PARA LOS NIÑOS: “La Primera Intervención de Bildad”
Propósito:
Invitar a los niños a ser cuidadosos para no juzgar ligeramente a los que sufren, porque podemos equivocarnos.
Introducción:
El nombre Bildad probablemente significa hijo de contención, un significado muy apropiado, ya que este amigo de Job es amante de la controversia. En esta lección aprenderemos que no siempre las personas que sufren descalabros o pruebas terribles son pecadores que reciben el pago de sus fechorías; en el caso del justo Job no había ofendido a Dios, pero si fue sometido a pruebas que demostraron su sincera fidelidad y confianza en el Todopoderoso.
I. Presenta la justicia de Dios, vv. 1-7
Bildad el amigo de Job manifiesta un vivo enojo porque según él, Job trataba de justificarse y negando haber pecado contra Dios, pensaba que Job aparentaba hipócritamente rectitud y fidelidad. Bildad afirmaba que Dios es tan recto que no puede permitir el sufrimiento de nadie a no ser que haya quebrantado sus mandamientos, según su pensamiento: mientras mayor sea la rebelión y los pecados del hombre, mayores serán sus sufrimientos; por lo tanto, si Job sufre es por su pecado, y como sus sufrimientos son terribles de seguro sus pecados también lo fueron. Los hijos de Job según Bildad sin duda habían ofendido tanto a Dios que por esa razón murieron. Bildad exhorta a Job para volverse a Dios de mañana, lo cual también significa en la época temprana de la vida (niñez o juventud); para rogarle al Todopoderoso que le limpie de su maldad, solo así le sanará, prosperará y su principio, es decir lo que poseía antes de los desastres, será pequeño por la abundancia que recibirá de Dios en su postrimería o fin de la vida.
II. Apela a la sabiduría de los antiguos, vv. 8-19
Bildad se apoya en la sabiduría de los viejos para probar su acierto y le indica a Job que puede acudir a los hombres de mayor edad y experiencia, para que ellos externen su opinión sobre quiénes son los que sufren castigo de parte de Dios, si son los rectos o los impíos, y encontrará que todos piensan igual que él, a pesar de que no es un anciano. Así como no es imposible que el junco crezca sin lodo y el prado sin agua, es imposible que el mal y el castigo vengan sobre un justo sin causa alguna. La conclusión lógica es que Job y sus hijos pecaron contra Dios y lo ofendieron en gran manera y por eso Él los castigó. Así razonó Bildad y lo mismo hicieron sus compañeros. Bildad también presenta la advertencia solemne de que todos aquellos que se olvidan de Dios se secarán, y la esperanza del impío perecerá, porque su confianza es como una casa de araña; es decir no tiene fundamento firme, antes es tan frágil que puede ser destruido con facilidad en cualquier momento (Salmo 9.17).
III. Con la esperanza de la restauración de Job, vv. 20-22
Bildad le dice a Job que Dios no desecha al perfecto, pero, ¿Dónde se puede encontrar un hombre perfecto? Romanos 3:10 dice "No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno". No existe un hombre perfecto; aunque lo que en realidad le decía Bildad a Job es que él había llegado a esa situación de dolor, porque era un gran pecador. Esto no le ayudaba en nada a Job en la condición en que se encontraba, las palabras ásperas por la amarga acusación aumentaban su sufrimiento, Bildad no puede convencer a Job porque sus sufrimientos no eran a causa de sus errores o pecados. Bildad defiende la justicia de Dios al decir que castiga al perverso y recompensa al recto, y que, si Job se volvía a Dios de todo su corazón, había esperanza de recibir el favor divino, para que sus aborrecedores fueran confundidos y la habitación de ellos fuera quitada.
Conclusión:
Niñitos no debemos juzgar a la ligera a una persona, porque podemos equivocarnos, como Bildad que cometió un error al decir que Job sufría como consecuencia de sus pecados. Dios es el único que conoce nuestra vida y nuestro corazón, solo Él puede juzgarnos. Debemos pedir como el salmista “Los errores, ¿quién los entenderá? Líbrame de los que me son ocultos” (Salmos 19:12). También oremos por los que sufren y están siendo probados, para que Dios les fortalezca.
CATECISMO INFANTIL
Pregunta No. 96
¿Qué nos enseña el séptimo mandamiento?
A ser púdicos en corazón, en palabra y en comportamiento.
