PARA LOS NIÑOS: “La Copa de José”
Propósito:
Enseñar a los niños que la voluntad de Dios es que los hermanos se amen.
Introducción:
José tenía una intención oculta cuando envió a sus hermanos con los alimentos. Él quería comprobar cuál era la relación y el afecto que sus hermanos tenían por Benjamín y por su padre. Recordemos que sus propios hermanos lo habían vendido como esclavo. José se preguntaba ¿Habrán cambiado? ¿Estarán dispuestos a permitir que Benjamín se convierta en un esclavo para salvarse ellos? Necesitaba esclarecer estas dudas antes de darse a conocer. La prueba que él iba a utilizar le daría la certeza absoluta de que sus hermanos no repetirían con Benjamín, el episodio que él había sufrido por causa de ellos.
I. El Plan para Retener a sus Hermanos, vv. 1-5
El banquete de José con sus hermanos transcurrió apaciblemente y al día siguiente, de mañana, los once, contentos y agradecidos, se pusieron en camino de regreso a Canaán. Pero el mayordomo de la casa de José había recibido instrucciones especiales para que les proveyera de abundante alimento a todos, nuevamente con el dinero de pago colocado en sus respectivos costales. Además, específicamente José ordenó que su copa de plata fuera puesta en la boca del costal de Benjamín. Este objeto serviría de ocasión para un arresto. Los hijos de Jacob no habían avanzado mucho cuando el mayordomo les alcanzó velozmente. Llamando a los once como ingratos, les acusó de haber robado la copa en la que bebía su señor, la propia y especial copa de José, también descrita como un instrumento relacionado con la adivinación, era una copa sagrada para los egipcios (pero no para José), que simbolizaba la autoridad de su oficio de gobernador de Egipto. La mención de la naturaleza y propósito supersticioso de la copa, no implica que José fuera realmente un practicante de adivinación con ritos religiosos paganos, eso no, porque José siempre afirmó que él no podía dar interpretación a los sueños, sino que era Dios quien le daba ese don, es decir José nunca adivinó, sino que profetizó. Más tarde se le prohibió al pueblo de Dios la práctica de adivinación (Lv.19.26, Dt.18.10-12).
II. Su Búsqueda y Hallazgo, vv. 6-13
En respuesta a la acusación del mayordomo, los hermanos de José, insistieron en su inocencia haciendo observar primero la integridad que habían mostrado al devolver el dinero del último viaje, y prometieron entregar al que tuviere la copa como esclavo. Desde el mayor comenzó la revisión hasta el menor, después de buscar en todos los sacos, el sirviente encontró la copa en el saco de Benjamín. En desesperación y angustia debido al apuro en el que se veía envuelto Benjamín, sus hermanos rasgaron sus ropas, esta era una costumbre bien conocida en el Cercano Oriente de exhibir de manera visible el dolor de corazón que experimenta. Se sentían muy conmovidos al pensar que Benjamín podría llegar a ser un esclavo en Egipto. Parece que Benjamín quedó sin habla. ¡No podían dejar como esclavo a su hermano! Pero irónicamente, algunos años atrás, los mismos hermanos habían discutido la manera de matar a José, en lugar de rasgar sus ropas, despojaron a José de las suyas como prueba, para cubrir lo que habían hecho; los hermanos de José decidieron cargar sus asnos nuevamente para volver a la ciudad.
III. El Cumplimiento del Propósito, vv. 14-17
Al regresar Judá con sus hermanos a la casa de José, se postraron delante de él hasta llegar a la tierra, una vez más vemos cumplidos los sueños de su hermano. José al volverlos a ver les reclamó, les dijo que como se habían atrevido a robarle. Como ya lo mencionamos José nunca practicó la adivinación solo se hacía pasar por egipcio. Judá sintiéndose responsable de Benjamín, pasó al frente y como portavoz de la familia, le dijo a José ¿Qué diremos a mi padre? ¿Cómo le podremos hablar? ¿Cómo justificaremos la ausencia de nuestro hermano?, “Dios ha hallado la maldad de tus siervos” con estas palabras Judá quiere aplacar la ira de José reconociendo la culpa por el robo de la copa, pero a oídos de los hermanos esa frase, también suena como un recuerdo del pecado cometido contra José, que ahora se vuelve contra ellos. Y propone que todos se queden y sean sus siervos junto con Benjamín. Pero José se niega y vuelve a confirmar que el varón en cuyo costal fue encontrada la copa, solo él será su siervo, y les dice a los demás que se vayan en paz y regresen a ver a su padre. Es de notar que la primera intención de José es retener solo a Benjamín, probablemente porque su afecto hacia los demás hermanos no solo era menor, sino que guardaría cierto resentimiento hacia ellos porque lo habían vendido.
Conclusión:
Niñitos ahora se veía el cambio en el corazón de los hermanos de José, porque Benjamín que en casa era el consentido, y que, por temor de arriesgar su vida, su padre casi dejó perecer de hambre a ellos, a sus esposas e hijos. Ahora Benjamín el menor, el hijo de la mujer amada, estaba siendo reclamado en Egipto. Los hermanos pudieron haber aprovechado la oportunidad para deshacerse de él y decir “si hace tiempo nos libramos de un favorito ¿Por qué no librarnos de otro?” pero no lo hicieron así, ya no eran los mismos hermanos malos y sin sentimientos, demostraron que estaban más preocupados por Benjamín que por sí mismos, ellos ya habían cambiado. Niñitos debemos amar a nuestros hermanos, y los mayores deben cuidar de los más pequeños, sin hacerles daño, porque esta es la voluntad de nuestro Dios (1Jn.4.21). «Actuó de tal manera que recordaran su pecado, para hacerlos confesar con sus propios labios… Su propósito al detener a Simeón, y luego a Benjamín, fue hábilmente diseñado para ver si aún eran indiferentes a los gritos de un hermano cautivo y a las lágrimas de un padre inconsolable. Su plan funcionó a perfección; su severidad y bondad conspiraron para inquietarles; y su benevolencia les ayudó a llegar al arrepentimiento».
Toda esta escena prefigura el día futuro cuando el remanente de Israel confesará su
Culpa, en la muerte del Mesías y lamentará por Él como uno que lamenta por su único hijo
(Zac.12:10).
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 38
¿Puede alguno con esta naturaleza pecaminosa entrar al cielo?
Respuesta:
No, pues hay necesidad de una mudanza de corazón para prepararnos a entrar al cielo.