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Lección 53 Diciembre 31 de 2023

PARA LOS NIÑOS: “La Novena Plaga”

Propósito: 

Enseñar a los niños que cada plaga fue un desafío a los dioses egipcios y una censura a la idolatría, para mostrar la Omnipotencia del Dios vivo y verdadero.

Introducción: 

Las tinieblas espirituales son esclavitud, Satanás es quien ciega los ojos de los hombres para que no vean y vivan en obscuridad, les ata de pies y manos para que no sirvan a Dios. Los pecadores se encuentran en tinieblas, y no pueden conducirse solos a la luz, es necesario que sean llevados al Salvador (Jn.8.12). Egipto por el pecado de idolatría se encontraba en tinieblas espirituales y en esta lección veremos que también estarían sin luz en sus viviendas como consecuencia de la novena plaga.

 

I. Tinieblas, vv. 21-23

En esta plaga Jehová le dijo a Moisés que extendiera su mano hacia el cielo, para que vinieran tinieblas sobre la tierra de Egipto, con una obscuridad tan densa que nadie pudiera ver absolutamente nada, ni siquiera su propia mano, porque recordemos niñitos que para poder observar todo lo que hay en nuestro alrededor, necesitamos de luz. Moisés hizo como se le ordenó y extendió su mano al cielo y hubo tinieblas durante tres días y tres noches en la tierra de Egipto, la obscuridad traída sobre ese país fue una plaga espantosa, no se podía palpar nada, tan espesa era la niebla que asombraba y aterraba. La Biblia nos dice que las personas no podían ver a su prójimo, por esta razón no se levantaron de su lugar durante tres días. Algo sorprendente es que mientras en Egipto pasaba esto, en donde habitaban los hijos de Israel había luz en sus viviendas.

 

II. Condiciones que Impuso el rey, vv. 24-26

Farón al tener esta terrible plaga en su país, llamó a Moisés y le dijo: puedes ir y servir a Jehová con las mujeres y niños, pero tendrán que quedarse las ovejas y vacas. Creía que esto garantizaba su regreso, pero ir sin el ganado sería imposible, porque no tendrían con qué servir a Jehová, ya que los sacrificios eran la parte principal de la adoración. Faraón ordenó que se fueran las personas, pero no los ganados para que quedaran como garantía y así forzar su regreso. Todavía no comprendía que una obediencia parcial a las instrucciones del Señor era inaceptable, por esta razón Moisés le dijo a Faraón, “es necesario que también nuestros ganados vayan con nosotros, porque no se debe quedar nada, ya que de nuestros animales tomaremos para adorar a Jehová; y hasta que lleguemos al desierto escogeremos los que serán ofrecidos en sacrificio”.

 

III. Terquedad y Amenaza de Faraón, vv. 27-29

Jehová endureció el corazón de Faraón para no dejar ir al pueblo de Israel a adorar a Dios en el desierto, cuando Moisés no accedió a la condición de Faraón, de ir solo las personas y dejar el ganado, éste ordenó que fuera retirado de su presencia para siempre y le dijo: guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás. La respuesta de Moisés fue también muy fuerte le dijo: Bien has dicho; no veré más tu rostro y salió muy enojado. Después de esta entrevista, Moisés no vino más a su presencia, las últimas palabras de Faraón eran un desafío que no resultaba extraño a sus oídos, porque Dios le había informado desde antes, que esto iba a suceder y le había indicado que Israel tenía que estar preparado para irse.

 

Conclusión:

Niñitos cuando Dios hizo esta diferencia entre los israelitas y los egipcios, ¿Quién no hubiera preferido la pobre choza de un israelita con luz, al hermoso palacio obscuro de un egipcio? Hay una diferencia real entre la casa del impío que está bajo maldición y la vivienda del justo que es bendecido (Pr.3.33). Por otra parte, el dios egipcio del sol, Ra, fue declarado como impotente, porque por tres días la oscuridad venció el sol, y este dios principal egipcio quedó reducido a nada, así como su encarnación en la persona del Faraón (que era el supuesto hijo del sol); las tinieblas también impidieron todos los rituales diarios del culto egipcio, quedó demostrado una vez más que los ídolos no tienen poder para salvar. La Biblia dice: “Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto: no conocerás pues Dios fuera de mí, ni otro Salvador sino a mí” (Oseas 13.4).

 

CATECISMO INFANTIL.

Pregunta No. 74

¿Qué nos enseñan los primeros cuatro mandamientos?

Respuesta: 

Nuestros deberes para con Dios.




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