"El Regreso de los Hijos de Jacob a Canaán”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo: Abraham llega a Canaán. Génesis 12.5-9
Lunes: Jacob regresa a Canaán. Génesis 31.10-18
Martes: Jacob llega a Canaán. Génesis 33.18-20
Miércoles: Canaán tierra del peregrinaje de Jacob. Génesis 37.1-4
Jueves: A ti y tu simiente daré la tierra de Canaán. Génesis 17.1-8
Viernes: Sara muere en Canaán. Génesis 23.1-4
Sábado: Vino un hambre en tierra de Canaán. Hechos 7.9-14
2. Lectura Devocional:
Filipenses 4.10-20
PASAJE IMPRESO:
Génesis 42.27-38
27 Y abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vió su dinero que estaba en la boca de su costal.
28 Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y aun helo aquí en mi saco. Sobresaltóseles entonces el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?
29 Y venidos a Jacob su padre en tierra de Canaán, contáronle todo lo que les había acaecido, diciendo:
30 Aquel varón, señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como á espías de la tierra:
31 Y nosotros le dijimos: Somos hombres de verdad, nunca fuimos espías:
32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán.
33 Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad,
34 Y traedme a vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres de verdad: así os daré a vuestro hermano, y negociaréis en la tierra.
35 Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero: y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
36 Entonces su padre Jacob les dijo: Habéisme privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas.
37 Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo volviere; entrégalo en mi mano, que yo lo volveré a ti.
38 Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros; que su hermano es muerto, y él solo ha quedado: y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor a la sepultura.
COMENTARIO BÍBLICO
42.27-28 Y abriendo uno de ellos su saco…
No fue fácil como quizá ellos esperaban, comparar alimento en una tierra extraña y lejana, quizá como pasa hoy en día al comprar en otro país, las mercancías compradas a veces no logran pasar la frontera porque no está permitido pasara ciertas cosas específicamente hablando, los hijos de Jacob regresaron, pero no estaban gozosos, al llegar si con el alimento tan deseado y esperado pero tristes porque tenían que informar al anciano padre lo que les había acontecido en Egipto.
42.29-34 Y venidos á Jacob su padre en tierra de Canaán…
Cuando los hermanos finalmente llegaron a su casa, le dijeron a su padre Jacob la verdad. La última vez que regresaron perdieron a uno de los hermanos, dijeron una mentira e hicieron una historia acerca de que José había sido atacado por un animal salvaje. Ellos, incluso, le llevaron a Jacob la túnica de muchos colores ensangrentada para dar una evidencia falsa de su mentira. El hecho de que dijeran la verdad en esta ocasión fue un pequeño paso, pero un buen paso. Las cosas buenas, con frecuencia, son pequeñas al comienzo. Pero no fueron hombres honestos cuando mintieron acerca de la muerte de José 20 años atrás. Ellos aún estaban mintiendo acerca de eso diciendo que había desaparecido.
42.35-38 Y aconteció que vaciando ellos sus sacos…
Malo es para una familia cuando los hijos se comportan tan mal que los padres no saben si pueden confiar en ellos. Jacob da por perdido a José, y a Simeón, y a Benjamín los ve en peligro; y concluye que todas estas cosas están en mi contra. Resultó ser lo contrario, pues todas estas cosas estaban a su favor, obrando juntas para su bien y el bien de su familia. A menudo pensamos que está en nuestra contra lo que, en realidad, está a nuestro favor. Somos afligidos en el cuerpo, el patrimonio, el nombre y en nuestras relaciones, y pensamos que todas estas cosas están en nuestra contra cuando, en realidad, están obrando en nosotros un peso de gloria.
TEXTO ÁUREO:
Génesis 42.35
“Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero: y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.”
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Los hermanos vinieron por trigo, y trigo consiguieron; no solamente eso, sino que cada hombre recibió su dinero devuelto. Así Cristo, como José, nos da provisiones sin dinero y sin precio. He aquí el informe que los hijos de Jacob dieron a su padre. Esto perturbó al buen hombre. Hasta las bolsas de dinero que con bondad José devolvió a su padre, esto les causó preocupación y susto. Les echó la culpa a sus hijos; conociéndolos temió que hubieran provocado a los egipcios y se hubieran traído a la mala el dinero a casa. Jacob desconfiaba sencillamente de sus hijos, recordando que nunca vio a José desde que este había estado con ellos. Malo es para una familia cuando los hijos se comportan mal que los padres no saben si pueden confiar en ellos. Jacob da por perdido a José, y a Simeón y a Benjamín los ve en peligro y concluye que todas estas cosas están en su contra. Resultó ser lo contrario, pues todas estas cosas estaban a su favor, obrando justas para su bien y el bien de su familia. Muchas veces pensamos que está en nuestra contra lo que en realidad está a nuestro favor. Somos afligidos en el cuerpo, el patrimonio, el nombre y en nuestras relaciones y pensamos que todas estas cosas están en nuestra contra, cuando en realidad están obrando en nosotros un peso de gloria. Nosotros nunca nos rindamos al descorazonamiento determinado a no buscar otro refugio que Él y humillarnos más y más bajo su poderosa mano. En su debido momento Él responderá a nuestras peticiones y hará por nosotros más de lo que podemos esperar.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto Histórico
Tiempo:
Escrito en 1445-1405 a.C. Acontecimientos en el año1707 a.C., aproximadamente
Lugar:
Egipto
Diccionario Bíblico
Sobresalto.
Susto o sensación de miedo o angustia producida por un ruido o hecho inesperado.
Verdad Central.
Fue realmente un hecho misericordioso, pues pienso que no se les hizo ningún mal con devolverles el dinero, sino que fue un gesto de amabilidad. Las malas conciencias son inclinadas a tomar en mal sentido las bondades de la providencia. Los hijos de Jacob relatan las grandes experiencias vividas en Egipto. Los atados de los dineros que José había devuelto por atención a su padre, le atemorizaron, la expresión de Jacob (v.36) “contra mí son todas estas cosas” aquellos hechos obraban conjuntamente para su bien y el de su familia.
Doctrina de la Lección.
La conciencia perturbada de los hijos de Jacob, en su retorno a Canaán, es el resultado de los actos pecaminosos que en el pasado perpetraron contra su hermano José (envidia, aborrecimiento, venta como esclavo, engaño a su padre), más la preocupación por Simeón, que quedó prisionero en Egipto. El recuerdo del angustiado José suplicando (Gn.42.21), sumado a la intercesión, ignorada, de Rubén (Gn.42.22), hería sus conciencias. Como resultado, volvieron a Canaán llenos de temores; sin embargo, con todo esto, la mano de Dios los guiaba a arrepentimiento (Pr.28.13; Sal.32.3-5).
BOSQUEJO: “El Regreso de los Hijos de Jacob a Canaán”
Propósito:
Enseñar que el regreso de los hermanos de José a Canaán estuvo lleno de temor en sus corazones por su sentimiento de culpabilidad y de miedo en su padre por el riesgo de perder a Benjamín. Este terror también era alimentado por su desconocimiento de la obra de Dios. Para que la iglesia reflexione en la necesidad del arrepentimiento de pecados de modo que no albergue culpa y en la importancia de confiar en el Señor para superar el temor.
Enseñanza Toral:
Después que los hijos de Jacob vendieron a José había transcurrido poco más de veinte años, sin embargo, es evidente que ellos seguían sin proceder al arrepentimiento de sus pecados. Por esta razón vivían atemorizados. Confesemos nuestras maldades a Dios y alejémonos de ellas para vivir en paz y gozo.
Introducción:
Los hijos de Israel partieron de Egipto con la esperanza de volver pronto en compañía de Benjamín y recuperar a Simeón. Sin embargo, desconocían que se presentarían otras dificultades que impedirían su retorno inmediato.
I. Con Alimento y su Dinero Devuelto, vv. 27-28
a) Descubierto en el mesón. Las caravanas que viajaban de Egipto a Canaán recorrían una distancia aproximada de 850 kilómetros y tardaban hasta dos semanas en llegar a su destino (Dt.1.2). Los hijos de Israel tuvieron que pasar la noche en mesones o campamentos para descansar.
b) En su costal. Un hijo de Jacob al abrir su saco para dar de comer a su asno encontró su dinero dentro de su costal. Recordemos que José por misericordia a su familia mandó poner el dinero que sus hermanos pagaron por el alimento en sus costales.
c) Causa de espanto. Un acto de bondad de José fue motivo de temor en el corazón de sus hermanos, ya que el sentimiento de culpabilidad les hacía pensar que las cosas que les acontecían eran castigo de Dios. Las Escrituras dicen que el impío huye sin que nadie lo persiga (Pr.28.1); es importante confesar al Señor nuestros pecados y apartarnos de ellos para no vivir con sentimientos de culpabilidad, sino con libertad y gozo.
II. Dan parte a su Padre de lo Ocurrido en Egipto, vv. 29-34
a) Del trato áspero que recibieron. Los hermanos de José llegaron a Canaán y contaron a su padre las cosas acontecidas en su viaje. Le informaron que el señor de Egipto les habló con rudeza, los acusó de ser espías y los trato como si lo fueran, aunque por el momento les había perdonado la vida, ya que les concedió la oportunidad de demostrar su inocencia de este cargo.
b) De su testimonio. También dijeron a su padre que en su defensa dieron testimonio de que eran hombres honrados y no espías, que eran 12 hermanos, hijos de un mismo padre, uno de sus hermanos no parecía (estaba perdido o muerto) y el menor se encontraba con su padre en Canaán.
c) De la petición del gobernador. Por último, los hijos de Jacob le notificaron que el señor de Egipto detuvo a Simeón en la prisión, pero a ellos les permitió regresar con el sustento para su familia y además les pidió volver con su hermano menor para probar que no eran espías. De esta manera Simeón sería liberado y podrían comprar más alimento.
III. Se Atemorizan por el Descubrimiento de más Dinero, vv. 35-38
a) En los costales de todos. Al vaciar el trigo de sus sacos, los hijos de Israel encontraron el dinero que pagaron en Egipto, esto causó miedo en ellos y su padre. El favor del Señor a través de José generaba en sus hermanos temor en lugar de gozo, era urgente que ellos procedieran al arrepentimiento de sus pecados para ser liberados de su culpa y turbación.
b) La queja de Jacob. Israel les respondió que lo habían privado de sus hijos; José estaba perdido, Simeón encarcelado en Egipto y ahora querían llevar a Benjamín, con el riesgo de que tampoco volviera. Jacob agregó que todas estas cosas le eran contrarias y lo afectaban.
c) La negativa de su padre. Rubén propuso a su padre que podría matar a sus dos hijos si no devolvía a Benjamín; él sabía que Jacob no haría tal cosa, su propósito era asegurar a su padre que tendría mucho cuidado de su hermano menor. Sin embargo, Israel contestó que su hijo no descendería con ellos, ya que José estaba muerto y sólo le quedaba Benjamín, si le pasaba un desastre, serían responsables de su muerte con tristeza.
Conclusión:
Para Jacob las cosas que ocurrían estaban en su contra y lo perjudicaban. Nosotros sabemos que en realidad Dios obraba todo esto para preservar su vida y su familia. El Señor permite cosas que no entendemos y que nos causan dolor, pero debemos mantener nuestra confianza en Él, ya que nuestro Salvador siempre actúa para bendición de nuestra vida.
CATECISMO MAYOR:
Pregunta 118
¿Por qué se dirige el encargo de guardar el Reposo más especialmente a los jefes de familia y otros superiores?
El encargo de guardar el Reposo se dirige especialmente a los jefes de familia y a otros superiores, porque ellos están obligados a guardarlo no sólo ellos mismos, sino también a cuidar de que sea observado por aquellos que están bajo su cuidado, y porque están propensos a ocuparlos muchas veces en empleo de su propio interés.[1] [1] Éx.20.10; Jos.24.15; Neh.13.15, 17; Jer.17.20-22; Éx.23.12.
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO l “El Regreso de los Hijos de Jacob a Canaán” Génesis 42.27-38
1. Con el alimento necesario
2. Con el dinero devuelto en los sacos
3. Tienen temor al pensar en la venganza de Dios
4. Sin uno de sus hermanos
5. Informan a Jacob de lo acontecido en Egipto
Cuestionario
1. ¿Por qué se espantaron los hijos de Jacob al encontrar el dinero en sus sacos?
2. ¿Qué información dieron a Jacob acerca del señor de la tierra?
3. ¿Qué fue lo que pidió aquel varón, señor de la tierra para verificar las palabras de los hijos de Jacob?
4. ¿Cuál fue la conclusión de Jacob al escuchar todo lo acontecido?
5. ¿Qué fue lo que Rubén pidió a su padre?
Enseñanzas Prácticas
1. Jacob no estaba dispuesto a perder otro hijo, hasta el momento ya le habían privado de dos, y no permitiría que Benjamín partiera. Creyó que todas estas cosas estaban contra él, (y esto abrumaba su corazón) cuando en realidad estaban a su favor y obraban para el bien de su familia. Hermanos, muchas veces así nos pasa a nosotros cuando pensamos que todo está en nuestra contra, pero no es así.
2. Los hijos de Jacob se llenaron de espanto cuando descubrieron que su dinero les había sido devuelto en sus sacos. Sus conciencias culpables y el temor de la venganza de Dios, volvió a surgir en ellos. José no hizo ningún mal al devolverles el dinero, al contrario, fue un hecho misericordioso; sin embargo, a causa de sus conciencias se llenaron de temor.
ILUSTRACIÓN. El amor piensa en los demás
La hija de Daniel Webster se hallaba gravemente enferma en cama, y un día de invierno, frío y borrascoso, Webster se puso el abrigo, salió de su bufete de abogado y anduvo una distancia bastante larga para ir a ver a su hija. Cuando ella le vio llegar, olvidándose de su propia enfermedad, le dijo: —Oh, padre ¿por qué has venido en un día así? No deberías haberlo hecho. Con los ojos llenos de lágrimas, Webster se volvió a un amigo y le dijo: —Se está muriendo, y no piensa en ella misma, sino en mí. Que siempre pensemos en el bien de nuestros hermanos, como lo hizo el patriarca José.