Lección 37. Septiembre 11 de 2022
- Admin
- 3 sept 2022
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PARA JÓVENES E INTERMEDIOS: “Los Hijos de Isaac”
Propósito:
Enseñar que Dios continúa cuidando de su pueblo de manera especial.
Introducción:
En esta lección vamos a considerar como Dios siguió cuidando de la raza de la cual vendría el Salvador del mundo.
I. Su Nacimiento, vv. 19-26
a) Isaac oró a Dios porque su mujer era estéril. Los días pasaron y Rebeca no podía tener hijos, por lo cual oro Isaac a Dios y su oración fue contestada por Dios, y Rebeca quedó encinta.
b) Dios le revela a Rebeca que en su vientre se gestaban dos pueblos. Rebeca conoce de parte de Dios que había engendrado dos hijos, pero que habría una rivalidad aun desde el seno materno.
c) Nacen Esaú y Jacob. Estos son los dos hijos de Isaac, que aun desde el vientre y al momento de nacer ya traían pleito, aun en el momento de nacer.
II. De Personalidad Contrastante, vv. 27-28
a) Esaú era hombre de campo. Cada ser humano Dios lo hace único, vemos el carácter de hombre de campo, rudo, de campo y diestro para la caza.
b) Jacob era varón tranquilo. Era Jacob más hogareño, más quieto, nada que ver con la forma de ser de su hermano Esaú.
c) Ambos padres tuvieron su preferido. Mientras Isaac prefería a Esaú, Rebeca prefería a Jacob, acción que provocó rivalidad entre ellos.
III. Negociaron la Primogenitura, vv. 29-34
a) Esaú le vende su primogenitura a Jacob. Al llegar cansado y con hambre Esaú, pide del guiso que Jacob había preparado, este, le dice que sí le dará, si a cambio le vende el derecho de la primogenitura; En aquellos días el primogénito le tocaba el doble materialmente hablando, espiritualmente también tomaba el liderazgo (Dt.21.17).
b) Esaú menosprecia la bendición de la primogenitura. Esaú dice: Para que quiero esta bendición, si algún día me voy a morir, adelante, dame el guiso a cambio de la primogenitura.
c) Con esto se continuaba con la rivalidad entre ellos. Esaú por permisión divina perdió su primogenitura por un plato de lentejas; tengamos cuidado, no hay más grande bendición que ser llamados hijos de Dios por la fe en Cristo.
Conclusión:
Amados jóvenes, Dios nos hace diferentes los unos de los otros que nuestra forma de sea sabia para no perder la bendición de Dios. Amén.
