Lección 28, Julio 09 de 2023
- Admin
- 28 jun 2023
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PARA LOS NIÑOS: “El Anuncio Profético de Jacob” (I parte)
Propósito:
Enseñar a los niños que las promesas de Dios son fieles y verdaderas, porque su Palabra profética se cumple fielmente.
Introducción:
La bendición patriarcal a la generación siguiente era muy importante, por eso Jacob, antes de morir, reunió a sus doce hijos y los bendijo. La bendición tiene un significado importante porque las obligaciones y privilegios del pacto son transmitidos a la siguiente generación. 1. La bendición es una profecía y su cumplimiento es certero e inalterable. 2. se hace referencia a experiencias y eventos pasados, porque estos afectan la historia de cada tribu, por eso son importantes las decisiones y acciones de cada persona. 3. Se revela el papel político y religioso de cada tribu y aún la asignación territorial que han de recibir. Todo esto según el propósito divino, porque los descendientes de los doce hijos de Jacob, se convertirían en las doce tribus de Israel, por esta razón la Escritura sagrada nos muestra la bendición en el anuncio profético de Jacob.
I. A Rubén, Simeón y Leví, vv. 1-7
Las últimas palabras de Jacob que fueron tanto una profecía como una bendición, pueden ser consideradas como un poema. El patriarca al verse enfermo y de edad avanzada reunió a todos sus hijos para bendecirles, a Rubén (significa ved un hijo) le dijo, “tú eres mi primogénito”, porque representaba su fortaleza varonil y a él le tocaba el lugar de dignidad y poder; con la porción doble de herencia (Dt.21.17). Pero Rubén perdió ese derecho por su pecado con Bilha, la concubina de su padre (Gn.35:22), por esta razón su descendencia nunca fue notable; de sus hijos no hubo ningún juez, profeta o gobernante. En el caso de Simeón (significa que ha sido oído) y Leví (significa unido o ligado) eran el segundo y tercer hijo de Jacob, tampoco heredarían la primogenitura porque estos habían matado cruelmente a los hombres de Sichêm; por esta razón sus tribus serían apartadas y esparcidas en Israel. Esto se cumplió fielmente porque en el tiempo del segundo censo de Números 26, estas dos tribus eran las más pequeñas y posteriormente la tribu de Simeón fue en gran manera absorbida por Judá (Jos.19.9), y la tribu de Leví fue asignada a cuarenta y ocho ciudades por todo el país. Jacob maldijo el enojo de Simeón y Leví, pero no a sus descendientes o tribus.
II. La Bendición a Judá, vv. 8-12
Judá (significa alabanza) recibiría una bendición rica de supremacía y poder; sería alabado y respetado por sus hermanos, a causa de las victorias sobre sus enemigos, ya que con dignidad y valor los sometería. Judá sería el primero en iniciar la marcha de las tribus (Nm.10.14) y tenía la mayor población en el censo de Moisés (Nm.1.27; 26.22). Judá había demostrado un carácter fuerte y noble, cuando propuso vender a José antes que derramar su sangre (Gn.37.26); y se ofreció a su padre como responsable de Benjamín, e imploró a José por su hermano (Gn.44.18-34). El poder de príncipe lo adquirió Judá por su naturaleza fuerte como de león, que, después de haber cazado su presa, asciende a la montaña en el bosque, y descansa allí en majestuosa quietud, sin que nadie se atreva a molestarlo; esto se expresa de manera figurada porque fue Judá el que venció en las guerras del tiempo de los jueces; y alcanzó los éxitos en las batallas de David. A Judá le sería dada la legislatura, y los reyes de Israel pertenecerían a esta tribu, no sería quitado el cetro de Judá (cetro: Vara de metal precioso que usaban los reyes y emperadores como símbolo de su poder y dignidad), hasta que viniera Shilo, es decir hasta la venida gloriosa de Jesucristo el Rey de reyes y Señor de señores, que traería descanso y paz. Jacob termina esta bendición describiendo la abundancia en la tierra de Judá, diciendo que atarían su pollino a una vid escogida y le dejaría comer, ya que el vino sería tan abundante como el agua y habría excelentes tierras de pastura por lo cual también la leche abundaría.
III. A Zabulón e Issachâr, vv. 13-15
La bendición del hijo de Lea, Zabulón (significa morador) fue dada para destacar lo que recibiría. El territorio concedido a la tribu de Zabulón bajo el mando de Josué, se puede afirmar por las fronteras y ciudades mencionadas en Josué 19.10-16, que su heredad no llegaba hasta el Mediterráneo, ni tocaba directamente a Sidón. Dicho territorio realmente se situaba entre el Mar de Galilea y el Mediterráneo, cerca de ambos, pero separado del primero por Nephtalí y del segundo por Aser. Zabulón gozaría de prosperidad por medio del comercio marítimo, pero como el territorio de esta tribu no tenía mar en la época del Antiguo Testamento, esta profecía probablemente tendrá su cumplimiento en lo futuro.
Issachâr (significa recompensa) es comparado con un asno fuerte, satisfecho con descansar en tierra deleitosa, que no tuvo el deseo de pelear por su independencia de manera que fue subyugado por el enemigo. “Como un asno fuerte que se recostó entre los apriscos” (lugar donde se guarda el ganado); para ver que el descanso era bueno, que la tierra era deleitosa; y sirvió en tributo.” La tranquilidad ante el costo de libertad sería la característica de la tribu de Issachâr. La comparación con un asno, es porque este se adaptó a llevar cargas, señalando el hecho de que esta tribu se contentaría con el bien material, se dedicaría al trabajo y a las cargas de la agricultura, y no tendría interés en luchar por gobernar ni por el poder político.
Conclusión:
Niñitos, en el desarrollo de la nación de Israel, hubo doce tribus con asignación territorial y una (Leví) sin asignación territorial. Los dos hijos de José, Manasés y Efraín completan las doce tribus territoriales, pero cuando se habla de las doce tribus, se los unen y ambos representan a José. Niñitos, aunque Jacob junto con su familia disfrutaba de lo mejor de Egipto, nunca perdió la visión de lo que acontecería. Al igual que Abraham e Isaac, Jacob consideraba su vida terrena como un peregrinaje, pues esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios (He.11.9-10). Tampoco se olvidó de las promesas del pacto, de que Israel sería una gran nación y heredaría la tierra de Canaán (Gn.48.3-4). Por esta razón al impartir Jacob la bendición a sus hijos, tenía presente la tierra prometida que ellos heredarían. Niñitos nunca olvidemos que las promesas de Dios son fieles y verdaderas, porque su Palabra profética se cumple fielmente.
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 49
¿Qué prometió Dios padre en la alianza de gracia?
Respuesta:
La justificación y la santificación de aquellos por cuya causa Cristo había de morir.

