Lección 39, Septiembre 25 de 2022
- Admin
- 3 sept 2022
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PARA LOS NIÑOS: “Jacob Recibe la Bendición”
Propósito:
Enseñar a los niños que Dios puede cumplir sus promesas y que no es necesario que nosotros actuemos con medios ilícitos para lograr sus propósitos en nuestra vida.
Introducción:
Esta lección nos enseña la manera en que Jacob y Rebeca se pusieron de acuerdo para obtener de Isaac la bendición que tenía reservada para Esaú. Jacob anhelaba recibir esa bendición de su padre, porque Dios había prometido a su madre que el hijo mayor serviría al menor (Gn.25.23), por lo que la bendición ya le pertenecía a él. Sin embargo, Jacob y Rebeca no creyeron aquella promesa de Dios por eso trataron de hacer las cosas a su manera. Es evidente que Isaac, su padre, tampoco la creyó, porque si no, no hubiera tratado de pasar por alto a Jacob, prometiéndole la bendición a Esaú. La Palabra de Dios se había expresado con claridad y aunque Dios no aprobó lo que hicieron Jacob y Rebeca, finalmente Jacob recibe la bendición.
I. Ante el Llamado de su Padre, vv. 1-5
Isaac entiende que por su edad y por su condición de haber perdido la vista había llegado el momento de bendecir al hijo mayor. Por esta razón llama a Esaú y lo instruye para que vaya a cazar un animal del campo y le prepare su comida favorita (que Esaú sabía preparar). El propósito de esto era identificarlo para trasmitirle la bendición como primogénito, (ya que Isaac ignoraba que Esaú había vendido su primogenitura por un plato de lentejas). La bendición era el instrumento por el cual se transmitía de una generación a otra, estas tres cosas: 1) ser el principal de la familia. 2) la herencia material y 3) la herencia espiritual. En la familia patriarcal la bendición incluía la transmisión de las promesas de Dios. Por costumbre legal le correspondía esta bendición al hijo mayor. Esaú se dispone a cumplir el pedido del padre, pero Rebeca había escuchado todo y comenzó a planear como obtener esa bendición para Jacob.
II. Conforme al Plan de Dios, vv. 6-25
Rebeca informa a Jacob acerca de la intención de Isaac de dar la bendición a Esaú; y le dice que ella preparará el guisado favorito de Isaac y que él lo lleve a su padre haciéndose pasar por Esaú. Aunque Rebeca conocía muy bien la receta de dicha comida, Jacob resiste la propuesta por el peligro al que se exponía. Las diferencias físicas entre los dos hermanos eran muy marcadas; Esaú era velloso y Jacob lampiño, y aunque el padre era ciego, tenía otros medios de descubrir el engaño. Jacob teme que Isaac al descubrir el engaño lo maldiga, pero Rebeca insiste asumiendo que si eso sucede la maldición sería para ella. Rebeca prepara la comida para satisfacer el requisito de Isaac y también disfraza a Jacob para que pueda parecerse físicamente a Esaú, le pone piel de cabrito sobre las partes descubiertas y lampiñas de Jacob y lo viste con la ropa de Esaú para que Jacob tuviera el olor característico de su hermano. Porque Isaac solo podía oler y tocar, al haber perdido la vista. Es así como Jacob usurpa a Esaú y le ofrece a Isaac el potaje favorito para que coma y le bendiga ¡Qué gran mentira la de Jacob al hacerse pasar por Esaú! engañando de esa manera a su padre. Con el tiempo también Jacob fue engañado por Labán, porque “… con la medida con que medís, os volverán á medir” (Mt.7.2b)
III. De su Padre Isaac, vv. 26-29
El requisito del potaje favorito estaba cumplido; Isaac estaba convencido de que Jacob era Esaú, por esta razón Isaac le dice: Acércate y dame un beso hijo mío. Y Jacob se acercó y le besó; y olió Isaac sus vestidos, y le bendijo diciendo: “Mira, el olor de mi hijo como el olor del campo que Jehová ha bendecido: Dios, te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra, abundancia de trigo y de mosto (es decir que Dios fuera un proveedor generoso de sus alimentos). Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen delante de ti: Sé señor de tus hermanos y que se inclinen a ti los hijos de tu madre: Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren.” Esta bendición contiene una promesa divina de prosperidad material, de poderes políticos en las naciones y la continuidad de la bendición dada a Abraham. Una vez pronunciada la bendición a Jacob, ésta se vuelve irrevocable e intransferible; es decir ya nada, ni nadie se la puede quitar. Es interesante ver que las bendiciones pronunciadas por los patriarcas eran proféticas; se cumplieron literalmente porque estos hombres hablaron por inspiración Divina.
Conclusión:
Niñitos lo que Rebeca y Jacob no entendieron es que, Dios podía sin estos medios pecaminosos hacer que Jacob recibiera la mayor bendición. Es interesante observar que tal bendición, como Dios había indicado anteriormente, ya le pertenecía a Jacob, pero no aprobaría el fraude y el engaño utilizado para obtenerla. Por esta razón con tristeza vemos que después de este acontecimiento, Jacob gozó de poca felicidad en su vida; su hermano quería asesinarlo, por lo cual tuvo que huir de la casa de sus padres; su tío Labán lo engañó y tuvo que servirle por mucho tiempo. Niñitos confiemos en que Dios puede cumplir sus promesas, y no es necesario que nosotros actuemos con medios ilícitos para lograr su propósito en nuestra vida.
CATECISMO INFANTIL:
Pregunta No. 8
¿Cuáles son?
Respuesta:
El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
