PARA LOS NIÑOS: “El Patriarca Isaac”
Propósito:
Enseñar a los niños que las bendiciones de Dios sobreabundan en la vida de sus hijos.
Introducción:
La vida del patriarca Isaac es pacífica, por su prudencia, sin embargo, en ocasiones enfrenta pruebas que le obligan a tomar decisiones equivocadas, y otras acertadas; que muestra la confianza y obediencia a Dios. Recordemos que los humanos nos equivocamos, pero como hijos de Dios siempre en nuestros errores seremos amonestados para no tener consecuencias que lamentar en nuestra vida. Y como las promesas del Señor son firmes, los creyentes siempre recibirán bendiciones de providencia y cuidado; todo esto muestra la Biblia en el desarrollo de la vida del patriarca Isaac.
I. El Señor le Confirma su Pacto, vv. 1-5
A pesar de que Isaac ya había recibido la bendición de Dios después de la muerte de Abraham, por el hambre estuvo a punto de abandonar la tierra de Canaán. Posiblemente en respuesta a la oración de Isaac, Dios se le aparece y le indica claramente que no descienda a Egipto, sino que permanezca en Gerar. El hambre, por otro lado, hacía peligrar la sobrevivencia de la familia, pero en medio de esa situación difícil, Dios le dice que habite en esa tierra y le bendecirá con las siguientes promesas: la posesión de esas tierras, una descendencia incontable como las estrellas del cielo, y el ser instrumento de bendición a todas las naciones de la tierra. Todo lo anterior porque Abraham había obedecido la voz de Dios para guardar sus mandamientos, estatutos y leyes. Isaac obedece a la indicación y permanece en Gerar, confiado en las promesas de Dios y en el cumplimiento de sus propósitos para él y los suyos.
II. Encubre su Relación Conyugal, vv. 6-11
Al vivir Isaac en Gerar surge el temor de que lo mataran los filisteos a causa de la hermosura de Rebeca a quien con seguridad el rey y los hombres codiciarían como candidata a su harén. Ante este temor, Isaac declara que Rebeca es su hermana, un plan de sobrevivencia usado anteriormente por Abraham en dos ocasiones (Gn.12.10-20; 20.1-18). Pero con el correr del tiempo, Abimelech rey de los Filisteos al asomarse por la ventana vio á Isaac jugando con Rebeca su mujer y descubre que era su esposa; ante esto llamó a Isaac y le dijo: Ella es tu mujer ¿Por qué nos dijiste es mi hermana? Isaac le respondió que por miedo a que lo mataran para quedarse con ella. Abimelech le reclama y le dice ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco duerme con ella alguno del pueblo y hubieras traído pecado sobre nosotros. Una vez conocida la verdad, Abimelech con toda energía y autoridad ordena que nadie toque o moleste a Isaac y a Rebeca.
III. Su Alianza con Abimelech, vv. 12-35
Isaac al establecerse en Gerar observó que la tierra era apropiada para sembrar y tuvo una cosecha abundante porque Dios lo bendijo. Isaac en pocos años se engrandeció de tal manera que los filisteos le tuvieron envidia, porque veían que aquel forastero prosperaba cada día, y lo consideraban una amenaza porque se hacía poderoso. Con afán de perjudicarle, llenaron de tierra los pozos de agua para que no tuviera con que dar de beber a su rebaño. El mismo rey Abimelech que le había permitido vivir en Gerar, le ordenó que dejara su tierra porque Isaac se hacía más poderoso. Isaac para evitar conflictos sale de allí y se establece en el valle de Gerar, pero a donde quiera que iba Dios lo bendecía. Lo primero que hizo Isaac fue abrir los pozos de agua que los siervos de Abraham habían cavado y que los filisteos habían cerrado. Isaac se caracterizó por ser un hombre emprendedor y trabajador. También cavó nuevos pozos, pero los filisteos lo despojaban de sus pozos. Isaac prudentemente evitaba conflictos. Después Isaac partió a Beer-seba y allí se le apareció Jehová y le confirmó la promesa de bendición y prosperidad que había hecho a Abraham. Isaac siguió fielmente el ejemplo de Abraham y edificó a Dios un altar. Después Abimelech acude a Isaac en busca de una alianza de paz, porque reconoce que Isaac era un hombre especial para Dios. La alianza se realiza y Abimelech y su comitiva regresan a su tierra. Dios sigue bendiciendo a Isaac porque los criados llegan y le dan la noticia de que habían abierto un pozo y este contenía agua, Isaac le nombró Seba y de allí toma su nombre la ciudad de Beer-seba. La historia bíblica menciona que Esaú al cumplir cuarenta años tomó por mujer a Judith hija de Beeri Hetheo, y a Basemat hija de Elón Hetheo, esto fue causa de conflicto y amargura para Isaac y Rebeca; porque convivir con personas que no tienen el temor de Dios en su corazón es algo terrible.
Conclusión:
Niñitos vemos que la convivencia pacífica es resultado de la intervención de Dios y del empeño del patriarca Isaac en mantenerse en paz con todos. Dios obra con justicia en la vida de sus hijos porque, aunque les cerraban los pozos a los siervos de Isaac, estos siempre encontraban agua al cavar un nuevo pozo, lo cual aseguraba siempre la posibilidad de sobrevivencia en donde quiera que la familia del patriarca se establecía. De esta lección aprendemos que las bendiciones de Dios acompañan a sus hijos por dondequiera que vayan.
CATECISMO INFANTIL:
Pregunta No. 7
¿En cuántas personas existe este único Dios?
Respuesta:
En tres personas.
