PARA LOS NIÑOS: “La Prosperidad de Israel en Egipto”
Propósito:
Enseñar que Dios siempre bendecirá de forma especial a los que son suyos.
Introducción:
El libro de Éxodo continua la historia que se narra en el libro de Génesis, pero entre el espacio de estos dos libros y desde la muerte de José hasta el libro del Éxodo han transcurrido aproximadamente trescientos años, y las condiciones del pueblo de Israel ya no son las mismas, pues han quedado reducidos a servidumbre. Los hebreos que contaban con la bendición de Dios como nación se fortalecían y crecía cada día más la prosperidad de Israel en Egipto.
I. Los Hijos de Jacob, vv. 1-4
Recordemos que Jacob también recibe el nombre de Israel (Gn.35.10); sus doce hijos se convirtieron en los fundadores de las doce tribus de la nación de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Issachâr, Zabulón son los hijos de Lea. Benjamín y José los hijos de Raquel. Dan y Nephtalí los hijos de Bilha, sierva de Raquel. Gad y Aser son hijos de Zilpa, la sierva de Lea. Fue importante que los hijos de Israel fuesen llevados a Egipto para vivir allí durante siglos, antes de ser una nación independiente. Porque era necesario la separación de los israelitas de la gente de Canaán, para ser probados en el horno de la aflicción, a fin de estar preparados para heredar la tierra prometida a sus padres y así conocer la grandeza y Omnipotencia del Dios vivo y verdadero.
II. De un Pueblo Pequeño, vv. 5-6
Los setenta hebreos que habían radicado en Gosén se habían multiplicado en centenares de miles. Pero el pueblo israelita, que en el tiempo antiguo gozaba del favor de Faraón, ahora era esclavo y odiado del rey egipcio. La situación política había cambiado radicalmente en Egipto. Los hicsos, fueron un pueblo que habían ocupado el país durante casi dos siglos, pero fueron expulsados, y el Alto y Bajo Egipto se volvió a unificar. Egipto llegó al apogeo de su poderío militar y se inició un gran programa de construcción de ciudades. Una nueva familia de faraones se sentó en el trono egipcio y los servicios que José había prestado a ese país constituían sólo un modesto recuerdo del régimen odiado que había desaparecido. Ya no había gratitud hacia los hebreos en los corazones egipcios.
III. El Crecimiento de la Nación, v. 7
Los egipcios comenzaron a ver como un peligro, el asombroso y sobrenatural crecimiento de la población israelita y se preguntaban si se convertiría Gosén en una vía de entrada para conquistadores extranjeros o quizá harían alianza los israelitas con invasores para derrotar a los egipcios. Por otro lado, Faraón no quería que los hebreos se fueran. Con dureza los obligaría a servir como esclavos, así menguaría en número y a la vez se aprovecharía de ellos para realizar la construcción de obras públicas. Faraón organizó a los hebreos en cuadrillas bajo capataces para que sacaran barro y formaran ladrillos, para la construcción de edificios, canales.
Conclusión:
Niñitos la promesa que Dios dio a Jacob cuando partió de Canaán se cumplió perfectamente tal y como lo menciona Génesis 46.3 Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente. Los hijos de Israel se establecieron en la provincia más fructífera de la fértil tierra de Egipto, y crecieron allí hasta ser una nación grande. El crecimiento extraordinario de la familia de la promesa fue también evidencia de la bendición de Dios, porque de una familia de doce hijos, se formó una nación que conquistaría Canaán. Niñitos recordemos que Dios siempre dará prosperidad a los que son suyos.
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 54
¿De qué manera murió Cristo?
Respuesta:
De la penosa e ignominiosa muerte en la cruz.