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Lección 36 -Septiembre 06 el 2020

  • Admin
  • 1 sept 2020
  • 2 Min. de lectura

“La Preocupación por la Iglesia”

Propósito:

Enseñar al joven que la preocupación de Pablo por la iglesia le llevaba a ocuparse en el trabajo del cuidado de ella.

Introducción:

Amados jóvenes, la iglesia siempre ha tenido enemigos, tanto sectas, filosofías, herejías, que el adversario utiliza con el deseo de corromper a la iglesia de Cristo.

I. Para que Conozca el Misterio de Dios, vv. 1-3

a) Por ello Pablo estaba interesado en la iglesia. Tenía solicitud por ellos, y por las demás iglesias, porque no fueran mal enseñadas, porque crecieran en el conocimiento y la gracia de Dios.

b) Para que atreves de la sana doctrina fueran fortalecidos. La Palabra de Dios conforta, fortalece, y produce en el creyente la unidad en el amor de Cristo, y lo lleva a conocer las riquezas espirituales que Dios da a través de su Palabra.

c) Y así conocer los tesoros escondidos de sabiduría y conocimiento que Dios nos da a saber y comprender todo el misterio de la salvación que no se había revelado.

II. Por la Consolidación en la Doctrina, vv. 4-9

a) Para que nadie engañe al creyente. Que ninguna falsa enseñanza nos aparte de las verdades bíblicas.

b) Para estar bien fundamentados en Cristo. Jesús es la roca eterna y quien ha creído en Cristo dirigido por el Espíritu Santo, se fundamentara en las verdades bíblicas, para que ningún viento de falsa doctrina lo aparte de la verdad.

c) Para no ser engañados por ninguna filosofía o vanas sutilezas. Las filosofías son elevados razonamientos humanos, vanas sutilezas es decir mentiras que se escuchan como si fueran verdad, pero, quien está en Cristo, nada ni nadie lo apartara del amor de Dios.

III. Por su Pureza, vv. 10-15

a) Porque solo en Cristo se encuentra toda la verdad. Solo su santo evangelio, su muerte en la cruz nos ha librado de la ley, de los ritos, de todo aquello que es en contra de la pureza del evangelio.

b) Regenerados por la verdad del Evangelio. A través del don de la fe que el Espíritu Santo obró en nosotros, regenerándonos, para así estar en la capacidad de volver nuestros ojos a Dios a través de Cristo el Señor.

c) Habiéndonos librado de la muerte espiritual. Porque antes de creer en Cristo estuvimos muertos en pecados y delitos, ajenos de la vida de Dios, sin ningún aliento para poder invocar el nombre de Dios.

Conclusión:

Amados jóvenes Pablo se preocupaba porque la iglesia no se desviara de las verdades del evangelio, avoquémonos a consagrar nuestra vida a Cristo Jesús. Amén

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