PARA LOS NIÑOS: “Eliú Justifica su Derecho de Intervenir”
Propósito:
Motivar a los niños a adquirir la sabiduría divina contenida en las Sagradas Escrituras.
Introducción:
Job había concluido su defensa, y sus amigos callaron, seguros de que nadie podía convencerlo de lo que ellos consideraban su error. En ese momento repentinamente apareció un personaje nuevo, el joven Eliú. No había noticias antes acerca de él, y después de su intervención no reapareció su nombre en el libro. Entró y desapareció fugazmente. Pero encontramos un gran mensaje en el discurso a los tres amigos de Job, porque Eliú justifica su derecho de intervenir.
I. El Silencio de los Amigos de Job, vv. 1-5
Termina la conversación entre Job y sus tres amigos, porque no había nada que reprochar a Job. Pero un joven llamado Eliú, hijo de Barachêl, Bucita, de la tribu árabe de Buz Jeremías 25:23, de la familia de Ram, que es desconocida. Escuchaba las conversaciones entre Job y sus tres amigos. Eliú (cuyo nombre significa mi Dios es Él) se enojó con Job porque pretendía tener razón ante Dios y se justificaba, también se enojó con sus tres amigos por no poder responder adecuadamente a Job. Quien busca la verdad no deben rechazar lo que es justo y bueno en ambos bandos, ni aprobar o defender lo que está mal.
II. La Falta de Sabiduría de los Viejos, vv. 6-14
Por considerar que era joven no quiso interrumpir los discursos de Job y sus amigos, sólo se dedicó a escuchar con cuidadosa atención sus razones, pero llegó el momento en que ya no pudo contenerse más y entonces es cuando interviene para decirles que los hombres de mucha edad no siempre disciernen lo que es justo, y que Dios puede dar entendimiento a un hombre tan joven como él. Acusa a los amigos de Job de no presentar razones que puedan convencer, por esta razón se ve impulsado a hablar, y promete que lo hará sin dar preferencia ni usar halagos.
III. Con Imparcialidad y Sinceridad, vv. 15-22
Los amigos de Job desconcertados por lo que Eliú les dijo, se quedaron sin palabras. Por esta razón Eliú se atrevió a hablar y estaba listo para expresarse. Sentía una urgencia de decirles muchas cosas, porque la sabiduría divina lo impulsaba, Éxodo 31:3; estaba convencido de que la sabiduría que provenía de Dios era superior a la sabiduría experimental o de la vejez. Sus palabras eran “como vino sin respiradero, y como odres nuevos”. El vino en proceso de fermentación, aun en odres nuevos, tenía que tener respiradero o reventaría los odres. Al hablar, dijo que sería sincero; no haría distinción de personas ni rango, y no adularía o alabaría a nadie.
Conclusión:
Niñitos si Dios nos manda a hablar su mensaje no debemos rehusarnos a predicar. Los discursos de Eliú, aunque difíciles de entender son expresiones de extraordinaria hermosura. Eliú enseña que la sabiduría adquirida a lo largo de los años por la experiencia, no es mejor que la sabiduría divina. Niñitos en nuestros días podemos adquirir esa sabiduría divina al estudiar y guardar las Sagradas Escrituras en nuestro corazón.
CATECISMO INFANTIL
Pregunta No. 119
¿Qué rogamos en la quinta petición?
Respuesta:
Que Dios por amor de Cristo nos perdone nuestros pecados y nos dé disposición de perdonar a aquellos que nos han ofendido.