PARA LOS NIÑOS: “El Dolor Incesante de Job”
Propósito:
Mostrar a los niños que Job en su dolor sentía la necesidad de un abogado redentor e intercesor, y que solo Jesucristo puede ser ese Abogado, Redentor e Intercesor entre Dios y el hombre.
Introducción:
Job responde a su amigo Eliphaz por segunda vez, para defenderse, esto no tenía que haber sido así, porque los tres amigos habían venido como consoladores de Job; pero en lugar de consolarle, estaban debatiendo con él, tratando de derrotarlo, con argumentos repetitivos, en realidad ellos no estaban ganando la discusión y provocaban el dolor incesante de Job.
I. Por el trato duro de sus amigos, vv. 1-5
Job les dijo a sus amigos, no me habéis dicho nada nuevo, todo ya lo sabía, ustedes son unos consoladores molestos. Estos hombres en lugar de ser amigos, terminaron siendo rivales en medio de un debate. Job rechaza el consejo de sus amigos por ser ineficaz y molesto, en lugar de consolación le habían provocado más sufrimiento y tristeza. De las pruebas que vinieron a Job, el tener que aguantar la supuesta “consolación” de los amigos resultó ser lo más severo. Les dice que, si ellos estuvieran en su lugar, no serían tan severos, no lo tratarían como lo están haciendo, al contrario, lo consolarían para calmar su dolor. Santiago 5:11 hace referencia a la paciencia de Job, porque era muy paciente no solo por soportar la enfermedad, sino también a sus amigos.
II. Por su deplorable estado, vv. 6-17
El mayor quebranto de Job no era por la forma en que sus amigos le trataban; lo más terrible para él, era sentirse abandonado por Dios. Porque Job sentía que Dios le atacaba y torturaba, decía que Dios le había arrugado y su testigo era la delgadez que tenía, en otras palabras, su aspecto era como de un hombre prematuramente envejecido, cuyo aspecto era deplorable. Job clasificó a sus amigos como impíos, en realidad no merecían el título de amigos, porque le trataron como a un enemigo. Job decía que Dios le había entregado al mentiroso y le hacía estremecer en las manos de los impíos, recordaba su prosperidad desmenuzada. Expresaba de forma figurada que le habían arrebatado por la cerviz, para despedazarle. Job estaba en lamento permanente, su rostro estaba mojado por el lloro, a pesar de no haber iniquidad en sus manos y de que su oración era sin pecado.
III. Lo motiva apelar a la justicia divina, vv. 18-22
Job pide a la tierra que no cubra su sangre, porque Job cree que pronto morirá y su sangre, como la de Abel clamará desde la tierra para venganza, “La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” (Génesis 4.10b). En medio de su amargura, Job pensaba: "Alguien debe haber en el cielo que declarare en mi favor, que defienda ante Dios mis pensamientos". Job tenía la grande necesidad de un abogado, redentor e intercesor que llevara su causa frente a Dios. Job sabe que su defensor vive y que le verá con sus propios ojos, aunque muera (Job 19.25-27). Este deseo se cumple en la obra sacerdotal de Jesucristo, el cual ha entrado en el cielo para presentarse por nosotros ante Dios. Y Él mismo es nuestro intercesor "… abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo;" (1 Juan 2.1).
Conclusión:
Niñitos es sorprendente ver como Job comprendía la necesidad de un Redentor; en medio de sus sufrimientos no era ignorante, y veía con esperanza la presencia de un intercesor entre Dios y él. Niñito ven a Cristo Jesús solamente Él puede ser tu Abogado Redentor.
CATECISMO INFANTIL
Pregunta No. 104
¿Qué utilidad tienen pues para nosotros los diez mandamientos?
La de enseñarnos nuestros deberes y la necesidad que tenemos de un Salvador.
