“La Iglesia Floreciente”
Propósito:
Motivar a los niños a permanecer fieles en la fe a pesar de las situaciones difíciles.
Introducción:
Fue durante el segundo viaje misionero de Pablo que la luz del evangelio resplandeció por vez primera en las tinieblas de Tesalónica, Hechos 17.1-10. Después de que Pablo y Silas fueron liberados de la cárcel de Filipos, viajaron a Tesalónica pasando por Anfípolis y Apolonia. Su predicación era que Jesús de Nazaret era el Mesías prometido, algunos judíos se convencieron de esa gran verdad y se convirtieron al cristianismo. Después que Pablo y Silas se fueron, dejaron un grupo de creyentes que estaban instruidos en las doctrinas de la fe y que no fueron desanimados por la persecución que sufrieron.
I. Es Motivo de Gratitud, vv. 1-2
Esta carta comienza con los nombres de tres hombres que habían sido acusados de alborotar el mundo entero. La acusación había sido dada como una calumnia, pero en realidad era un elogio. El apóstol Pablo era el autor de la Epístola, Silvano y Timoteo estaban entonces viajando con él, por lo que incluyó sus nombres. Timoteo es el joven hermano originario de Listra que se había añadido al grupo de Pablo justo antes del viaje a Tesalónica, Hechos 16.1. La carta había sido escrita a la Iglesia de los tesalonicenses que eran creyentes en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. Les saluda deseándoles gracia y paz que son las mejores bendiciones que se pueden gozar en la tierra. La gracia es el favor inmerecido de Dios en cada aspecto de nuestras vidas. La paz es la tranquilidad en toda circunstancia. El apóstol Pablo oraba por los tesalonicenses y le daba gracias a Dios por ellos.
II. En la Eficacia de su Labor, vv. 3-4
El apóstol Pablo al orar recordaba la fe de los tesalonicenses, el trabajo que realizaban con amor y su constancia en la esperanza de salvación desde su conversión a Dios. El apóstol estaba seguro de que estos creyentes tesalonicenses eran escogidos de Dios ya antes de la fundación del mundo. La doctrina de la elección enseña que Dios escogió a ciertas personas en Cristo antes de la fundación del mundo para ser salvas, Efesios 1.4. El hecho de que hay personas que finalmente se pierden se debe a su propio pecado e incredulidad. Dios hace una oferta de salvación a todos en todo lugar, el que acuda a Cristo hallará una calurosa acogida. Y como no sabemos quiénes son los escogidos, debemos llevar el evangelio a todo el mundo. Si los hombres se arrepienten y creen en el Señor Jesucristo, Dios lo salvará.
III. En el Poder del Espíritu Santo, vv. 5-6
Los tesalonicenses no habían tratado el mensaje como un mero discurso religioso, habían recibido el evangelio con poder del Espíritu Santo y en plena certidumbre: (1) En poder. El mensaje obró en sus vidas produciendo convicción de pecado, arrepentimiento y conversión. (2) En el Espíritu Santo. Esta convicción había sido producida por el Espíritu Santo. (3) En plena certidumbre. Pablo predicó con gran confianza el mensaje. Los tesalonicenses lo aceptaron con plena certeza de que era la palabra de Dios. Pablo les recuerda ahora su propia conducta mientras estaba con ellos. No sólo predicó el evangelio, sino que vivió una vida de buen testimonio. El mejor sermón es una vida santa. Debemos decir como Pablo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11.1.
Conclusión:
Niñitos observemos que los tesalonicenses habían recibido la Palabra en medio de gran tribulación, y recibieron la palabra con gozo, de tal manera que imitaban al Señor y a los apóstoles. Externamente había tribulación, internamente, había gozo. ¡Una asombrosa combinación! Para el hombre del mundo es imposible experimentar gozo y aflicción a la vez; pero el cristiano tiene gozo del Espíritu Santo aun en circunstancias difíciles, Salmo 46.1, 7. Nosotros al igual que los tesalonicenses debemos permanecer fieles a pesar de las tribulaciones o pruebas.
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 53
¿Qué vida llevó Cristo en este mundo?
Respuesta:
Una vida de pobreza y padecimiento.
