PARA LOS NIÑOS: “Abraham, Sara y Abimelech”
Propósito:
Mostrar a los niños la importancia de hablar con verdad y hacer notar que el matrimonio es una institución divina indisoluble.
Introducción:
Abraham se muda de los alrededores de Hebrón hacia el Neguev, al oeste. La mudanza generalmente era ocasionada por situaciones de sequía, temor a la maldad de la gente que habitaba en esos lugares, búsqueda de mejor pastura, intereses comerciales o indicaciones directas de Dios. El Neguev, era una región árida al sudoeste del mar Salado, hacia Egipto. Fue en ese sitio donde Abraham decidió acampar en un lugar llamado Gerar, y como allí el adulterio acarreaba venganza, entonces los hombres pensaban que era mejor matar al esposo para después tomar a la viuda. Y en ese ambiente se desarrolla la historia de Abraham, Sara y Abimelech.
I. La Intervención de Dios, vv. 1-7
La historia bíblica nos dice que Abraham partió para habitar en un lugar llamado Gerar, estando en ese lugar Abraham se enfrentó con una situación difícil, en medio de gente con la cual tenía que sobrevivir. A pesar de que Dios le había dicho que sería su protector (Gn.15.1) sintió temor por su vida y como Sara era una mujer hermosa la presenta como su hermana (Gn.20.12). Abimelech rey de Gerar cuando vio la hermosura de Sara, la lleva a su harén; pero Dios al ver la intensión de Abimelech de tomar a Sara por mujer se le revela en sueños, anunciando que moriría por haberse llevado a Sara siendo una mujer casada. Dios tuvo que intervenir para proteger a Sara, que era tan culpable como su marido al ocultar la verdad, porque una verdad a medias es una mentira. Abimelech hizo protestas de inocencia ante Dios porque él no había tocado a Sara y como esto era cierto, el Señor le ordena que regrese a Sara con su marido, para que Abraham como profeta hiciera oración intercediendo por Abimelech, de otra manera tendría que morir y la muerte alcanzaría todas sus posesiones.
II. La Vindicación de Sara, vv. 8-16
Después de esa noche Abimelech se levantó muy temprano y les contó a sus siervos todo lo que le había sido revelado en sueños y todos se llenaron de temor; también llamó a Abraham y le reclamó por ocultarle que Sara era su esposa. Abraham le dijo que como consideraba que no había temor de Dios en ese lugar, lo matarían para quedarse con su mujer y que era cierto que Sara era su hermana (o media hermana porque era hija de su padre, pero no de su madre) y como Sara era una mujer hermosa habían convenido en decir que era su hermana para evitar que lo mataran. Al aclarar todo Abimelech le dio a Abraham ovejas, vacas y siervos; también le regresó a Sara su mujer para demostrar públicamente su inocencia, al mismo tiempo Abimelech le concede vivir en sus tierras; a Sara le dijo que había dado mil monedas de plata a su marido, porque Abraham era como un velo, que no permitía que otros la vieran; de esta manera es reprendida para no volver a ocultar la verdad. También debemos aclarar que en aquellos tiempos no estaba prohibida la relación de matrimonio entre parientes cercanos, pero con el tiempo Dios previó evitar este tipo de relaciones (Lv.18.9).
III. La Intercesión del Patriarca, vv. 17-18
Dios no podía permitir que alguien más tomara a Sara como esposa, porque ella era el instrumento de una promesa firme, de que tendría un hijo (Gn.18.10). Por esta razón la intervención del Todopoderoso hizo que ninguna mujer en la casa de Abimelech pudiera tener hijos, para que todos se dieran cuenta de que algo malo estaba por suceder y reflexionaran; esto nos hace pensar que cuando hay situaciones difíciles debemos examinar que es aquello que lo está provocando. Sara había estado ya un tiempo considerable en el harén y Dios había extendido la esterilidad de Sara a todas las mujeres. Al final, Abraham oró por Abimelech y por toda su casa, Dios en respuesta sanó a todas las mujeres y les quitó la esterilidad. La intervención de Dios hace posible que una vez más el plan redentor siga adelante, para que de la descendencia de Abraham naciera Jesucristo el Salvador del mundo (Mt.1.1).
Conclusión:
Niñitos ¡Qué humillante para un profeta de Dios recibir una reprensión así de parte de un rey pagano! Decir la verdad a veces es difícil, pero la verdad siempre tiene que pronunciarse, porque las mentiras tarde o temprano se descubren. Niñitos en esta lección aprendemos que el matrimonio es una institución que debe respetarse y cuando una pareja se compromete en matrimonio está haciendo un pacto cuyo testigo principal es Dios, y cuando el pacto es violado o se rompe, es el Señor el que se encarga de castigar a sus transgresores. “Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo” (He.10.31).
CATECISMO INFANTIL:
Pregunta No. 142
¿Qué sucederá a los impíos en el día del juicio?
Respuesta:
Serán echados al infierno.
