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Lección 25 Junio 20 del 2021

PARA LOS NIÑOS “La Torre de Babel”

Propósito:

Mostrar que algunas obras majestuosas desagradan a Dios, porque son el resultado del enaltecimiento del hombre en su rebeldía contra la voluntad divina.

Introducción:

El enaltecimiento del hombre por medio de sus palabras, acciones u obras, siempre ha constituido una manifestación de rebeldía contra Dios, el orgullo que le domina, trae como consecuencia un castigo. Los hombres frecuentemente desean perpetuar su memoria aunque lo hagan de manera indebida, la primera gran empresa de construcción que los hombres se propusieron realizar fue un fracaso y quedó inconclusa porque atentó contra la voluntad divina


I. Factores que Favorecieron la construcción, vv. 1-3

Desde la creación de Adam y hasta la construcción de la Torre de Babel, toda la humanidad hablaba una misma lengua La Santa Biblia no dice que lengua fue y no existen bases bíblicas para afirmar que haya sido el hebreo. El hebreo es una de las lenguas semíticas en tiempos antiguos los cananeos, fenicios y moabitas hablaban una lengua muy parecida al hebreo. En aquel remoto pasado la población del mundo no era muy numerosa, por esa razón fácilmente podían trasladarse de un lugar a otro en busca de mejores tierras. De esta manera siguiendo el cauce del río Éufrates llegaron a la tierra de Sinhar, que les brindaba clima agradable, agua en abundancia y mucha tierra para cultivar. Fue en ese lugar donde decidieron detenerse y fundar una ciudad como monumento a su soberbia y para su fama, para esto tenían que hacer ladrillos porque en la llanura había poca piedra. No querían poblar la tierra como Dios lo había ordenado, se revelaban a su voluntad.


II. El Propósito de la Edificación, vv. 4-6

Pensaron vivir en un solo lugar formando una gran concentración de gentes, para realizar colosales empresas con la construcción de una gran ciudad y una torre, cuya altura llegara hasta los cielos. Esta expresión significa “muy alto”, como las murallas de las ciudades cananeas que vieron los espías israelitas (Dt. 1.28). Pero algo importante es que desagradó a Dios la construcción de la torre de Babel porque Él había ordenado a Noé, a sus hijos y a todos sus descendientes, que llenaran la tierra (Gn. 9.)1 y ellos en lugar de obedecerle se concentraban en un solo lugar por los beneficios que esto les reportaba. Así nació el primer imperio del mundo, cuyo rey fue Nimrod (Gn. 10.8-10). La Biblia dice que “descendió Jehová para ver la ciudad y la torre” esto significa que el Dios Vivo y Verdadero, es omnipresente, aunque su trono está en el cielos.


III. Obra Adversa a los Planes de Dios, vv. 7-9

El Señor Todopoderoso como Creador del género humano conoce los corazones, por tal motivo supo que los hombres no se detendrían en su propósito de edificar una impresionante torre que hablara de su grandeza y desafiara el poder de Dios, por lo cual las tres Divinas Personas que siempre obran en armonía, particularmente en asuntos de gran trascendencia como en esta ocasión, determinaron confundir su lengua. Al confundir el lenguaje de estos hombres imposibilitaron su propósito de construcción, porque con la confusión resultante se debilitó el orden y unidad indispensables para llevar a cabo aquella empresa. Todos sabemos que la unión hace la fuerza (Mr. 3.24; Eccl. 4.12). El propósito de Dios al confundir el lenguaje no sólo fue para que dejaran de edificar, sino para que se esparcieran por todas partes. De esta manera pequeños grupos de humanos emigraron por todas direcciones y fue el origen de las antiguas naciones.


Conclusión:

Niñitos En la memoria de los hombres quedó imborrable aquella desagradable experiencia, transmitiéndola por generaciones, primero en forma oral y luego por escrito, fue Dios el que confundió su lengua y los esparció por todas partes. El origen de tanta diversidad de lenguas, fue por un juicio divino y no por factores políticos, geográficos o de otra índole. Esta lección nos enseña que no debemos desafiar a Dios en ninguna forma, antes debemos esforzarnos por acatar su voluntad.


CATECISMO INFANTIL.

Pregunta 87

¿Qué nos enseña el cuarto mandamiento?

A santificar el día de descanso.


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