“Eliú Censura a Job” (I Parte)
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo Falta de rectitud en la boca. Salmo 5
Lunes Pensamientos de los justos y consejos de los impíos. Proverbios 12.1-9
Martes Dios nos conoce completamente desde el vientre. Salmo 139.13-24
Miércoles Terror que cubre. Salmo 55.1-8
Jueves Dios es formidable sobre todos. Salmo 89.1-8
Viernes Dios habló en visión. Salmo 89.19-26
Sábado El alma librada del sepulcro. Salmo 16
2. Lectura Devocional:
Gálatas 2.11-21
PASAJE IMPRESO:
Job 33.1-18
1 Por tanto, Job, oye ahora mis razones, Y escucha todas mis palabras.
2 He aquí yo abriré ahora mi boca, Y mi lengua hablará en mi garganta.
3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y mis labios proferirán pura sabiduría.
4 El espíritu de Dios me hizo, Y la inspiración del Omnipotente me dió vida.
5 Si pudieres, respóndeme: Dispón tus palabras, está delante de mí.
6 Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho: De lodo soy yo también formado.
7 He aquí que mi terror no te espantará, Ni mi mano se agravará sobre ti.
8 De cierto tú dijiste a oídos míos, Y yo oí la voz de tus palabras que decían:
9 Yo soy limpio y sin defecto; Y soy inocente, y no hay maldad en mí.
10 He aquí que él buscó achaques contra mí, Y me tiene por su enemigo;
11 Puso mis pies en el cepo, Y guardó todas mis sendas.
12 He aquí en esto no has hablado justamente: Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
13 ¿Por qué tomaste pleito contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
14 Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Mas el hombre no entiende.
15 Por sueño de visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho;
16 Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo;
17 Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la soberbia.
18 Detendrá su alma de corrupción, Y su vida de que pase a cuchillo.
COMENTARIO BÍBLICO
33.1-8 Por tanto, Job, oye ahora mis razones…
Eliú se pone a la altura de Job diciéndole que tiene la misma composición que Dios ha dado al hombre, creado del polvo y recibiendo el aliento de vida, dijo a demás no soy más que tú y lo que tengo de decir será porque Dios quiere que lo diga, y ruega a Job que ponga toda la atención a sus palabras, que no lo interrumpa y al final si él a si lo considera puede repicar. Efectivamente Eliú no tenía la intención de incomodar a Job, pero si hacerle saber en lo que había hablado mal contra Dios.
33.8-11 De cierto tú dijiste a oídos míos…
En lo que Job había fallado es que presentaba a Dios como severo y falto de misericordia, cuando menos en la persona de Job, que lo había abandonado, y como ya dijimos, Job desconocía en si lo que estaba pasando en torno a él, y es acertado Eliú en hacerle esta observación, por la razón que nosotros como humanos desconocemos muchas cosas que solo Dios sabe y da a conocer en su tiempo y momento. Además, que como seres humanos en términos generales no podemos ni debemos pretender contender contra Dios como si fuéramos sus iguales, Dios no da cuenta de lo que él hace y por consiguiente no lo hará ante el hombre.
33.12-18 He aquí en esto no has hablado justamente: …
Dios nos habla de muchas maneras cuando quiere darnos a conocer algo o advertirnos de algún peligro y lo hace por medio de sus siervos los ministros de la Palabra, en el tiempo de Job no había Palabra escrita, ahora todo lo que necesitamos saber está allí para nuestra guía, los sueños, las visiones y los profetas en el tiempo de Job y de los patriarcas. Siempre ha tenido Dios el interés en el hombre para librarlo de la muerte eterna, pero el hombre no lo entiende y se revela contra Él.
TEXTO ÁUREO:
Job 33.3
“Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán pura sabiduría.”
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Eliú suplica a Dios que le oiga. Eliú le asegura a Job que es sincero; desea que Job le conteste; pues son hombres los dos e iguales ante la presencia de Dios. Dios asombra a Job, pero él es humano. Repite palabras que había dicho Job a sus amigos en discursos anteriores en los cuales declaró que Dios le estaba tratando injustamente, que Dios no quiere oírle y que le trata con arbitrariedades. Y contesta estas quejas de Job, diciéndole que Dios no obra como él piensa; que tal procedimiento sería indigno de Dios, que es más grande que los hombres y no actúa como ellos. Dios habla a los hombres de muchas maneras. Sigue Eliú diciendo que en efecto Dios habla a los hombres por sueños y visiones, les habla de esta manera para instruirlos y para hacer que ellos dejen su pecado y su orgullo pronto terminará en la muerte. Por mensajeros angelicales que en forma de aflicciones muestren a los hombres lo que es justo. Si los pecadores de esta suerte advertidos se arrepienten, entonces tendrán salud, prosperidad y un corazón agradecido.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Eliú suplica a Dios que le oiga. Eliú le asegura a Job que es sincero; desea que Job le conteste; pues son hombres los dos e iguales ante la presencia de Dios. Dios asombra a Job, pero él es humano. Repite palabras que había dicho Job a sus amigos en discursos anteriores en los cuales declaró que Dios le estaba tratando injustamente, que Dios no quiere oírle y que le trata con arbitrariedades. Y contesta estas quejas de Job, diciéndole que Dios no obra como él piensa; que tal procedimiento sería indigno de Dios, que es más grande que los hombres y no actúa como ellos. Dios habla a los hombres de muchas maneras. Sigue Eliú diciendo que en efecto Dios habla a los hombres por sueños y visiones, les habla de esta manera para instruirlos y para hacer que ellos dejen su pecado y su orgullo pronto terminará en la muerte. Por mensajeros angelicales que en forma de aflicciones muestren a los hombres lo que es justo. Si los pecadores de esta suerte advertidos se arrepienten, entonces tendrán salud, prosperidad y un corazón agradecido.
Punto histórico
Tiempo:
1445 al 1405 a. C., aproximadamente
Lugar:
Entre el Sinaí y Moab.
Diccionario Bíblico
Proferir (proferirán):
Pronunciar, decir, articular palabras o sonidos. Ofrecer, prometer, proponer.
Achaque:
Indisposición o molestia, crónica o intermitente, que especialmente acompaña a la vejez. Defecto físico o moral.
Cepo:
Trampa para cazar animales mediante un dispositivo que los aprisiona cuando lo tocan. Cualquier instrumento que sirve para aprisionar algo.
Verdad Central
Eliú pide a Job que acepté favorablemente lo que va a decir (vv. 1-7.) Job ha pronunciado palabras que daban a entender que Dios no lo trataba como se merecía (vv. 8-11) le habla del soberano dominio de Dios sobre el hombre (vv. 12,13) le presenta la benevolencia con que Dios trata al hombre incluso cuando le aflige corporalmente (v.14) Dios instruye a veces y convence a los hombres mediante tales sueños (vv. 15-18) lo que sufre lejos de ser señales de la ira de Dios eran métodos sabios y benévolos de los que usaba la divina gracia para incrementarle la comunión con Dios y ejercitar la paciencia, la experiencia y la esperanza. Concluye rogando a Job que le responda si tiene razones para ello o le permita continuar su discurso (vv.31-33).
Doctrina de la Lección
Eliú señaló a Job que Dios le había estado hablando (en sueños, en visiones, por medio del sufrimiento, a través de mensajeros) para decirle la causa de su sufrimiento pero él no había estado prestando atención (Job 33.14-24). Según Eliú, no había razón para que el patriarca se preguntara "por qué Dios no decía las razones de su sufrimiento" (Job 33.13). Eliú no comprendía que "la prueba más grande de Job no era su sufrimiento, era no saber por qué sufría" (Job 1.6-12; Job 2.1-7). En medio de la prueba Job debía mantener su confianza en la bondad de Dios, esperando con reposo en Él (Sal. 40.1-4).
BOSQUEJO: “Eliú Censura a Job” (I Parte)
Propósito:
Que usemos de sabiduría al censurar a las personas, para convencerlos de su error y ayudarlos a entender la voluntad de Dios en el tiempo de aflicción.
Enseñanza Toral:
Debemos ser cautelosos y prudentes al dirigirnos a las personas en aflicción, para convencerlos del error en que se encuentran y corregirlos de sus actitudes hacia Dios y otras personas. Roguemos a Dios que nos de sabiduría para hacerlo así.
Introducción:
Después de oír todo lo que Job y sus amigos dijeron, con una actitud diferente a la de sus compañeros, Eliú se ha preparado para censurar a Job, porque lo hará según el en forma adecuada.
I. Con Rectitud de Corazón, vv. 1.7
a) Porque desea que Job lo escuche. El inicio de la participación de Eliú demuestra prudencia de su parte al rogarle a Job que lo escuche y acepte lo que le va a decir. Usa una táctica diferente a la de sus amigos, convencido que esa no era una forma adecuada para hablarle. Generalmente las personas hablan con la boca, de dientes para afuera, pero muy pocos como Eliú hablan con el corazón, usando respeto y expresando lo que es justo y bueno. El hablará con pureza y sinceridad, sin torcer la verdad como lo hicieron sus amigos.
b) Mostrando sabiduría en sus palabras. Lo que Eliú dirá a Job es producto de los razonamientos sinceros de sus convicciones y sus sentimientos. Con toda claridad le hablará de modo que Job entienda el mensaje sincero de su corazón. Afirma que el Espíritu de Dios lo hizo y su inspiración le dio vida, como también a Job. Todos somos creación de la mano de Dios y debemos identificarnos como obra del Señor y tratarnos honrosamente (Pr. 22.2; Sal.100.3).
c) Le inspira confianza. Eliú está dispuesto a escuchar lo que Job le pueda responder, sin cerrarse en sus razonamientos está abierto a oírlo también. Si queremos que nos oigan primero debemos oír como Eliú y estar dispuestos a seguir escuchando. Job había deseado un árbitro imparcial, ahora Eliú se presenta como intermediario entre él y Dios, aunque no lo puede hacer como igual que el Señor, sí como igual que Job, hecho de barro. Por eso le dice que no le tema porque es una persona igual que Job. Procuremos dar confianza a quienes están en conflicto para que podamos ayudarlos.
II. Por sus Declaraciones Impropias contra Dios, vv. 8-11
a) Que era limpio, inocente y sin maldad. Eliú acusa a Job de haber afirmado que él era “limpio, sin defecto, inocente, sin maldad”. No lo había dicho con todas estas palabras, pero sí dijo: “Mi justicia tengo asida y no la cederé”. Aunque el espíritu general de sus palabras será sostener que era limpio y acusar a Dios de injusticia, Job no dijo lo que Eliú expresa. Con frecuencia interpretamos las palabras de otros y afirmamos lo que ellos no dijeron. Evitemos hacerlo, pero cuando hablen contra Dios y su palabra y la verdad entre nosotros, corrijamos lo que se diga impropiamente.
b) Que Dios lo culpó injustamente. Las palabras de Job jamás fueron “Dios buscó achaques contra mí”. En esto también Eliú actúa mal, porque Job no lo dijo así; habrá notado que lo insinuó en otras palabras. Excedió los límites al oponerse a los cargos falsos que le hacían sus amigos acusándolo de hipocresía. Tengamos cuidado al expresar nuestras opiniones respecto s nuestra relación con Dios; pues aun los creyentes más consagrados a Dios, si bien es cierto se reconocen pecadores, les desagrada toda acusación particular que se les hace.
c) Que lo tenía como enemigo. Ante el dolor y molestias en todo su cuerpo, con la desesperación que invadió su alma, Job sintió que Dios lo estaba tratando como un enemigo. Así lo expresó algunas veces (Job.13.24; 16.9; 19.11), pues sentía que su mal venía de la mano de Dios y que vigilaba todos sus movimientos para encontrar algún error y castigarlo. Nuestras aflicciones y lo que las produce está bajo el gobierno de Dios y las permite con un buen propósito. No es que seamos sus enemigos, pues nos ha amistado con Él a través de Cristo, cultivemos esa amistad.
III. Mostrando que Dios Habla en Diversas Formas, vv. 12-18
a) Pero no ponemos atención. Eliú le dice a Job que Dios es mayor que el hombre, infinitamente sabio y poderoso, santo, justo y bueno. Siendo así, en El no hay alguna falta. No tenemos porqué cuestionarlo por sus acciones, pues a nadie le da cuentas de lo que hace. Lo que hemos de hacer es someternos a su voluntad y poner atención a lo que nos muestra por medio de su Santa Palabra especialmente y a través de las circunstancias de nuestra vida.
b) Por medio de visiones y sueños. Esta era la forma como Dios hablaba a las personas en el Antiguo testamento (Gn.20.3). Eran sueños mientras dormían o visiones de apariciones reales. Así Dios amonestaba o daba consejo a los hombres. En ese tiempo no se tenía la Revelación completa como la tenemos hoy en la Biblia. Las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la Palabra de Dios y a través de ella nos habla; por tanto las visiones y los sueños han cesado.
c) Para apartarnos del mal y sus consecuencias. Dios hablaba en el pasado para guiar a las personas en sus acciones y tomar sabias decisiones; para corregirlos o instruirlos y librarlos del pecado y toda obra mala. Porque las consecuencias de la maldad del hombre son muy graves (Sal.9.17). Leamos y meditemos detenidamente la Palabra inspirada de Dios, porque es útil para enseñarnos, redargüirnos, corregirnos y establecernos en el buen camino y seamos personas de bien, (2 Ti.3.16).
Conclusión:
Dios nos habla a través de su Palara escrita, para decirnos cuál es su voluntad. Por tanto, pongamos atención en ella detenidamente para hacer su voluntad.
CATECISMO MAYOR:
Pregunta 58
¿Cómo somos hechos partícipes de la redención que Cristo ha comprado?
Somos hechos partícipes de los beneficios comprados por Cristo, por la aplicación de ella a nosotros[1] lo cual es la obra especial de Dios Espíritu Santo[2].
[1] Jn.1.11, 12 [2] Tit.3.5, 6; Jn.16.7, 8
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO / “Eliú Censura a Job” (I parte)
Job 33.1-18
1. Con simplicidad de corazón
2. Intermediando entre Job y Dios
3. Por sus repetidas declaraciones inapropiadas
4. Haciéndole ver que Dios habla de muchas formas
5. Diciendo que el hombre no entiende
Cuestionario
1. ¿Qué pide Eliú a Job?
2. Según Eliú ¿qué declararán sus razones?
3. ¿En qué son iguales Eliú y Job?
4. ¿Qué oyó Eliú de Job?
5. ¿Qué aprendimos hoy?
Enseñanzas Prácticas
1. Nunca debemos juzgar o criticar a nadie que esté sufriendo o padeciendo, si no tenemos claro el motivo por el que está sufriendo. Pero si lo sabemos, primero tratemos de ayudarlo si esto es posible, como lo hizo Eliú con Job.
2. Después tratemos de hacerle ver que Dios obra con amor y misericordia con sus hijos, cuando los corrige, pero que también Él permite que padezcamos para Su gloria; y que muchas veces también prueba nuestra fe. Pero esto lo hace Dios, únicamente con sus hijos.
ILUSTRACIÓN. Dejar hacer a Dios
Una señora se disponía a salir de casa con su hijito para hacer una visita, cuando empezó a caer una lluvia torrencial. La madre, una creyente muy sencilla ante la contrariedad que la lluvia significaba para los dos, dijo: —Creo, hijo mío, que debemos arrodillarnos aquí para pedir a Dios que cese la lluvia. Asombrado por un momento, preguntó el niño: —Madre, ¿es Dios quien envía la lluvia? —Sí, querido, sí— contestó ella. —Entonces —respondió el niño con animación—, entonces, mamá, es mejor hacer a Él lo que le plazca. Nuestro buen Dios es soberano en todo lo que hace, por tal motivo debemos estar seguros de que todas las cosas que Él permite que acontezca, siempre serán para el bien de sus escogidos.