PARA LOS NIÑOS: “La Brevedad de la Vida”
Propósito:
Motivar a los niños a vivir agradando a Dios y a prepararse para el momento de partir de este mundo.
Introducción:
Nadie sabe cuánto tiempo vivirá, por esa razón tenemos la grande responsabilidad de hacer fructífera nuestra existencia y prepararnos para morir. Las Sagradas Escrituras nos ilustran que la vida del hombre es tan breve que la compara con la flor del campo, con el vapor y dice que es como un sueño; por lo tanto, debemos de aprovechar nuestros días trayendo al corazón sabiduría (Salmo 90.12). Teniendo en cuenta la brevedad de la vida.
I. Determinada por Dios, vv. 1-5
El hombre es corto de días y lleno de amargura, desde que la muerte entró como consecuencia del pecado, los vicios e inmoralidades han destrozado a la humanidad, el ser humano se llena de enfermedades y debilidades que se transmiten por generaciones; trayendo como resultado cada día la disminución de los días de vida. El hombre se enfrenta a una lucha diaria para poder sobrevivir, porque en cualquier momento puede ser cortado, como una hermosa flor que es cortada y se seca. Sobre este ser tan pequeño, insignificante y frágil como es el hombre, Dios abre sus ojos constantemente mirando todos sus actos, para llamarlo a juicio (Job 34.21, Proverbios 15.3). Dios sabe perfectamente que el hombre es un ser inmundo y que por sus propios esfuerzos nunca será limpio de su maldad, solo el Creador en su misericordia puede limpiarle. El Señor conoce cuanto tiempo vivirá cada persona, Él sabe el día y la hora que dejaremos de vivir, determinó el tiempo de vida de cada hombre y nadie podrá rebasar ese límite puesto por Dios, nadie morirá ni antes ni después.
II. Ante la realidad de la muerte, vv. 7-12
Job sugiere que un árbol tiene más esperanza que él, porque si es cortado vuelve a surgir. La enseñanza sobre la vida, la inmortalidad del alma y la resurrección del hombre, aparecen en el Antiguo Testamento muy escasamente, pero poco a poco va aumentando y precisando hasta llegar a la completa revelación en el Nuevo Testamento, para ilustrar que hay otra vida más allá de la muerte, Job presenta la comparación del árbol que se corta y de que en sus raíces surgen retoños que crecerán nuevamente y hará copa nuevamente como planta. Así el hombre muere y se va a un lugar desconocido, pero volverá a vivir. Lo que se va no es el cuerpo que se corrompe, sino el alma que es la parte inmortal del hombre. Pero el hombre no volverá a vivir hasta que resucite; cuando todo sea purificado, habrá cielos nuevos y tierra nueva (2 Pedro 3.10-13); en ese precioso lugar donde no habrá enfermedad “Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas” Apocalipsis 21.4.
III. Demanda preparación, vv. 13-22
Job desea que Dios lo esconda en el sepulcro hasta que su ira se termine, ya que tiene presente cada pecado suyo. Job hace cuatro cosas: 1) Pide que se le muestren sus pecados. 2) Describe lo breve que es la vida humana. 3) Se desespera ante lo irremediable de la muerte, pero recobra aliento en la esperanza de otra vida. 4) Se duele de su situación presente. Formula una pregunta muy importante: si el hombre muere, ¿volverá a vivir? nuestro Señor contesta la pregunta en San Juan 11.25-26 “Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”. Aún en la muerte Job sabía que Dios iba a llamarle y él respondería a ese llamado.Tan inevitable como la erosión en la naturaleza es el decaimiento del hombre bajo las pruebas. Su cuerpo sufre de dolor y su alma se llena de tristeza, pero la muerte no es el final de todo, porque en Cristo hay vida eterna, así lo expresó más adelante en Job 19.25-27.
Conclusión:
Niñitos disfrutemos de la vida que el Señor nos ha dado, viviendo de manera que le agrade, porque nuestra vida es un don que Dios nos ha concedido con el propósito de glorificarle. Lo corto de la vida, tal como la Biblia lo expresa y la experiencia cotidiana lo presenta, debe conducirnos a una buena preparación para nuestro encuentro con Dios. Niñito ¿Ya estás preparado para aquel día cuando tengas que encontrarte con el Señor? Si no es así te invito a que recibas al Señor Jesús como tu único y suficiente Salvador.
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 102
¿Qué nos enseña el décimo mandamiento?
A contentarnos con nuestra condición.