“La Séptima Plaga”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo: Murieron más por las piedras de granizo. Josué 10.1-11
Lunes: Sus viñas destruyo con granizo. Salmo 78.47
Martes: Volvió las lluvias en granizo. Salmo 105.32
Miércoles: El fuego y el granizo, ejecuta su palabra. Salmo 148.1-8
Jueves: Os herí con granizo en toda obra de tus manos. Haggeo 2.15-23
Viernes: Granizo y fuego. Apocalipsis 8.7
Sábado: Grande granizo de un talento. Apocalipsis 16:21 y Job 38.22-23
2. Lectura Devocional:
Salmo 78.47-50
PASAJE IMPRESO:
Éxodo 9.13-35
13 Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.
14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.
15 Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra.
16 Y a la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en toda la tierra.
17 ¿Todavía te ensalzas tú contra mi pueblo, para no dejarlos ir?
18 He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy grave, cual nunca fué en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.
19 Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido a casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá.
20 De los siervos de Faraón el que temió la palabra de Jehová, hizo huir sus criados y su ganado a casa:
21 Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.
22 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto.
23 Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego discurría por la tierra; y llovió Jehová granizo sobre la tierra de Egipto.
24 Hubo pues granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fué habitada.
25 Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.
26 Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.
27 Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y á Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos.
28 Orad á Jehová: y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.
29 Y respondióle Moisés: En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.
30 Mas yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia del Dios Jehová.
31 El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.
32 Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos.
33 Y salido Moisés de con Faraón de la ciudad, extendió sus manos a Jehová, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.
34 Y viendo Faraón que la lluvia había cesado y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y agravó su corazón, él y sus siervos.
35 Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel; como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
COMENTARIO BÍBLICO
9.13-21 Entonces Jehová dijo a Moisés: …
“Aquí se ordena a Moisés que lleve a Faraón un mensaje espantoso. La Providencia lo ordenó: que Moisés tuviera que vérselas con un hombre de espíritu tan feroz y porfiado como este Faraón; y todo convierte en un señalado ejemplo del poder que Dios tiene para humillar y derrumbar al más orgulloso de sus enemigos. Cuando la justicia de Dios amenaza ruina, al mismo tiempo su misericordia muestra una salida. Dios no solamente hizo distinción entre los egipcios y los israelitas sino entre uno y otro egipcio. Si Faraón no se rendía y así impedía el juicio mismo, quienes habían acatado la advertencia, podían buscar refugio. Algunos creyeron, tuvieron temor y albergaron a sus siervos y ganado en sus casas y esa fue una decisión sabia. Hasta entre los siervos de Faraón hubo algunos que temblaron ante la Palabra de Dios, ¿y los hijos de Israel no tendrán temor? Pero otros no creyeron y dejaron el ganado en el campo. La incredulidad obstinada es sorda a las mejores advertencias y a los consejos más sabios, lo que deja que la sangre de los que perecen caiga sobre sus cabezas.”
922-26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano…
“Este granizo hizo una terrible destrucción: mató hombres y ganados; el trigo brotado fue destruido y solamente el que aún no había brotado fue preservado. La tierra de Gosén fue pasada por alto. Dios hace que llueva o granice sobre una ciudad y no en otra, por misericordia o por juicio.”
9.27-35 Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón…
“Faraón se humilló a Moisés. Ningún hombre podía haber hablado mejor: él reconoce haber errado; reconoce que Jehová es justo; y Dios debe ser justificado cuando habla, aunque lo haga por medio de truenos y rayos. Pero su corazón seguía endurecido. Moisés ruega a Dios: aunque tiene razón para pensar que Faraón se arrepentirá de haberse arrepentido, y así se lo anuncia, promete ser su amigo. Moisés salió de la ciudad, a pesar del granizo y los rayos que mantuvieron adentro a Faraón y sus sirvientes. La paz con Dios hace a los hombres a prueba de truenos. El Faraón estaba asustado por el tremendo juicio, pero cuando pasó, sus buenas promesas fueron olvidadas. Quienes no mejoran por los juicios y las misericordias, ordinariamente empeoran.”
TEXTO ÁUREO:
Éxodo 9.26
Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Este granizo hizo una terrible destrucción: Mató hombres y ganado; el trigo brotado fue destruido y solamente el que aún no había brotado, fue preservado. La tierra de Gosén fue pasada por alto. Dios hace que llueva o granice sobre una ciudad y no en otras, por misericordia o por juicio. Faraón se humilló a Moisés. Ningún hombre podría haber hablado mejor: él reconoce haber errado; reconoce que Jehová es justo, y Dios debe ser justificado cuando habla, aunque lo haga por medio de truenos y rayos. Pero su corazón seguía endurecido. Moisés ruega a Dios: aunque tiene razón para pensar que Faraón se arrepentirá y así lo anuncia, promete ser su amigo. Moisés salió de la ciudad a pesar del granizo y los rayos que mantuvieron adentro a Faraón y sus sirvientes. La paz con Dios hace a los hombres a prueba de truenos. El Faraón estaba asustado por el tremendo juicio, pero cuando pasó, sus vanas promesas fueron olvidadas. Quienes no mejoran con los juicios y las misericordias, ordinariamente empeoran.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto Histórico
Tiempo:
Escrito entre 1445-1405 a.C. Acontecimientos 1491 a.C.
Lugar:
De composición, en el desierto del Sinaí y las llanuras de Moab, Suceso: En Egipto
Diccionario Bíblico
Granizo
Esta era probablemente la plaga más espantosa que había sucedido. Los egipcios debieron de creer que el furor de Dios estaba siendo derramado del cielo con toda severidad. A) Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo: “Una mezcla extraña; un milagro dentro de un milagro, dijo el Rabí Salomón. Fuego y agua hicieron la paz entre ellos, para que obedecieran la voluntad del Creador.” B) Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto: Esta plaga estaba dirigida en contra de muchos dioses egipcios. Nut era notable entre ellos, la diosa del cielo. Solamente en la tierra de Gosén donde estaban los hijos de Israel no hubo granizo.
Verdad Central.
Una declaración general de la ira de Dios contra Faraón por su obstinación. Aunque Dios ha endurecido su corazón (v.12). Moisés tiene que repetirle las demandas de Dios. Dios siempre se muestra como modelo de paciencia y desea mostrarse benigno hacía un pueblo desobediente y contradictor (Rom. 10:21). Por seis veces habían resultado vanas las demandas de Dios, pero Moisés debe repetir por séptima vez “Deja ir a mi pueblo” (v.13). Hay una benigna advertencia a Faraón y a su pueblo para que recojan del campo el ganado y las personas para resguardarse del granizo, puesto que algunos creyeron lo dicho, y tuvieron temor de la palabra de Jehová (v.20). El éxito de la oración de Moisés (v.33). Faraón quedó consternado con esta plaga y aparentemente se había humillad, como se condena él y su pueblo. "He pecado esta vez a Jehová y es justo, pero volvió a endurecer su corazón”.
Doctrina de la Lección.
Las plagas que Dios envió a Egipto tenían como propósito revelar que Jehová cuida de su pueblo, así como demostrar que su poder es superior al de los dioses egipcios (Éx.9.16). Ahora, con la séptima plaga, estas comenzaron a ser más severas, poniendo en riesgo la economía del país (Éx.9.25, 31). Moisés extendió su vara al cielo, generándose una descomunal tormenta eléctrica con abundante y enormes granizos (Éx.9.24), que hirió a los hombres, bestias, hierba y árboles expuestos en el campo, de lo cual Gosén, donde habitaban los israelitas, fue librado. Faraón manifestó un efímero arrepentimiento que se esfumó junto con la tormenta, agravándose más su corazón en contra de Dios.
BOSQUEJO: “La Séptima Plaga”
Propósito:
Enseñar que en esta séptima plaga Jehová envía directamente del cielo tal destrucción al campo y los animales que prácticamente los egipcios se quedaron sin alimentos y siendo testigos del poder portentoso del Dios de los esclavos.
Enseñanza Toral:
Jehová Dios tiene tal poder que puede en un momento destruir toda su creación, incluyendo al hombre, sin embargo, Él muestra aún en sus juicios su gracia y su misericordia dándole tiempo al ser humano para que reflexione en sus caminos y se arrepienta de todos sus males que obra.
Introducción:
Hasta este punto los egipcios han sido castigados con diversas plagas que no han afectado directamente a lo más indispensable del ser humano, la alimentación; hoy veremos y estudiaremos como el Señor Todopoderoso irá incrementando las plagas con mayor desgracia para toda la economía de Egipto.
I. Anunciada por el Señor, vv. 13-21
a) Dios envía nuevamente a Moisés a que le hable al corazón endurecido de Faraón, les había dado un tiempo para que se sanasen de sus tumores. Ya curado Faraón, se presenta muy temprano Moisés a hablarle y anunciarle por séptima vez un castigo más. La demanda seguía siendo la misma; Faraón tenía que doblegarse ante el Dios Jehová y conceder la única petición del pueblo esclavizado. Lo único que Dios demanda a los duros de corazón es que se arrepientan y vuelvan sus ojos a Él, no hay otra petición de parte de Dios (Mt. 4.17).
b) Lo que Dios hará ahora con Faraón y su pueblo será tan celebre que se dará a conocer por todos los siglos, no solo plagas físicas, sino aún espirituales; Faraón fue un ejemplo vívido de todos aquellos que viendo la mano poderosa del único y verdadero Dios, Creador y Sustentador de la toda la creación y Dador de la vida humana, se entercó y endureció su corazón de tal forma que su pesado corazón fue solo para mostrar en él toda la ira y juicios que Dios envío a ese pueblo idólatra, mundano y hechicero con todo el poder majestuoso del Dios verdadero (Ro.9.17). Solamente por la misericordia y por los propósitos que Dios Jehová tenía para él, para los egipcios y para el pueblo de Israel, que Faraón seguía todavía con vida, para que el nombre de Jehová fuera proclamado por siempre (Sal.104.29, 30). Dios sabe el propósito de vida de cada uno, sin embargo, nos deja que tomemos nuestras propias decisiones, que entendamos su voluntad y actuemos conforme a sus demandas, cada hombre es responsable de sus actos y decisiones con relación a Dios (Dt.30.11-16; Ro.10.6-10).
c) Le indica que mande a resguardar todo lo que se encuentra en el campo, hombres, animales y se pongan a salvo ya que el granizo será tan grande que destruirá todo, a más de ello irá acompañado de truenos. En Egipto llueve muy poco, sobre todo en el bajo Egipto ya que es una zona desértica, y aunque no les era extraño el granizo, serían testigos de tal granizada cual nunca habían visto. Los funcionarios y siervos de Faraón que hicieron caso y no dudaron de las palabras de Moisés, resguardaron todas sus pertenencias, los que no obedecieron y fueron incrédulos, sufrieron las consecuencias de su rebeldía a la voz de Jehová.
II. El granizo en Egipto, vv. 22-26
a) Sin previo aviso de tormenta, Moisés extendió su vara al cielo como Jehová se lo ordenó e inmediatamente cayó la tormenta de granizo, fuego y truenos, tal fue la impresionante tormenta que quedó grabada cual nunca se había dado en la tierra de Egipto desde su fundación. Estas tormentas son excepcionales, y fue enviada en contra de los dioses del aire Isis, Shu, diosas protectoras de las tormentas, las cuales quedaron totalmente inutilizadas por el poder inmenso de Jehová (Is.44.10-20).
b) Mezclado con fuego. Lo más impactante es que el granizo estaba mezclado con fuego, y estas manifestaciones de la ira de Dios se mencionan constantemente en su Palabra (Sal. 18.12-15; 50.3, 4; 77.16-20), destruyendo todo lo que había en el campo, animales, hombres, hierba, y desgajando los árboles, quemando y destruyendo todo, dejando a todos con gran temor y desolación. Los egipcios que hicieron caso a la advertencia de Moisés salvaron de morir a sus siervos y animales, ya que muchos de ellos reconocían el poder del Dios de los hebreos (Dn.3.29, 6.26, 27).
c) El único lugar que se salvó de tan gran destrucción fue la tierra de Gosén, la tierra donde habitan los israelitas, protegiendo una vez más Jehová Dios a su pueblo (Sal.76.7-12). Esto fue para demostrar tanto a egipcios como hebreos que Él es el Dios Todopoderoso y que si los hebreos esclavos estaban a salvo de las plagas era porque Él así lo había determinado, para que todos lo conocieran y se humillaran ante Él. Dios sigue utilizando su creación para traer juicios sobre los moradores de la tierra, para que se arrepientan y crean en Él (1ª Ti. 2.4).
III. El aparente arrepentimiento de Faraón, vv. 27-35
a) Con esta plaga tan tremenda y destructiva, Faraón por vez primera, reconoce sus faltas y pecados, por muy duro y soberbio que se muestre el hombre, siempre se va a doblegar ante Dios con las manifestaciones de su poder a través de la naturaleza. Hizo llamar a Moisés y Aarón y angustiado expresó: “Jehová es justo…” El medio y la impotencia de no tener el poder suficiente para clamar o desaparecer los desastres naturales, llevan al ser humano a reconocer que hay una deidad, tan poderosa capaz de hacerlo (Mr. 4.39-41). Faraón reconoció esto, así como también la condición de injusticia e impiedad con que actuaba todo su pueblo contra los hebreos. Rogando orar a Jehová su Dios para que esta tormenta y granizada fuera quitada inmediatamente. Solo la súplica de Moisés podría hacer tal portento ya que su Dios los oía. Prometió en su angustia y temor dejarlos ir, como ya lo había hecho en otras ocasiones.
b) Moisés le indicó que en cuanto él saliera de la ciudad levantaría sus manos al cielo, en señal de que su Dios tiene poder en el cielo, pero también en la tierra, y los truenos, granizo y fuego cesarían inmediatamente (Dt.10.14; Sal 24.1). Como intercesor Moisés no se negó a cumplir con la petición de Faraón, que bien lo pudo hacer, pero sabía que faraón necesitaba de esta gracia de su Dios, no debemos dejar de interceder por lo impíos ya que el Señor tiene propósitos para con ellos (1º S.12.22; Lc.23.34). También le hizo ver que él entendía que su arrepentimiento era fugaz, en cuanto cesaran los truenos y el granizo volvería a endurecer su corazón. Cuantos impíos hay en este mundo que actúan tal cual Faraón, haciendo promesas sin pensar, llevados únicamente por el temor de la muerte que sienten en ese momento. Fue pues dañado el lino y la cebada y preservados el trigo y el centeno ya que eran tardíos; esta plaga tuvo lugar aproximadamente en el mes de febrero, es decir al final del invierno. Los egipcios sufrirían de qué vestir y de hambre, ya que los cereales se escasearían en lo subsiguiente.
c) En cuanto Faraón se vio liberado de tan terrible plaga, él y sus siervos endurecieron nuevamente su corazón, fue obstinado en continuar pecando contra el Dios Jehová, al cual estaba conociendo, contra sus voceros Moisés y Aarón, y contra su pueblo. Cuán duro es tratar con estos corazones que cuanto más conocen el poder del verdadero Dios, más se entercan en no reconocerlo y continúan en su necedad (Pr.29.1). No cumplió su promesa de dejar ir a los israelitas, Jehová como Dios conocedor de los pensamientos e intenciones de Faraón ya se lo había hecho saber a Moisés. Nada se oculta ante la vista de Dios (1º S.16.7; 1º Cr.28.9; Sal7.9) ¡Qué pesado fue Faraón para Moisés y Aarón!
Conclusión:
Las plagas poco a poco fueron subiendo de intensidad y destrucción para toda la nación egipcia, no solo Faraón sino también sus siervos y súbditos endurecieron de tal forma su corazón, que no les importó la destrucción física, económica, y política de su nación. No seamos necios y rebeldes a la voz de Jehová Dios, ya que si lo hacemos sufriremos graves consecuencias.
CATECISMO MAYOR
Pregunta 155
¿Cómo es hecha eficaz la palabra para la salvación?
El Espíritu de Dios hace de la lectura de la Palabra, y especialmente de la predicación de ella, un medio eficaz para iluminar,[1] convencer y humillar a los pecadores,[2] sacándolos de sí mismos y conduciéndolos a Cristo,[3] conformándolos a su imagen[4] y subyugándolos a su voluntad;[5] fortaleciéndolos contra las tentaciones y corrupciones, [6] edificándolos en su gracia[7] y afirmando el corazón de ellos en santidad y consuelo por medio de la fe para salvación.[8]
[1] Neh.8.8; Hch.26.18; Sal.19.8; [2] Jer.23. 28, 29; He.4. 12; Ro.8.16; 1 Co.14.24, 25; 2 Cr.34.18, 19, 26-28; [3] Hch.2.37, 41; 8.27-30, 35-38; [4] 2 Co.3.18; Col.1.27 [5] 2 Co.10.4-6; Ro.6.17; [6] Mt. 4.4, 7, 10; Ef.6.16, 17; Sal. 19.11; 1 Co.10.11; Col. 1.18 [7] Hch.20.32; 1 Co.9.9-11; Ef.4.11, 12; 2 Ti.3.15-17; [8] Ro.16.25; 1 Ts.3.2, 10, 11, 13; Ro.1.16; 10.13-17; 15.4.
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO | “La Séptima Plaga” Éxodo 9.13-35
1. Viene sobre Egipto después de la demanda acostumbrada: “deja ir a mi pueblo”
2. Dios le hace una seria advertencia a Faraón acerca de sus plagas
3. Dios tiene el propósito de que todos reconozcan que Él es incomparable
4. Dios manifestó su poder sobre Faraón y sobre Egipto para que su nombre fuera proclamado en todas las naciones
5. Por primera vez Faraón confiesa su culpa, pero no de forma sincera
Cuestionario
1. ¿Cuál fue la séptima plaga?
2. ¿Cuál fue la advertencia de Dios a Faraón?
3. ¿Cuál era el propósito de las plagas?
4. ¿Cuál fue el resultado de los que temieron la Palabra del Señor?
5. Ante la gravedad de la plaga, ¿qué hizo Faraón?
Enseñanzas Prácticas
1. El Señor usó a Faraón como ejemplo, para todos los que decidan resistirse a su poder. Las señales que Dios había obrando en Egipto servirían para que su nombre fuera proclamado en todas las naciones. “¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas!” (Daniel 4.3).
2. Faraón confesó su culpa por primera vez, pero las palabras: “He pecado esta vez” ponen en duda todo lo que dijo. Como la de muchos, la confesión de Faraón solo fue superficial y sin arrepentimiento. Amados hermanos, es necesario que, para recibir el perdón de nuestros pecados, nuestro arrepentimiento sea verdadero.
ILUSTRACIÓN. El juicio de la séptima plaga
Debido a que se originó en el cielo, la deidad más prominente desacreditada por esta plaga fue Nut, la diosa del cielo. A menudo se le representa en el arte arqueada sobre la Tierra, con su cuerpo pintado de estrellas. Pero Nut no fue el unido dios egipcio desprestigiado por esta plaga. ¿Dónde estaba Shu, el dios del aire y sostenedor del cielo? ¿Por qué no detuvo esta devastadora tormenta? ¿Y dónde estaba Horus, la deidad con cabeza de halcón, tercer miembro de la trinidad egipcia y dios del alto Egipto? ¿Y Seth, dios de las tormentas y protector de las cosechas? ¿O Neper, dios de las cosechas de grano? ¿U Osiris, el gobernador de la vida y la vegetación? Es lamentable que muchos, al ver los truenos de los juicios divinos, aparentan una conversión a Cristo Jesús; pero cuando pasa la tormenta, su corazón se endurece aún más.