“La Vestidura del Cristiano”
Propósito:
Invitar a los niños a vestirse como cristianos verdaderos.
Introducción:
Reconocemos fácilmente a un militar, enfermero, médico o bombero por su vestimenta y sus elementos que lo conforman. Asimismo, un cristiano debe ser reconocido por una vestimenta espiritual que le hace diferente y lo lleva a cumplir con los propósitos de Dios para su vida. Esta vestimenta que nos identifica como cristianos la necesitamos para afrontar la vida diaria.
I. Renueva al Hombre Conforme a la Imagen de Dios, vv. 10-11
Los creyentes no sólo hemos quitado el viejo hombre lleno de pecado de nuestra vida, sino que nos hemos revestido del nuevo que vive en santidad, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta llegar a la perfección. Hay una nueva creación en nosotros, por eso somos nuevas criaturas y el propósito de Dios es que este nuevo hombre crezca siempre más y más a semejanza del Señor Jesucristo. Él es nuestro ejemplo y la regla de nuestras vidas. En la nueva creación a la que ha estado refiriéndose el apóstol no hay ya distinción entre griego y judío, siervo y libre, sino que Cristo es todo en todos. Las diferencias de nacionalidad, religión, cultura y nivel social son cosas que no cuentan. Delante de Dios, todos los creyentes están a un mismo nivel, y en la Iglesia todos son iguales redimidos por Cristo Jesús.
II. Sus Características, vv. 12-14
El apóstol Pablo le dice a los colosenses que se vistan como escogidos de Dios, esto quiere decir que actúen como nuevas personas que viven lejos del pecado en santidad y amor, siendo misericordiosos (de corazón compasivo); benignos (aquellos que hacen bien); humildes (aquellos que reconocen sus debilidades); mansos (los que dominan la ira o enojo); tolerantes (aquellos que soportan todo). El apóstol también les recomienda que como todos los hombres son diferentes y no piensan igual en la Iglesia, los hermanos deben ser pacientes soportándose y perdonándose unos a otros “si alguno tiene queja del otro”, así como Cristo nos perdonó, así debemos perdonar a nuestros hermanos. El amor es el mejor vestido que debemos mostrar a los demás, esto nos llevará a la perfección.
III. Glorifica a Dios, vv. 15-17
Cristo nos ha llamado a gozar de su paz, tanto personalmente como en la iglesia (con todos los hermanos, no solo con los que simpatizamos), y somos responsables de agradecer a Dios por esta paz que nos da y por todas sus bendiciones. Otra de las recomendaciones del apóstol Pablo es que la palabra de Cristo habite ricamente en cada uno de nosotros, y que por medio de ella debemos enseñar y exhorta con salmos, himnos y canciones espirituales (coros), cantando con todo el corazón al Señor. Y la recomendación final en esta clase es que todo lo que se haga, sea de palabra o de hecho, se haga en el nombre del Señor Jesús para su gloria, dando gracias al Padre celestial por nuestro Salvador, este es un deber perpetuo de los que han sido salvados por la gracia.
Conclusión:
Niñitos cuando hablamos de vestimenta pensamos en la talla y el precio, en la vestimenta espiritual del cristiano la “talla” es la que ocupa a nuestra estatura y el “precio” que tenemos que pagar, Cristo lo pagó a precio de sangre por nosotros. La vestimenta del cristiano debe ser blanca “En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.” Ecclesiastés 9.8. Niñito ¿Estás vestido como escogido de Dios? ¿Son blancos tus vestidos?