. Pero por otra parte la justicia es inconcebible sin un Gobierno Supremo. El Juez de toda la tierra ¿no ha de hacer lo que es justo? (Romanos 3.5, 6). “Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre). En ninguna manera: de otra suerte ¿cómo juzgaría Dios el mundo?”


PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN

Punto histórico

Tiempo:

1445 al 1405 a. C., aproximadamente

Lugar:

Entre el Sinaí y Moab.


Diccionario Bíblico

Docto:

Que a fuerza de estudios ha adquirido más conocimientos que los comunes u ordinarios.

Saeta:

Arma arrojadiza (similar a una flecha) que se dispara mediante un arco y consiste en una varilla larga que lleva en uno de sus extremos una punta de metal y en el otro unas plumas que ayudan a mantener fija la dirección. Manecilla del reloj. Saetilla. Flecha de la brújula que se vuelve hacia el polo magnético.


Verdad Central

Al quedar Job en silencio, Eliú prosigue su discurso y se dirige ahora no solo a Job sino también a los que le acompañan (vs. 2-4) trata de convencer a Job de que ha hablado impropiamente y le muestra la justicia incontestable de Dios (vs. 13-15), su poder omnímodo (poder total, absoluto que abraza y comprende todo) su omnisciencia, su severidad con los pecadores, su providencia que todo lo gobierna, le enseña cómo debería hablar, y lo que deja al juicio de su conciencia con un fuerte reproche por el descontento de Job (vs. 16-37).


Doctrina de la Lección

Eliú, testigo presencial de los lamentos de Job, interpretó las palabras del patriarca (Job 9.17, 21, 22; Job 33.9) como acusando a Dios de injusto (Job 34.5); puso en boca de Job palabras que el patriarca no expresó (Job 34.9). Basado en estas deducciones, Eliú justificó a Dios señalando que la injusticia no es compatible con su naturaleza (Job 34.10), que aunque Él es Omnipotente nunca pervertirá el derecho (Job 34.11-12). Las palabras de Eliú respecto a Dios fueron acertadas, no así su deducción acerca de los lamentos de Job.


BOSQUEJO: “Eliú Justifica a Dios” (I Parte)

Propósito:

Exponer siempre la justicia de Dios para honrar y glorificar su Santo Nombre.

Enseñanza Toral:

Proclamemos públicamente la justicia de Dios ante un mundo injusto que necesita volver su rosto a Dios arrepentido de sus pecados, en vez de revelarse contra Él. También reprendamos a quienes se inconforman con las decisiones de Dios en sus vidas.

Introducción:

Se entiende según la lección anterior, que Eliú hizo una pausa esperando que Job le respondiera algo, pero no lo hizo. Entonces continúa su discurso para presentar sus opiniones acerca de la justicia de Dios y el preceder de Job, con el propósito de justificar a Dios.


I. Ante Job y sus Amigos, vv. 1-4

a) Como sabios y doctos. Eliú hizo una pausa esperando que Job dijera algo, pero al no hacerlo, se dirige a él y a sus amigos llamándolos “sabios” y “doctos”. Ellos eran personas que instruyen, poseían sabiduría y podían tener buen juicio y cordura de lo que él iba a decir. Por eso apela al juicio de ellos para que consideren el asunto. Es una bendición hablar con personas de buen discernimiento y sentido común, para recibir su consejo y orientación si hay una mejor opción que la nuestra.

b) Para que oigan y juzguen. Job y sus amigos no deben estar pasivos ante Eliú, sino oír atentamente para ver si lo que dice está bien o mal. Compara el oído con el paladar, porque mientras uno es el medio para recibir las Palabras y las ideas, el otro es para gustar y distinguir el sabor de lo que comemos. Cuando hablamos ante los demás, estemos abiertos a escucharlos como queremos que ellos nos oigan; para corregir o confirmar total o parcialmente lo que se ha dicho.

c) Para que aporten conocimientos. Con este propósito los invita a participar en el examen y discusión del asunto que ahora tienen en sus manos. No quiere hacerles sentir que él cree que tiene la razón en todo lo que va a decir. Pero que sin prejuicios hablen y compartan sus conocimientos conforme a la justicia y la razón. Sobre todo, que sea agradable a Dios, no a él o a ellos mismos. Procuremos decir o hacer lo que es justo y bueno ante Dios y conforme a su Palabra (Fil.4.8-9).


II. Por los Reclamos de Job, vv. 5-9

a) Alegando su justicia. Job se había declarado justo en varias ocasiones al expresar su dolor, cuando se le llamó a un arrepentimiento urgente confesando su culpa ante Dios, dijo “no haber iniquidad en sus manos” (Job 16.17). Job oye en silencio y reflexiona, porque mientras los otros lo acusaron de pecados de los que tenía la conciencia tranquila, Eliú lo acusa de lo que él ha dicho y su conciencia quizás empezaba a reprocharle. Ayudemos a otros sabiamente a darse cuenta de sus errores.

b) Lo injusto de sus sufrimientos. También Job había dicho que sus sufrimientos eran una injusticia, pues no merecía lo que le estaba pasando. De esta manera afirma “soy inocente, pero Dios dice que no lo soy; se me llama mentiroso pero soy inocente”, “se me castiga espantosamente aun cuando no he pecado”. Job escuchó en silencio sin excusarse, porque a veces las personas piadosas se expresan mal en lo que quieren decir y prefieren aceptar el reproche bien merecido.

c) Lo inútil de la obediencia a Dios. Job no había dicho estas palabras literalmente, pero Eliú lo deduce de sus palabras al decir: “Al perfecto y al impío el los consume” (Job.9.22). Estas palabras eran graves porque así se expresan los que viven en la maldad y no quieren servir a Dios (Mal.3.14-15). Quizás en la mente de Job no había este sentido, pero esta fue la impresión de Eliú, por eso lo menciona. Recordemos que Dios es justo, y bendice a quienes le sirven, pero a quienes lo dejan finalmente les irá mal (Sal.37.37-38).


III. Mostrando su Santidad y Soberanía, vv. 10-15

a) Afirma que Él es justo. Eliú afirma que la impiedad y la iniquidad no son conforme a la naturaleza de Dios. Hemos de creer que los caminos de Dios y su proceder con el hombre son recto porque son de Él, no porque usando de nuestro juicio lo son (Ro.9.14). Aunque en el concepto común de la mala mente humana le parezca que Dios no es justo, Dios es justo y no hace injusticias a nadie ni pervierte el derecho. Su justicia se cumple parcialmente aquí y después en el más allá. Proclamemos a todos la justicia de Dios (Sal.92.15).

b) Como creador del mundo. Eliú afirma que Dios es el creador de todas las cosas y tienen el orden y la forma que él les dio. Como él hizo la tierra y todo lo que hay en ella, entonces todo le pertenece. Si la tierra fuera un bien que algún superior le hubiera confiado bajo su cuidado, entonces pudiera ser posible que obrara injustamente. Pero como Él es el creador, no trastornará el orden del mundo dañando su propiedad. Su Santa Palabra afirma que hizo todo con sabiduría y la tierra está llena de sus beneficios, (Sal.104.24).

c) Como Dueño de la vida humana. Todos los seres vivos le pertenecen, así los animales como el hombre; tiene poder y autoridad para hacer con ellos conforme a su voluntad soberana. Si determina quitar el aliento y así la vida a todo lo que respira, la muerte viene inevitablemente. Porque él da a todos vida, respiración y todas cosas que necesitan sus criaturas (Hch. 17.24, 25). Todo es creado por el, de él y para él. Por tanto lo que hace en su creación es justo, (Sal.24.1; Col.1.16).


Conclusión:

Alabemos a Dios por su justicia y glorifiquemos su santo nombre, aceptando sus santos designios en nuestra vida.


CATECISMO MAYOR:

Pregunta 60

¿Pueden los que nunca han oído el evangelio y que por lo tanto no conocen a Cristo ni creen en Él ser salvos según su modo de vivir conforme a la luz de la naturaleza?

Aquellos que nunca han oído el evangelio[1], que no conocen a Cristo[2], ni creen en Él, no pueden ser salvos[3], aunque sean diligentes para ajustar su vida a la luz natural[4], y a las leyes de la religión que profesen[5]; ni tampoco hay salvación en ningún otro sino solamente en Cristo[6], quien es el único Salvador de su cuerpo, es a saber la iglesia[7]. [1]Ro.10.14; [2]2 Ts.1. 8, 9; Ef.2.12; Jn.1.10-12; [3]Jn.8. 24; Mr.16.16; [4]1 Co.1.20-24; [5]Jn. 4:22; Ro.9.31, 32; Fil.3.4-9; [6]Hch. 4.12; [7]Ef.5.23.


APLICACIÓN DE LA LECCION

ANÁLISIS SINTÉTICO / “Eliú justifica a Dios” (I parte)

Job 34.1-15

1. Y trata de ganarse la atención, aprobación de sus oyentes

2. Llamando a Job y a sus tres compañeros, sabios y doctos

3. Acusando a Job de pronunciarse inapropiadamente contra Dios

4. Buscando su razonamiento en lo que deduce de las palabras de Job

5. Juzgando las palabras de Job


Cuestionario

1. ¿Cómo bebe Job el escarnio, según Eliú?

2. ¿En compañía de quién va Job?

3. ¿Cómo paga Dios al hombre?

4. ¿Qué pasa si Dios recoge su espíritu?

5. ¿Qué es lo que dice Eliú en el v. 5b?


Enseñanzas Prácticas

1. El Eterno, es un Dios de justicia en todo proceder, ya sea cuando castiga a los impíos como en cada caso que se registra en las Sagradas Escrituras, lo mismo que cuando aplica su castigo correctivo a sus hijos. Él actúa con toda justicia, pagando a cada uno conforme a sus obras y actos. No les da más, ni les da menos.

2. Nunca debemos reclamar ni cuestionar a Dios por las cosas que padezcamos en esta vida, porque, aun cuando no las comprendamos, de algo debemos estar seguros y es que Él nunca hará nada injustamente, ni con sus criaturas, mucho menos con sus hijos; porque Él es Omnisciente y Soberano.


ILUSTRACIÓN. Dios sabe mejor

Francisco esperaba con entusiasmo el sábado porque su padre le había prometido ir a pescar si el tiempo era bueno. Una prolongada sequía había marchitado los campos y jardines, pero aquel sábado por la mañana empezó a llover a cántaros y parecía que la lluvia duraría más de un día. El muchacho decepcionado, parecía inconsolable, y se acercó a la chimenea donde su padre estaba calentándose, leyendo un buen libro y le dijo: —¿Cuándo será que las cosas se hagan bien? Su padre trató de hacerle comprender cuánto necesitaban la lluvia los campos secos, pero el muchacho insistió: —Sabiendo Dios que nosotros teníamos que ir a pescar hoy, podía haber enviado la lluvia otro día. Por la tarde mejoró el tiempo, volvió a salir al sol y su padre le llevó cerca del lago. Fuese a causa de la reciente lluvia o por alguna otra razón que sólo los peces conocen, estos mordieron los anzuelos con hambre y padre e hijo llegaron a casa con una buena cesta de pescado. Aquella noche, Francisco fue requerido para dar gracias antes de cenar. Después de orar por los alimentos añadió: —Señor, y si te reclamé esta mañana, perdóneme, pues yo no puedo ver más allá de la nariz, pero tú sabes hacer las cosas mejor. Que la lección de hoy haya sido de gran bendición, reconociendo que nuestro Dios hace todas las cosas perfectas.


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