“La Octava Plaga”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo: La langosta lo consumirá. Deuteronomio 28.38
Lunes: Tu arboleda lo consumirá la langosta. Deuteronomio 28.42
Martes: Dios dio al pulgón sus frutos y su trabajo a la langosta. Salmo 78.46
Miércoles: Lo que quedó de la oruga comió la langosta. Joel 1.1-4
Jueves: Vuestros olivares comió la langosta. Amós 4.1-9
Viernes: Dijo y vinieron langostas. Salmo 105.26-34
Sábado: Y del humo salieron langostas sobre la tierra. Apocalipsis 9.1-7
2. Lectura Devocional:
Joel 1.1-12
PASAJE IMPRESO:
Éxodo 10.1-20
1 Y JEHOVÁ dijo a Moisés: Entra a Faraón; porque yo he agravado su corazón, y el corazón de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales;
2 Y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que dí entre ellos; y para que sepáis que yo soy Jehová.
3 Entonces vinieron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de los Hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirvan.
4 Y si aún rehusas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos,
5 La cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; comerá asimismo todo árbol que os produce fruto en el campo:
6 Y llenarse han tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los Egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y volvióse, y salió de con Faraón.
7 Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios; ¿aun no sabes que Egipto está destruido?
8 Y Moisés y Aarón volvieron a ser llamados a Faraón, el cual les dijo: Andad, servid á Jehová vuestro Dios. ¿Quién y quién son los que han de ir?
9 Y Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas: con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque tenemos solemnidad de Jehová.
10 Y él les dijo: Así sea Jehová con vosotros como yo os dejaré ir a vosotros y a vuestros niños: mirad como el mal está delante de vuestro rostro.
11 No será así: id ahora vosotros los varones, y servid á Jehová: pues esto es lo que vosotros demandasteis. Y echáronlos de delante de Faraón.
12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para langosta, a fin de que suba sobre el país de Egipto, y consuma todo lo que el granizo dejó.
13 Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta:
14 Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y asentóse en todos los términos de Egipto, en gran manera grave: antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal;
15 Y cubrió la faz de todo el país, y oscurecióse la tierra; y consumió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo, por toda la tierra de Egipto.
16 Entonces Faraón hizo llamar apriesa a Moisés y á Aarón, y dijo: He pecado contra Jehová vuestro Dios, y contra vosotros.
17 Mas ruego ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis á Jehová vuestro Dios que quite de mí solamente esta muerte.
18 Y salió de con Faraón, y oró á Jehová.
19 Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y arrojóla en el mar Bermejo: ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.
20 Mas Jehová endureció el corazón de Faraón; y no envió los hijos de Israel.
COMENTARIO BÍBLICO
10.6 Y Jehová dijo a Moisés: Entra a Faraón…
Las plagas de Egipto muestran la gravedad del pecado. Advierten a los hijos de los hombres que no deben luchar con su Hacedor. Faraón había pretendido humillarse, pero no se le tomó en cuenta poque no fue sincero. Se anuncia la plaga de langostas. Esta debía ser mucho peor que cualquiera de esa clase que se hubiera conocido.
10.7-11 Entonces los siervos de Faraón le dijeron: …
Los sirvientes de Faraón le persuadieron para que se pusiera de acuerdo con Moisés. En ese momento Faraón quiere dejar que vayan los varones, pretendiendo falsamente que esto era todo lo que ellos deseaban. Jura que no se llevarán a los pequeños. Satanás hace todo lo que puede para impedir que quienes sirven a Dios lleven a sus hijos consigo. Es el enemigo jurado de la piedad precoz. Tenemos razón para sospechar que Satanás está metido en todo lo que nos impida comprometer a nuestros hijos en el servicio de Dios. Tampoco debe el joven olvidar que el consejo del Señor es: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud; pero el consejo de Satanás es que se mantenga a los niños como esclavos del pecado y del mundo.
10.12-20 Entonces Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano…
Dios hace que Moisés estire su mano; las langostas vienen al llamado. Hubiera sido más fácil resistir a un ejército que a esta hueste de insectos. ¿Entonces, quién es capaz de hacer frente al gran Dios? Cubrieron la faz de la tierra y se comieron su producto. Las hierbas crecen para servir al hombre, pero, cuando agrada a Dios, los insectos la saquean y comen el pan de la boca de ellos. Que nuestro trabajo no sea por la habitación y la comida que así quedan expuestos sino para lo que perdura para la vida eterna. Faraón pide a Moisés y Aarón que oren por él. Hay quienes, en su malestar, buscan la ayuda de las oraciones de otras personas, pero no tienen intención de orar ellos mismos. Con eso demuestran que no tienen un amor verdadero a Dios ni se deleitan en la comunión con Él.
TEXTO ÁUREO:
Éxodo 10.4
Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos.
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Las plagas de Egipto muestran la gravedad del pecado. Advierten a los hijos de los hombres que no deben luchar con su Hacedor. Faraón había pretendido humillarse, pero no se le tomó en cuenta porque no fue sincero. Se anuncia en este texto la plaga de langostas. Esta debía ser mucho peor que cualquiera de esa clase que se hubiera conocido. Los sirvientes de faraón lo persuadieron para que se pusiera de acuerdo con Moisés. En ese momento faraón quiere dejar que vayan los jóvenes, pretendiendo falsamente que esto era todo lo que ellos deseaban. Jura que no se llevarán a los pequeños. Satanás hace todo lo que puede para impedir que quienes sirven a Dios se lleven a sus hijos consigo. Tenemos razón para sospechar que Satanás está metido en todo lo que nos impide comprometer a nuestros hijos en el servicio de nuestro Dios. Tampoco debe el joven olvidar que el consejo del Señor es: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud; pero el consejo de Satanás es que se mantenga a los niños como esclavos del pecado y del mundo. Fijémonos que el gran enemigo desea retener al hombre en los lazos del afecto, como faraón hubiera tomado rehenes de los israelitas para garantizar su retorno, reteniendo en cautiverio a esposas e hijos.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto Histórico
Tiempo:
Escrito entre 1445-1405 a.C. Acontecimientos 1491 a.C.
Lugar:
De composición, en el desierto del Sinaí y las llanuras de Moab. Suceso: En Egipto
Diccionario Bíblico
Plaga de Langostas
Y consumió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo: Dios se mostró a sí mismo más grande que el dios egipcio Osiris, uno de los dioses más importantes, por lo que implicaba su labor en la cultura del antiguo Egipto, es Osiris. Según la mitología egipcia se trata del inventor de la agricultura. No quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo: Dios hizo con Faraón lo que Él haría en nuestras vidas – exponer y derribar a cada dios falso. Cuando confiamos en estos dioses duele el verlos caer, pero es mejor que el verlos expuestos.
Verdad Central.
Dios instruye a Moisés acerca de la finalidad de estas plagas (vs.1-2) pues ellas manifiestan la grandeza de Dios, de la felicidad de su pueblo, y de la culpabilidad del pecado, así como advertencias perpetuas para los hombres de todos los tiempos y épocas a fin de que no provoquen a celo a Dios ni se empeñen en luchar contra su hacedor. En el verso seis, Moisés después de dar su mensaje salió de delante de Faraón. De manera semejante cuando Cristo mandó a sus discípulos, que se marcharan delante de donde no los recibieron sacudiendo el polvo de sus pies (Mt.10.14, Lc.9.5). Los siervos de Faraón, sus ministros, consejeros privados se interpusieron para persuadirle que llegase a un acuerdo con Moisés. Las langostas invaden el país, obedecen la orden de Dios y vuelan causando la desolación, y Faraón volvió a su impía resolución de no dejar al pueblo que se marchara (vs.20).
Doctrina de la Lección.
Dios envió un nuevo juicio a Egipto el cual consistió en una inusual plaga de langostas que devastó lo que había quedado del granizo (Éx.10.15). El panorama del país, para entonces, ya era desolador, y la economía de Egipto colapsaba, por lo que los siervos del “dios Faraón” osaron disuadirlo de su postura, pidiéndole que dejara “ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios” (Éx.10.7) para no sufrir esta nueva plaga, pero, por enésima vez, se negó a hacerlo (Éx.10.20).
BOSQUEJO: “La Octava Plaga”
Propósito:
Enseñar que, a pesar de la terquedad del hombre impío, Dios le da oportunidades a través de sus manifestaciones de poder, para que proceda al arrepentimiento.
Enseñanza Toral:
Dios muestra su gran poder a todos los mortales, para que dé tiempo en tiempo el ser humano conozca al verdadero Dios, le sirva, y obedezca mostrando al mismo tiempo arrepentimiento de todos sus pecados; si no lo hace Él actuará duramente al grado de traer una gran devastación en toda la Tierra.
Introducción:
Faraón siguió confiando hasta este momento en el supuesto poder de sus dioses, la expresión “mañana” le daba tiempo a Faraón para rogar a sus ídolos protección, pero hasta el momento habían quedado sobrepasados en poder y autoridad sobre la naturaleza. Vendría una plaga más para demostrarle a Faraón, a su pueblo y sus dioses el poder magnífico del Dios Jehová.
I. La encomienda del Señor, vv. 1-6
a) Vuelve Jehová Dios a enviar a su siervo Moisés a hablar con el endurecido Faraón, ahora para hacerle ver a Moisés sus propósitos específicos en la v ida de Faraón y la causa de su terco corazón. Jehová ha agravado ese duro corazón, lo ha hecho más pesado, para que en la vida de Faraón se muestren las obras portentosas del Dios de los hebreos, con el firme propósito de: 1) Para que Faraón y su pueblo sean objeto su manifestación de su poder. El mundo hasta el día de hoy se sigue mostrando pesado, necio, orgulloso ante la manifestación de las señales dadas por la mano poderosa del Dios Jehová. 2) Para que dentro del pueblo israelita se enseñará a las generaciones venideras sus hijos sus nietos, las grandes señales y maravillas que Jehová hizo con el pueblo de Egipto y como salieron de su dura servidumbre con mano portentosa. No dejemos de hablar a las nuevas generaciones los grandes portentos que nuestro Señor Jesucristo ha hecho en vuestra vida, de nuestra familia e iglesia.
b) Se presentan ante Faraón, Moisés y Aarón para insistir en la petición hecha desde un principio, pero haciendo una reprimenda a Faraón, ¿Cuándo piensa Faraón humillarse ante Jehová? Él era responsable de sus actos, de sus actitudes ante el verdadero Dios. No puede haber otra actitud, ante el Dios vivo, sino humillarnos con sinceridad (Job.9.4). Llega el momento en que el siervo de Dios tiene que confrontar la actitud altanera, soberbia, déspota, y terca que hasta este momento ha dado a conocer Faraón ante todas las señales dadas para conocer a Jehová el Dios de los hebreos, suficientes manifestaciones para tener conocimiento de Jehová. Cuantos hombres tienen la misma dureza de corazón y por más que ve, escuchan sobre Dios, siguen negándolo y endureciendo su corazón y alma. Le advierte que mañana Dios enviará una gran multitud de langostas a todo el territorio de Egipto.
c) Vendrían tatos insectos que la tierra se obscurecería y acabarían con todo lo que dejo la granizada, toda hoja verde, todo fruto de los árboles. Tales insectos son una plaga tremenda y los egipcios temían a tan devastadores insectos, esta plaga no pudo ser eliminada por sus deidades egipcias Isis y Serafis; al igual que el granizo, la langosta sería en tal cantidad que nunca se había visto ni se volvería a ver en toda la región de Egipto (Pr. 30.27). Moisés salió de la presencia de Faraón sin esperar respuesta alguna.
II. La intervención de los siervos de Faraón, vv. 7-11
a) En cuanto salió Moisés, los siervos y funcionarios del palacio intervinieron de inmediato ante Faraón para hacerle cambiar de pensamiento. Cuánto tiempo más Moisés continuaría enviando plagas que tanto habían afectado a la economía del país, ya a estas alturas, prácticamente entrarían a una hambruna muy grave, habría que salvar lo poco que quedaba aún. ¿Qué el Faraón no estaba enterado de la situación en la cual estaba ya devastado todo el país? Era tiempo de que Faraón accediese a la petición de los hebreos de ir a ofrecer sacrificios al desierto a su Dios Jehová.
b) Inmediatamente llamaron a Moisés y Aarón para poder llegar a una concesión, ¿Quiénes son los que irían a servir a Jehová? Los hombres adultos, los hijos y las hijas, las ovejas y las vacas, ya que se haría una solemnidad a Jehová. Dios siempre ha demandado que todo su pueblo, hombres, mujeres, niños y niñas se reúnan para ofrecer solemnidad a Jehová (Dt.16.10-12; 12.7) y hasta el día de hoy Dios demanda de todas las familias que se acerquen a él y le busquen de todo corazón (Hch.16.14, 15).
c) Faraón contestó sarcásticamente: “¡Cómo no! ¡y, por supuesto, su Dios los va a acompañar! ¿Acaso creen que voy a dejar que se lleven a sus niños? Ustedes tienen la mala intención de escapar. Pero no va a ser como ustedes quieran. Si realmente quieren adorar a su Dios, vayan solo los hombres” (La Biblia ISHA 2008). Cuán difícil es que un hombre que no teme al verdadero Dios, no le conoce, le quiera obedecer con fidelidad. Los hombres por su naturaleza pecaminosa son rebeldes y quieren cumplir los mandamientos de Dios según les convenga a sus intereses personales o como nación. A Faraón y sus funcionarios no les convenía en ningún sentido liberar a sus esclavos.
III. Las Langostas, vv. 12-20
a) Moisés no entró en discusiones o alegatos con Faraón y su corte, simplemente obedeció a la orden de Dios, él levanto su vara hacia la tierra para que viniese la langosta, para traer a Egipto una grave devastación. Durante toda la noche Jehová envío un fortísimo viento procedente del oriente, de la parte de la Península del Sinaí, el cual trajo tal cantidad de langostas que el ruido que provocó era ensordecedor, obscureció el cielo y se asentó en el campo, en las casas y aún en los aposentos de Faraón; fue tal que no se volvió a ver en Egipto tal cantidad de langostas o saltamontes.
b) No quedo nada verde, ni frutos ni nada que cosechar, ¡oh! ¡pobre de los egipcios! Tan soberbios quedaron sin comer. Tuvo que ver faraón con sus propios ojos la gran devastación que dejó la langosta, este insecto es una verdadera plaga, sobre todo en estos países orientales, la cual hasta el día de hoy es muy temida. Una vez más Farón reconoce sus pecados, sus faltas, y vuelve a suplicar se interceda ante el Dios Jehová, para que sea quitada esta plaga (Is.26.10, 11). Cuando los impíos ven cerca la muerte o la destrucción suplican por misericordia, pero pasado el mal vuelven otra vez a sus malos pasos y tratos hacia el pueblo de Dios.
c) En cuanto salió Moisés de con Faraón, él oró ante Jehová para que la langosta desapareciera del país. El viento oriental dio un vuelco y ahora vino de la parte accidental y sacó a toda la langosta sin dejar ni una sola en todo el país, Dios tiene el poder y autoridad sobre toda su creación y la utiliza para su propia determinación y propósitos sobre la humanidad (Sal.102.23-28; 103). La langosta fue lanzada hacia el Mar Rojo, pereciendo toda, nada quedó en Egipto. Pero el corazón obcecado de Faraón volvió a endurecerse, Dios fortaleció el corazón aún más para que soportase todavía lo que vendría aún, ya que los planes de Dios para Faraón para los egipcios, y para los hebreos, estaban determinados sobre ellos.
Conclusión:
A pesar de todo lo acontecido en el poderoso Egipto, y estando ya prácticamente desolado y acabado, principalmente en su situación económica, Faraón no estaba dispuesto a ceder ante el Dios de los esclavos. La soberbia destruye al hombre y a todos aquellos que dependen de ellos (Pr.3.34, 35).
CATECISMO MAYOR
Pregunta 156
¿La Palabra de Dios debe ser leída por todos?
Aunque no a todos les es permitido leer la Palabra de Dios públicamente a la congregación,[1] sin embargo, toda clase de personas está obligada a leerla para sí misma[2] y con sus familias; [3] para lo cual las Santas Escrituras deben traducirse del original al lenguaje común. [4]
[1] Dt.31.9, 11-13; Neh.8.2, 3; 9. 3-5 [2] Dt.17.18, 19; Ap.1.3; Jn.5.39; Is.34.16; [3] Dt.6.6-9; Gn.18.17; Sal.78.5-6; [4] 1 Co.14. 2-29.
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO | “La Octava Plaga” Éxodo 10.1-20
1. Dios ordena a Moisés ir de nuevo a Faraón para advertirle sobre la próxima plaga
2. Las señales y prodigios en Egipto serían un testimonio para todos los descendientes de Israel
3. La severidad de la octava plaga sería sin precedente en Egipto
4. Los siervos de Faraón le dicen que deje su intransigencia, ya que Egipto ha quedado devastado
5. Ante la crisis inminente, Faraón pide a Moisés que ore para que se quite la plaga
Cuestionario
1. ¿Cuál fue la octava plaga?
2. ¿Qué significado tendrían las señales y prodigios, para las generaciones futuras de Israel?
3. ¿Qué hicieron los siervos de Faraón?
4. ¿Cuál fue la condición que Faraón estableció, para dejarlos ir a adorar a Jehová?
5. ¿Cuáles fueron las consecuencias de la octava plaga?
Enseñanzas Prácticas
1. La liberación de Israel, ejecutada a través de grandes señales, sería de enseñanza para la posteridad de Israel. Recordemos lo que dice Deuteronomio 6.20,21 “Cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios…, que Jehová nuestro Dios os mandó? Entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, Y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte”. Es necesario que todos los padres hablemos a nuestros hijos de lo que Dios ha hecho en nuestra vida.
2. Faraón era de un corazón duro y soberbio, y esta condición le impedía entrar en razón. Aunque Egipto estaba siendo azotado él persistía en su necedad. Que los hijos de Dios escuchemos la siguiente exhortación: “Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios” (Efesios 5.15).
ILUSTRACIÓN. El juicio de las langostas
Nuevamente, tal como ocurrió con las plagas anteriores, los dioses de Egipto se mantuvieron en silencio. Uno no puede menos que preguntarse qué pensaron sus adoradores al ver semejante destrucción. ¿Dónde estaba Anubis, el dios con cabeza de chacal y guardián de los campos? ¿Y Osiris, el dios supremo de la agricultura? Una vez más él, Isis, Seth y Neper, y también Shu, dios del aire, y Amón, dios del viento, fueron humillados. Los campos devastados, arruinados por el granizo, quemados por el fuego y arrasados por las langostas, fueron un testimonio de la impotencia de los dioses egipcios; pero el poder absoluto de nuestro Dios, Jehová de los ejércitos. Es importante