PARA LOS NIÑOS: “La Visita de José a su Padre”
Propósito:
Instruir a los hijos a visitar y cuidar de sus padres en su vejez.
Introducción:
José en lugar de buscar para sus hijos los honores de la corte de Egipto, renunció a todo, para compartir el destino de su familia. Por primera vez aparece en esta lección la bendición por medio de la imposición de manos. Como los hijos de José nacidos en Egipto de madre egipcia no habían sido formalmente recibidos en la familia, decide José llevarlos a su padre, recordemos que José tenía derecho de primogenitura por ser el primer hijo de Raquel, por esta razón le correspondía doble porción de herencia. Para recibir esta bendición se lleva a cabo la visita de José a su padre.
I. En su enfermedad, vv. 1-7
Cuando José llevó sus hijos a su padre enfermo, lo hizo para que pudieran ver al patriarca, esto era importante, porque se había agravado su salud, José amaba a su padre en gran manera y por esta razón le visitó para estar con él en esos momentos difíciles. Jacob moribundo hizo un esfuerzo para sentarse sobre la cama y recibirlos. Niñitos los hijos deben visitar a sus padres sobre todo en los momentos críticos de enfermedad. Jacob al verlos recuerda acontecimientos significativos en su peregrinación patriarcal, les comparte su experiencia personal con el Dios Omnipotente y Todopoderoso. Les hace saber esa promesa patriarcal que el Señor le dio cuando le impartió su bendición y le dijo: “He aquí, yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de pueblos: y daré esta tierra a tu simiente después de ti por heredad perpetua”. Dando un trato especial a Ephraim y Manasés, Jacob quiso adoptar a los hijos de José como suyos y al hacer esto, garantizó que la tribu de José recibiría una porción doble de la tierra de Canaán, cuando fuera dividida entre las tribus. Porque Ephraim y Manasés eran los nietos de su amada esposa, Raquel, sepultada en Ephrata en Bethlehem. Así que José recibió la primogenitura con respecto a territorio. La descendencia nacida de José habitaría en los territorios repartidos a Efraín y Manasés.
II. Jacob bendice a los Hijos de José, vv. 8-20
Jacob a causa de su vista debilitada y recordando el engaño que hizo a su padre Isaac, se aseguró bien de que aquellos muchachos fueran los hijos de José. Con manifestaciones de besos y abrazos, realizó el acto legal de adopción expresando su gran satisfacción en poder estar con José y sus nietos. Jacob concede la bendición patriarcal a Manasés y a Ephraim, esta se hizo de la siguiente manera, la mano derecha de Jacob que transmite la “doble porción de la herencia”, reposa sobre la cabeza de Ephraim el menor, y su mano izquierda sobre Manasés el primogénito, no es que Jacob se equivocara, sino que así lo había determinado Dios. De esta manera Ephraim recibe la mayor bendición. Lo mismo había acontecido con Jacob y Esaú (el menor recibió mejor bendición). Tiempo después Ephraim llegó a ser la tribu más prominente, de tal manera que el Reino del Norte, se llamó histórica y proféticamente Ephraim (Is.7.2; Oseas 6.4). José se disgustó cuando Jacob puso su mano derecha sobre Ephraim, pero el patriarca no cambió su procedimiento, porque no actuó por error, tampoco por que tuviera mayor afecto hacía el menor, lo hizo así por el divino consejo. Y aunque pronuncia que el mayor sería un pueblo grande, el menor sería todavía más grande y su simiente numerosa. Ephraim llegó desde luego a ser la tribu dominante entre las diez tribus septentrionales, usando su nombre los profetas para designar a las diez tribus del reino del norte (Is.7.2, 5, 9, 17; Oseas 9.3-16).
III. Recibe la Promesa de una Herencia, vv. 21-22
Jacob anunció que sus descendientes volverían a Canaán, esto lo dijo como un acto de fe, afirmó que, aunque él iba a morir, Dios haría volver a sus descendientes a la tierra prometida. Jacob le dio a José como primogénito de Raquel una herencia superior a la de sus hermanos, le concedió el territorio de Sichêm en Canaán. Tal vez esto se refiere a la zona donde estaba el pozo que llegó a ser conocido como: “la fuente de Jacob” (Jn.4.5-6).
Ellos no tomaban en cuenta la esclavitud en que posteriormente caerían los israelitas, pues la situación en ese momento en Egipto no podía ser mejor para ellos. Jacob heredó una porción de tierra en Canaán a José, porque dijo: “yo te he dado a ti una parte sobre tus hermanos”. José el hijo predilecto de Jacob ahora recibía bienes para su posteridad. Así lo decidió su padre para corresponder su generosidad, por todas las cosas buenas que él y su familia recibían de José. Recordemos que, si los hijos de Jacob tenían un lugar donde vivir y alimento, era por la misericordia que José había tenido para con ellos. José no pagó mal por mal, al contrario, perdonó y benefició a sus hermanos con sus familias. José podía vengarse de sus hermanos en ese momento, tenía todo para hacerlo, pero no fue así, sino que les perdonó todo el sufrimiento que durante trece años había padecido (Ro.12.17-21).
Conclusión:
Niñitos el escritor de la carta a los Hebreos eligió como muestra máxima de la fe del patriarca Jacob la bendición impartida a los hijos de José (He.11.21). Esta historia está llena de escenas familiares que abarcan tres generaciones: el padre, el hijo y los nietos. Se recuerdan eventos pasados, se llevan a cabo acciones presentes y se provee para acontecimientos futuros. La bendición de los padres sobre los hijos consiste en el mejor deseo de que sean prosperados; pero la bendición de Dios es aquella que se prolonga en el futuro por generaciones (Pr.10.22). Los hijos deben visitar a los padres en momentos de enfermedad; y sustentarlos, no deben olvidar todo lo que han recibido de ellos (Pr.23.22; Éx.20.12).
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 48 ¿Qué es la expiación?
Respuesta: La satisfacción que, en lugar de los pecadores, hizo Cristo de la justicia divina por medio de sus padecimientos y de su muerte.