PARA LOS NIÑOS: “Los Últimos Días de Abraham”
Propósito:
Enseñar a los niños que la muerte en Cristo, es la esperanza a una vida eterna.
Introducción:
No cabe la menor duda de que al morir Abraham, además de sus hijos, nietos y demás familiares, también se reunieron muchos vecinos y conocidos, algunos de ellos gente importante de Canaán; para presenciar un sepelio diferente al de ellos, donde hay consuelo de Dios, aunque sea dolorosa la despedida del que parte. Porque cuando un cristiano muere no es una perdida como muchos dicen, sino una partida al hogar celestial o un cambio de domicilio, es ganancia. Por esta razón entre los dolientes hay conformidad con la voluntad de Dios (Job 1.21; 1 Ts.4.13).
I. Sus Descendientes con Cetura, vv. 1-6
El escritor sagrado, Moisés introduce la historia que después de la muerte de Sara Abraham tomó por mujer a su concubina Cetura, sin duda alguna mujer de su propio campamento, que fue la madre de seis hijos del Patriarca: Zimram, Joksan, Medan, Midiam, Ishbak y Sua. Los hijos de Abraham y Cetura no llegan a formar una nación específica, aunque algunos de sus descendientes llegan a formar grupos étnicos bien identificables como las madianitas. Pero Isaac como hijo único de Sara la mujer legítima, escogida por Dios para su pacto, recibió de su padre como herencia todo lo que tenía. Antes de morir Abraham sabiamente había dado a los hijos de sus concubinas, ricos dones, suficientes para emprender sus vidas de manera independiente. El patriarca envió a sus hijos hacia el oriente de la tierra de Canaán, lo que actualmente llamamos Arabia. Todos los árabes son descendientes de Abraham por parte de sus concubinas. Al enviarlos Abraham evitó que al morir surgieran problemas por motivos de herencia entre los medios hermanos.
II. Su Muerte y Sepultura, vv. 7-11
La Biblia dice que Abraham murió en buena vejez, anciano y lleno de días, que quiere decir que tuvo una vida llena de fortaleza, tenía ciento setenta y cinco años cuando falleció, por lo tanto, habían transcurrido cien años desde que Dios lo llamó (Gn.12.1-4). Durante ese siglo peregrinó en la tierra de Canaán y en Egipto; y donde quiera que se establecía daba testimonio de su fe en el Dios vivo y verdadero. Fue respetado y admirado por los demás, quienes lo consideraron un príncipe de Dios por su buen testimonio (Gn.23.6). Se dice que al morir Abraham fue unido a su pueblo, lo cual implica que el alma al morir se desprende del cuerpo y se va a otro lado, donde continuará existiendo conscientemente hasta la resurrección (Stg.2.26; Ec.12.7). Abraham fue sepultado en la cueva de Macpela, por sus hijos Isaac e Ismael. De esto se desprende que después del problema que tuvieron sus madres, ambos hermanos vivieron en paz (Ro.12.18). Isaac fue quien también heredó todas las bendiciones que Dios había prometido a Abraham. Las bendiciones de Dios perduran por generaciones (Gn.17.9).
III. Los Descendientes de Ismael su Hijo, vv. 12-18
Ismael, el hijo de Agar la egipcia, no queda en el olvido, la Biblia nos muestra el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham (Gn.17.20) y a Agar de convertir la descendencia de Ismael en una nación (Gn.21.18). Efectivamente, con el tiempo, la descendencia de Ismael se convierte en una nación identificable étnica, cultural y territorialmente. Sus descendientes son doce, número requerido para la formación de una nación, ellos fueron: Nabaioth, Cedar, Abdeel, Mibsam, Misma, Duma, Massa, Hadad, Tema, Jetur, Naphis, y Cedema. Se indica la organización de los ismaelitas porque son de vida nómada y semi-nómada (es decir formaron aldeas y campamentos). Se especifica el territorio que les fue asignado: desde Havila hasta Shur, es decir un territorio frente a Egipto y en dirección al camino a Asiria en la península de Sinaí. Esta asignación territorial está fuera de Canaán lo que aseguraba la ausencia de disputa territorial con Isaac y sus descendientes. Muere Ismael y fue reunido a su pueblo. Los ismaelitas serán mencionados varias veces en la Biblia, ya que mantuvieron una relación estrecha y muchas veces conflictiva con los israelitas.
Conclusión:
Niñitos Abraham fue sepultado en el campo que había comprado frente a Mamre, uno de sus lugares predilectos de adoración, fue sepultado con Sara su mujer. Abraham fue un anciano consagrado al Señor que dio buen ejemplo, pero que llegado el momento entró en el gozo de su Señor. La muerte de los que han servido fielmente al Señor, es un suceso bendecido por Dios, porque se unen felizmente a la congregación de los que han sido redimidos por Jesucristo. Niñitos la muerte de los cristianos no es el final de la vida, sino un traslado a una vida más plena y abundante.
CATECISMO INFANTIL:
Pregunta No. 5
¿Por qué debes glorificar a Dios?
Respuesta:
Porque Él me creó, me conserva y salva.