“Los Hijos de Jacob Llegan a Egipto”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo: Yo he oído que hay víveres en Egipto. Génesis 42.1-3
Lunes: José y su familia, enviada a Egipto. San Mateo 2.13-15
Martes: Descender a Egipto sin mirar a Dios no es bueno. Isaías 31.1-3
Miércoles: El Señor es mi Ayudador. Hebreos 13.1-5
Jueves: La salvación de los justos es Jehová. Salmo 37.37-40
Viernes: Cinco mil personas fueron alimentadas. San Mateo 15.29-39
Sábado: Dios da vida en el Hambre. Salmo 33.16-22
2. Lectura Devocional:
San Lucas 5.27-32
PASAJE IMPRESO:
Génesis 43.16-34
16 Y vió José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Mete en casa a esos hombres, y degüella víctima, y aderézala; porque estos hombres comerán conmigo al medio día.
17 E hizo el hombre como José dijo; y metió aquel hombre a los hombres en casa de José.
18 Y aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de José, y decían: Por el dinero que fué vuelto en nuestros costales la primera vez nos han metido aquí, para revolver contra nosotros, y dar sobre nosotros, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
19 Y llegáronse al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa.
20 Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos:
21 Y aconteció que como vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y hémoslo vuelto en nuestras manos.
22 Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
23 Y él respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dió el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero vino a mí. Y sacó a Simeón a ellos.
24 Y metió aquel varón a aquellos hombres en casa de José: y dióles agua, y lavaron sus pies: y dió de comer a sus asnos.
25 Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José al medio día, porque habían oído que allí habían de comer pan.
26 Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de casa, e inclináronse a él hasta tierra.
27 Entonces les preguntó él cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿vive todavía?
28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
29 Y alzando él sus ojos vió á Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
30 Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y procuró donde llorar: y entróse en su cámara, y lloró allí.
31 Y lavó su rostro, y salió fuera, y reprimióse, y dijo: Poned pan.
32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los Egipcios que con él comían: porque los Egipcios no pueden comer pan con los Hebreos, lo cual es abominación a los Egipcios.
33 Y sentáronse delante de él, el mayor conforme a su mayoría, y el menor conforme a su menoría; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
34 Y él tomó viandas de delante de sí para ellos; más la porción de Benjamín era cinco veces como cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y alegráronse con él.
COMENTARIO BÍBLICO
43.16-25 Y vió José a Benjamín con ellos…
Finalmente decidieron regresar después de pensarlo mucho por el riesgo que pensaban estaban corriendo, pero era necesario pues el hambre era terrible en toda la tierra. “Si alguna vez entendemos qué significa el hambre de la palabra, no pensemos que es mucho viajar tan lejos espiritualmente, como ellos hicieron por el alimento corporal. El mayordomo de José tenía órdenes de su amo para llevarlos a su casa. Hasta esto los asustó. Aquellos que son culpables, piensan de todo lo peor. Pero el mayordomo les dio ánimo. Por lo que dijo parecía que su buen amo lo había llevado al conocimiento del Dios verdadero, el Dios de los hebreos. Los siervos religiosos deben aprovechar toda ocasión para hablar con reverencia y seriedad de Dios y su providencia.”
43.26-30 Y vino José a casa, y ellos le trajeron…
“Si este príncipe realmente fuera egipcio tenía una preocupación inusual por estos hermanos y su familia. Seguramente, no trató a otros compradores de granos de esta manera. Se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano: José se vio afectado sobre todo al conocer a su único hermano carnal, Benjamín, a quien vio por última vez cuando solo era un niño pequeño”. Se encerró a llorar de alegría sin duda por ver la mano poderosa de Dios en él, pues tenía esa bendición de estar con su familia nuevamente pero aún no era el momento para darse a conocer.
43.31-34 Y lavó su rostro, y salió fuera…
“Cuando pudo contener el llanto, lavó su rostro, salió y dijo: Servid la comida. Sirvieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían, porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación para los egipcios.” Estos varones no podían creer ni comprender por recibían este trato en casa de un príncipe de Egipto, y de suma importancia porque era él en lugar del Faraón. José había perdonado a sus hermanos, pero aún no se daba a conocer ante ellos. Cuando Dios nos perdona inmediatamente nos hace parte de su reino, seamos agradecidos por su bondad y misericordia para con nosotros.
TEXTO ÁUREO:
Génesis 43.16
“Y vió José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Mete en casa a esos hombres, y degüella víctima, y aderézala; porque estos hombres comerán conmigo al medio día.”
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Los hijos de Jacob descendieron por segunda vez a Egipto para comprar trigo. Si alguna vez entendemos qué significa el hambre de la palabra de Dios, no pensemos que es mucho viajar tan lejos espiritualmente como ellos lo hicieron por alimento corporal. El mayordomo de José tenía órdenes de su amo para llevarlos a su casa. Hasta esto los asustó. Aquellos que son culpables piensan en todo lo peor pero el mayordomo les dio ánimo. Por lo que dijo el mayordomo, parece que su buen amo lo había llevado al conocimiento del buen Dios vivo y verdadero, el Dios de los hebreos. Los siervos religiosos deben aprovechar toda ocasión para hablar con reverencia y seriedad de Dios y su providencia. Observemos el gran respeto que los hermanos de José le brindaron. Así se cumplieron cabalmente los sueños de José. Este les mostró gran bondad; los trató con nobleza. En el día del hambre basta con recibir algo de comida, pero ellos fueron festejados. Ahora habían terminado sus afanes y temores y comieron su pan con gozo, reconociendo que estaban en buena posición ante el señor de la tierra. Si Dios acepta nuestras obras, nuestro presente, tenemos razón para regocijarnos. José mostró especial afecto por Benjamín, para probar si sus hermanos le envidiarían. Debe ser nuestra regla estar contentos con lo que tenemos y no agraviarnos por lo que tiene el prójimo. Nuestro Señor Jesucristo, cuando le parece bien, les da a los suyos a probar su amor y les da la bienvenida a las provisiones de su casa, como prenda de lo que Él tiene preparado para ellos.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto Histórico
Tiempo:
Escrito 1445-1405 a.C. Acontecimientos en el año 1707 a.C., aproximadamente
Lugar:
Egipto
Diccionario Bíblico
Providencia.
Cuidado amoroso y previsor que Dios tiene para con sus criaturas. La providencia de Dios sostiene y gobierna todo lo creado. Su operación es tan extensa como el Universo y tan incesante como el curso del tiempo. Provee al cuervo su alimento y satisface las necesidades de todo ser viviente. La Biblia nos muestra que toda la Naturaleza le dirige su mirada, y depende de Él (Job 38.41; Sal.104; 145.15, 16; 147.8, 9).
Verdad Central.
Los hijos de Jacob, después de conseguir el consentimiento de su padre para llevar consigo a Benjamín, descendieron por segunda vez a Egipto a comprar grano.
El gran respeto que los hermanos de José le mostraron, cuando le trajeron el presente, se inclinaron ante el hasta la tierra, y de nuevo al responderle acerca de la salud de su padre, se inclinaron e hicieron reverencia. Cuando se calmó su llanto y se pudo contener con ellos, los trató con nobleza digna de su rango. José les dio entender que Benjamín era su favorito, pues la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos.
Doctrina de la Lección.
El trato benevolente de José a sus hermanos (Gn.43.16), ilustra las abundantes riquezas de la gracia y misericordia de Dios al pecador (Ef.2.4-5, 7). Los hijos de Jacob temían ser acusados por el dinero encontrado en sus costales (Gn.43.20-22); sin embargo, el mayordomo les consoló notificándoles que en los registros todo estaba pagado ("consumado es") (Gn.43.23, Jn.19.30).
BOSQUEJO: “Los Hijos de Jacob Llegan a Egipto”
Propósito:
Enseñar que los hijos de Jacob llegaron a José con la compañía de Benjamín y que a pesar de que sus hermanos mayores lo trataron con crueldad, él los agasajó. Para que la iglesia siga este ejemplo, perdone las ofensas y no guarde amargura en su corazón.
Enseñanza Toral:
Los hijos de Israel llegaron a Egipto y fueron complacidos por José, sin embargo, estas atenciones causaron angustia en lugar de gozo ya que todavía no venían a cuentas con el Señor. Es importante proceder al arrepentimiento de nuestros pecados con oportunidad para disfrutar de las bendiciones divinas.
Introducción:
Los hermanos de José realizaron su segundo viaje a Egipto en circunstancias diferentes. Esta vez marcharon con Benjamín, por lo tanto, tenían la gran responsabilidad de regresarlo a salvo. Además, es seguro que viajaron preocupados de que se presentara otro inconveniente en el país vecino.
I. Son Recibidos en la Casa de José, vv. 16-25
a) Para comer. José vio a Benjamín con sus hermanos y pudo constatar que estaba bien, por esta razón mandó a su mayordomo que los alojara en su casa, matara un animal y lo preparara, ya que deseaba comer con ellos al medio día. El mayordomo obedeció las órdenes que recibió, llevó a los varones al palacio de José y preparó el banquete, mientras su señor atendía sus labores como gobernador de Egipto.
b) Tienen temor. Los hijos de Jacob tuvieron miedo porque fueran llevados a la mansión de José. Ellos pensaron que esto se debía al dinero que hallaron en sus costales cuando regresaron a su casa, por lo tanto, se acercaron al mayordomo para contarle lo sucedido; le dijeron que traían el dinero para devolverlo y otros recursos para comprar alimento, añadieron que no tuvieron que ver en este asunto. El propósito de José era agasajar a sus hermanos, pero sus maldades no confesadas, les hacían pensar mal incluso de las cosas buenas que acontecían.
c) Fueron tranquilizados por el mayordomo. El siervo de José respondió a los hijos de Israel que tuvieran paz y no temieran, porque su Dios y el Dios de su padre les dio el tesoro en sus costales, pues a él le constaba que habían pagado. Después sacó a Simeón, metió a los varones a la casa, los atendió y dio de comer a sus asnos. Entre tanto los hermanos de José prepararon el presente que le entregarían. Las palabras del mayordomo nos enseñan que José le presentó a su Dios y le dio testimonio de su fe en Él.
II. Fueron Interrogados por José, vv. 26-30
a) Después de recibir el presente. Después de despachar los asuntos de la administración de la nación, José llegó a su casa, por lo tanto, sus hermanos le entregaron el presente que prepararon por consejo de su padre y se inclinaron ante él hasta tierra. Una vez más los sueños de José se cumplían, ya que la Palabra de Dios no puede ser frustrada.
b) Sobre su padre. José les preguntó cómo estaban; cómo se encontraba su padre, el anciano del que le hablaron y si aún vivía. Ellos respondieron que estaba bien y que vivía, después se inclinaron e hicieron reverencia. Había pasado mucho tiempo, José buscaba toda la información posible a través de sus hermanos.
c) Acerca de su hermano. José vio a Benjamín y preguntó si era su hermano menor y tal parece que no esperó contestación porque de inmediato le dijo: Dios tenga misericordia de ti hijo mío. José se conmovió y salió a su recamara para llorar. Las preguntas específicas de José, las palabras de su mayordomo y la bendición que dio Benjamín, eran evidencia de que los conocía y profesaba su fe en Dios; sin embargo, ellos no se dieron cuenta de estas cosas por el temor que tenían y por la investidura de aquel varón “egipcio.”
III. José Ofrece Banquete a sus Hermanos, vv. 31-34
a) De acuerdo con la costumbre egipcia. José lavó su rostro, salió a sus hermanos, se reprimió y ordenó que se pusiera la mesa. Sirvieron para José aparte, sus hermanos estaban separados de él y para los egipcios también aparte, ya que ellos abominaban comer con los hebreos. Incluso José se veía agraviado por la discriminación egipcia. La sociedad egipcia era racista, consideraba que los demás pueblos eran inferiores.
b) Sentados por edades. Los hermanos de José se sentaron frente a él, del mayor al menor, esto les causó asombro de modo que se miraban el uno al otro. Era notable que José los conocía, pero ellos no se daban cuenta, ya que la turbación los invadía. Por otra parte, es admirable observar el buen trato de José hacia sus hermanos, él no les guardaba rencor, ni odio, los había perdonado, porque entendió que todo fue plan del Señor. Debemos seguir este ejemplo y no tener raíces de amargura en nuestro corazón.
c) Y favorece a Benjamín. La comida para los hijos de Jacob se servía de la mesa de José y la porción de Benjamín era cinco veces más. Podemos pensar en dos motivos de este proceder: 1. El corazón conmovido de José por tener la bendición de convivir con su hermano de Padre y madre después de muchos años. 2. José tuvo una atención especial hacia Benjamín para probar a sus hermanos, quería saber si esto despertaría en ellos envidia o rivalidad; pero esto no sucedió, superaron la primera prueba.
Conclusión:
Los hermanos de José comieron y bebieron con alegría, disfrutaron del gran banquete. Ellos podían pensar que aquel señor después de conocer a su hermano menor retiraría los cargos de espionaje y todos podrían regresar a casa con alimento para su familia. Ignoraban que en breve serían sometidos a una prueba mayor y que recibirían una noticia maravillosa acerca del varón egipcio. Amados hermanos el Señor dirige nuestra vida en conformidad con su decreto eterno, depositemos nuestra confianza en Él.
CATECISMO MAYOR:
Pregunta 120
¿Cuáles son las razones anexas al cuarto mandamiento para darle mayor fuerza?
Las razones anexas al cuarto mandamiento para darle mayor fuerza, son tomadas de la equidad del mismo, y de habernos concedido Dios seis días de cada siete para nuestros propios negocios, y habiéndose reservado sólo uno para sí mismo con estas palabras: Seis días trabajarás y harás toda tu obra;[1] el que Dios pretende para sí una propiedad especial sobre este día, cuando dice: Mas el séptimo día será Reposo para Jehová tu Dios;[2] del ejemplo del mismo Dios: Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; y de las bendiciones que Dios ha colocado en este día, no sólo porque al santificarlo sea un día para su servicio, sino por disponer que sea un medio para bendecirnos al santificarlo nosotros; por tanto Jehová bendijo el día de Reposo, y lo santificó.[3] [1] Éx.20.9; [2] Éx.20.10; [3] Éx.20.11.
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO: “Los Hijos de Jacob Llegan a Egipto” Génesis 43.16-34
1. Y son recibidos de forma especial
2. Temerosos al entrar a la casa de José
3. Expusieron el asunto del dinero devuelto al mayordomo, declarándose inocentes
4. José pregunta por su padre Jacob
5. La amabilidad de José al ofrecerles banquete
Cuestionario
1. ¿Cómo recibió José a sus hermanos en Egipto?
2. ¿Qué pensaron los hijos de Jacob al ser conducidos a la casa de José?
3. ¿Cuál fue la respuesta del mayordomo a los hijos de Jacob?
4. ¿Cuál fue el interrogatorio de José a sus hermanos?
5. ¿Cuál fue la porción de Benjamín en el banquete? ¿Y Por qué?
Enseñanzas Prácticas
1. Los hijos de Jacob tuvieron miedo al ser conducidos a la casa de José en Egipto, así que expusieron al mayordomo el asunto del dinero devuelto, presentando también las pruebas de su honradez. Sus consciencias no estaban tranquilas desde que actuaron en contra de José y todo empeoró, en la primera visita cuando recordaron aquel acto infame. Si no eran culpables acerca del dinero no tendrían por qué temer. Amados lectores pongámonos a cuentas con Dios y gozaremos de la paz del perdón.
2. Cuando los hijos de Jacob dieron el presente a José se inclinaron a él, cumpliéndose así el sueño que José tuvo en su mocedad. Con un vivo y amable interés José les pregunta por su padre, (nunca se olvidó de él, lo tuvo muy presente en su corazón). José fue conmovido hasta las lágrimas al ver a su hermano Benjamín y fue evidente su favoritismo por él en el banquete que ofreció a sus hermanos. Que Dios nos guíe a un acercamiento mayor en nuestra hermandad.
ILUSTRACIÓN. Poder del perdón
A fines del siglo XVII, un hacendado turco de Hungría hizo prisionero a un noble cristiano, a quien trató del modo más bárbaro. El esclavo era uncido al lado de un buey y obligado a tirar a latigazos; pero la fortuna de la guerra cambió y el turco cayó en manos de los húngaros, quienes le entregaron a su antiguo cautivo y le dijeron: —Ahora puedes tomar venganza de tu enemigo. Sin embargo, aquel que había sido su prisionero, le dijo: puedes irte en paz, no hay nada que temer. El mahometano quedó conmovido por este rasgo de humanidad y dijo: —Comprendo ahora que vuestra religión es superior a la mahometana, por lo tanto, quiero volverme cristiano. Si vuestra religión no fuera del cielo no os enseñaría a obrar así. Estimado hermano: seamos como José, sin rencor por lo que le hicieron sus hermanos, pues dentro de su corazón ya los había perdonado.