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Lección 13, Marzo 26 de 2023

“Los Hermanos de José descienden a Egipto

MATERIAL BÍBLICO

1. Lecturas Diarias

Domingo: No hallaban alimentos en Canaán. Hechos 7.11-15

Lunes: José recuerda sus sueños. Génesis 37.5-11

Martes: Cuando tu hermano empobreciere. Levítico 25.25-28

Miércoles: Ampararás a tu hermano. Levítico 25.35-38

Jueves: No te enseñorearás de tu hermano con dureza. Levítico 25.39-43

Viernes: No cerrarás tu mano a tu hermano pobre. Deuteronomio 15.7-11

Sábado: Si alguno viere a su hermano padecer necesidad. 1 Juan 3.16-18


2. Lectura Devocional:

2º Reyes 6.1-13

PASAJE IMPRESO:

Génesis 42.1-26

1 Y viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?

2 Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no nos muramos.

3 Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo a Egipto.

4 Más Jacob no envió a Benjamín hermano de José con sus hermanos; porque dijo: No sea acaso que le acontezca algún desastre.

5 Y vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían: porque había hambre en la tierra de Canaán.

6 Y José era el señor de la tierra, que vendía a todo el pueblo de la tierra: y llegaron los hermanos de José, e inclináronse a él rostro por tierra.

7 Y José como vió a sus hermanos, conociólos; más hizo que no los conocía, y hablóles ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán a comprar alimentos.

8 José, pues, conoció a sus hermanos; pero ellos no le conocieron.

9 Entonces se acordó José de los sueños que había tenido de ellos, y díjoles: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis venido.

10 Y ellos le respondieron: No, señor mío: más tus siervos han venido a comprar alimentos.

11 Todos nosotros somos hijos de un varón: somos hombres de verdad: tus siervos nunca fueron espías.

12 Y él les dijo: No; a ver lo descubierto del país habéis venido.

13 Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece.

14 Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías:

15 En esto seréis probados: Vive Faraón que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor aquí viniere.

16 Enviad uno de vosotros, y traiga a vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad con vosotros: y si no, vive Faraón, que sois espías.

17 Y juntólos en la cárcel por tres días.

18 Y al tercer día díjoles José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios:

19 Si sois hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa:

20 Pero habéis de traerme a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así.

21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le oímos: por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.

22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el mozo; y no escuchásteis? He aquí también su sangre es requerida.

23 Y ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.

24 Y apartóse él de ellos, y lloró: después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y aprisionóle á vista de ellos.

25 Y mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino: é hízose así con ellos.

26 Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y fuéronse de allí.


COMENTARIO BÍBLICO

42.1-5 Y viendo Jacob que en Egipto había alimentos

Es evidente por las miradas de estos varones que sus conciencias aún les acusan respecto a José a quien vendieron a los mercaderes que iban rumbo a Egipto y que con mucha probabilidad lo hayan vuelto a vender allá, no saber qué sería de José los ponía alerta toda vez que se mencionaba Egipto. Jacob por su parte tampoco había olvidado el incidente pues envió a sus hijos pero no a Benjamín para evitar le pasase algo parecido a José.

42.6-8 Y José era el señor de la tierra

José fue duro con sus hermanos y era para menos que ahora que podía demostrar superioridad lo hiciera, pero no por espíritu vengativo, sino para llevarlos al arrepentimiento. Al no ver a su hermano Benjamín sospechó que lo habían eliminado como hicieron con él, y les dio la oportunidad para hablar de su padre y su hermano. En su providencia, a veces Dios parece ser duro con los que ama y habla con rudeza a aquellos para los cuales reserva gran misericordia.

42.9-26 Entonces se acordó José de los sueños

Y vinieron a su mente los sueños que tuvo en su niñez y que al parecer sus hermanos y sus padres se inclinarían ante él. Los acusó de espías para sacarle la información requerida sin que sospecharan de qué se trataba de un familiar, tratando de saber cómo está su querida familia a la que no veía desde hace muchos años. “José arregló, por fin, que uno de ellos se quedara y el resto fuera a casa a traer a Benjamín. Fue muy animador que él les dijera: “Yo temo a Dios”; como si hubiera dicho, ustedes pueden tener la seguridad de que no les haré mal; no me atrevo, pues sé que hay uno más alto que yo. De aquellos que temen a Dios podemos esperar un trato justo.”


TEXTO ÁUREO:

Génesis 42.3

“Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo a Egipto.”

LUCES DEL TEXTO ÁUREO

Jacob vio el trigo que sus vecinos habían comprado y llevado a casa desde Egipto. El ver que otros han encontrado su abastecimiento, estimula la acción. ¿Los demás tendrán alimento para sus almas y nosotros pasaremos hambre mientras hay donde conseguir? Habiendo descubierto donde hay ayuda, debemos pedirla sin demora, sin disminuir el esfuerzo ni quejarnos del gasto, especialmente respecto de nuestras almas inmortales. Hay provisión en Cristo, pero debemos acudir a Él y pedirle. José fue duro con sus hermanos, no por espíritu vengativo, sino para llevarlos al arrepentimiento. Al no ver a su hermano Benjamín sospechó que lo habían eliminado y le dio ocasión para hablar de su padre y de su hermano. En su providencia a veces Dios parece ser duro con los que ama, y habla con rudeza a aquellos para los cuales reserva gran misericordia. José arregló por fin que uno de ellos se quedara y el resto fuera a casa a traer a Benjamín. Fue muy animador que él les dijera: “yo temo a Dios”; como si hubiera dicho, ustedes pueden tener la seguridad de que no les haré mal; no me atrevo, pues que hay uno más alto que yo. De aquellos que temen a Dios podemos esperar un trato justo.


PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN

Punto Histórico

Tiempo:

Libro Escrito 1445-1405 a. C. Acontecimientos en el año 1707 a.C., aproximadamente

Lugar:

Egipto

Diccionario Bíblico

Hablar ásperamente:

Quien habla con rudeza, rigoroso con falta de afabilidad o suavidad.


Verdad Central.

Jacobo ordena a sus hijos ir a Egipto para comprar alimentos, ya que había recibido noticias de que en Egipto podían comprar, los 10 hermanos de José fueron reconocidos por él, al ser llevados a la presencia del administrador de Egipto. Son tratados duramente, no por venganza, sino por conducirlos al arrepentimiento al ser acusados de ser espías, negaron con mucha modestia “tus siervos nunca fueron espías” (v.11). Después de estar por tres días en la cárcel, José les propuso que uno de ellos se quedara como rehén y regresarán por el menor que era Benjamín. Sus palabras fueron alentadoras (yo temo a Dios, v.18). La reflexión, lleno de arrepentimiento, que hicieron los hermanos de José acerca del mal que habían cometido contra él (v. 21). Hablaron en hebreo, sin sospechar que José, a quien creyeron nativo de Egipto, les entendía; menos aún sospechaban que él era precisamente la persona de la que estaban hablando.


Doctrina de la Lección.

El recuerdo del trato injusto a su hermano José (Gn.37.18-28), sumado al escarmiento (acusados de ser espías, tratados ásperamente, encarcelados) que recibieron (Gn.42.7, 17), hizo mella en la conciencia de los hijos de Jacob, guiándolos a reconocer la gravedad de su pecado (Gn.42.21): "Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo..."(Sal.141.5).


BOSQUEJO: “Los Hermanos de José descienden a Egipto

Propósito:

Enseñar que debido al hambre en la tierra los hijos de Israel viajaron a Egipto y fueron reconocidos por José, quien los trató con aspereza con el fin de llevarlos al reconocimiento de sus maldades y al arrepentimiento. Para que la iglesia recuerde la importancia de confesar sus faltas al Señor y se aparte de ellas, ya que de esta manera alcanzaremos misericordia.

Enseñanza Toral:

Los hermanos de José llegaron a Egipto y providencialmente se presentaron y postraron ante él. José se acordó de sus sueños, la Palabra de Dios no fue quebrantada. El Señor cumplirá todas sus promesas, es nuestro privilegio creer en ellas.

Introducción:

José era el segundo hombre más importante en Egipto, tenía muchas facultades, sin embargo, no volvió a casa de su padre, podemos pensar en estas razones: 1. Las muchas ocupaciones que tenía como gobernador. 2. No deseaba 3. Esperaba que ante el hambre sus hermanos llegaran a Egipto. El Señor se encargó de llevar a los hijos de Israel a José para salvarlos de la hambruna y para que tuvieran una reconciliación con él.


I. En Busca de Alimento, vv. 1-5

a) Por mandato de su padre. Jacob se enteró que en Egipto había alimentos, entonces preguntó a sus hijos por qué se miraban entre ellos. Es evidente que los hijos de Israel estaban inactivos y sin ánimo ante la crisis que enfrentaban. Jacob ordenó a sus hijos que descendieran a Egipto a comprar víveres. En los días de prueba debemos alentar a los hermanos a realizar las acciones que el Señor disponga para superar las dificultades.

b) Sin Benjamín. Los diez hermanos de José viajaron a Egipto, Jacob no permitió que Benjamín los acompañara, por temor a que le sucediera algo malo. El recuerdo de lo acontecido a José atemorizaba a Jacob, por lo tanto, tenía un cuidado especial para Benjamín el segundo hijo de Rachêl, la mujer que él amó.

c) Ante el hambre en Canaán. La hambruna también azotó toda la tierra de Canaán; las lluvias que llenaban el Nilo también regaban Canaán, la falta de ellas causaba graves problemas en estas naciones y los países vecinos. Los hijos de Israel viajaron a Egipto entre las caravanas que también iban en busca de sustento.


II. Son Reconocidos por José, vv. 6-8

a) Y se postran a él. José era señor en la tierra de Egipto, estaba en la cumbre de su gestión como gobernador. Él vendía a todo el pueblo, es decir, dirigía las ventas, ya que era imposible que José atendiera a todos los compradores. Por la providencia de Dios el día que José vigilaba los depósitos en la frontera con Canaán, sus hermanos llegaron a él, y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente; los sueños de José se cumplieron; la Palabra del Señor jamás será frustrada.

b) Quien disimula ante ellos. José reconoció a sus diez hermanos, pero fingió no saber quiénes eran. Les habló con rudeza, en tono autoritativo, en conformidad con su facultad de gobernador. Es poco probable que el trato áspero de José se debiera al rencor en su corazón; más bien, podemos pensar que tuvo el propósito de tener toda la información posible acerca de sus hermanos y su padre.

c) Sin que ellos lo conocieran. Ninguno de los diez hermanos reconoció a José, estas son algunas razones: 1. José ya era un hombre maduro y había tenido cambios físicos. 2. José tenía apariencia egipcia, estaba afeitado y vestía su ropaje oficial de alto rango. 3. José era señor en Egipto, cosa que ellos nunca esperaron que sucediera. 4. José no les dio muestras de conocerlos. La providencia del Señor también obró en esto.


III. Acusados de Ser Espías, vv. 9-26

a) Dan testimonio en su defensa. José se acordó de los sueños que sus hermanos trataron de frustrar vendiéndolo a los madianitas. Entonces realizó acciones para hacerlos reflexionar y llevarlos al arrepentimiento. Los acusó de ser espías que llegaron a Egipto para ver las partes desprotegidas del país. Ellos respondieron que no eran espías sino hombres honrados, se pusieron a disposición de José como sus siervos y le contaron acerca de su familia en Canaán. El gobernador les contestó que esto no probaba que no fueran espías.

b) Encarcelados. José dijo a sus hermanos que para probar que no eran espías debían enviar a uno de ellos en busca de su hermano menor, si él se presentaba ante el gobernador, sabría que no eran espías, después los puso en la prisión durante tres días. La expresión “vive Faraón”, sirvió para que los hijos de Israel siguieran sin reconocer a José. Entendemos que José deseaba ver a Benjamín y saber si sus hermanos no lo habían tratado como a él.

c) Liberados sin Simeón. Al tercer día José dijo a sus hermanos que él temía a Dios, por lo tanto, sólo dejaría en la cárcel a uno de ellos y dejaría libres a los demás para que llevaran alimento a su familia. Pero deberían volver con su hermano menor para demostrar que no eran espías y quedaran libres de la pena de muerte. El plan de José dio resultado, sus hermanos fueron compungidos y reconocieron que estos males eran la consecuencia de su maldad al vender a su hermano. José entendía a sus hermanos, pero para ocultar su identidad, puso un intérprete entre ellos; José se conmovió por las palabras de sus hermanos y se apartó para llorar.


Conclusión:

José retuvo en la prisión a Simeón, es posible que él haya sido uno de los principales instigadores en su contra, de esta manera tendría la oportunidad de pensar en su pecado y arrepentirse. José movido a misericordia mandó que los costales de sus hermanos fueran llenados de trigo, su dinero devuelto en oculto y se les diera comida para el camino, esto nos demuestra que no guardaba enojo en su corazón. Amados hermanos Dios no deja impune al pecado, por eso es importante reconocer nuestras maldades, pedir perdón al Señor y apartarnos de ellas.


CATECISMO MAYOR:

Pregunta 117

¿Cómo ha de santificarse el día de Reposo o del Señor?

El día de Reposo o del Señor debe santificarse por un santo descanso en todo ese día,[1] no sólo de las obras que en todo tiempo son pecaminosas, sino aun de aquellos empleos y recreaciones mundanales que son lícitos en los otros días;[2] y debe ser nuestra delicia emplear todo el tiempo (excepto el que se emplee en obras de necesidad y misericordia)[3] en los ejercicios públicos y privados del culto de Dios.[4] Para esto debemos preparar nuestro corazón y despachar nuestros negocios mundanales con tal previsión, diligencia, moderación y arreglo tan oportuno, que podamos estar libres y aptos para cumplir los deberes del día.[5]

[1] Éx.20.8, 10; [2] Éx.16.25-29; Neh.13.15-22; Jer.17:21, 22 [3] Mt.12.1-14; [4] Is.58.13; Lc.4.16; Hch.20.7; 1 Co.16.1, 2; Is.66.23; Lv.23.3; [5] Éx.20:8; Lc.23.54, 56; Éx.16.22, 25, 26, 29; Neh.13.19.


APLICACIÓN DE LA LECCION

ANÁLISIS SINTÉTICO: “Los Hermanos de José descienden a Egipto” Génesis 42.1-26

1. A comprar alimentos

2. Menos Benjamín, pues Jacob no lo permitió

3. Y se inclinaron ante José, cumpliéndose así el sueño de su adolescencia

4. Y son reconocidos por José, aunque ellos no se dieron cuenta de que él era su hermano

5. José acusa a sus hermanos de ser espías

Cuestionario

1. ¿A qué descienden los hermanos de José a Egipto?

2. ¿Cuántos de los hermanos de José descendieron a Egipto?

3. ¿Por qué Benjamín no descendió a Egipto?

4. ¿Qué fue lo que se cumplió cuando José se encontró con sus hermanos?

5. ¿Cuál fue el trato que José dio a sus hermanos en esta ocasión?

Enseñanzas Prácticas

1. El hambre había azotado a Canaán y no habiendo otra alternativa, Jacob envío a sus hijos a comprar alimentos a Egipto. Los hermanos de José al llegar a Egipto se inclinaron ante él, sin que se dieran cuenta el sueño de José se convirtió en realidad. Era improbable que ellos reconocieran a su hermano, pues habían pasado más de quince años y además José lucía como un egipcio por su vestimenta; sin embargo, José sí los reconoció.

2. José trata a sus hermanos como espías, pero les da la oportunidad de que demuestren que son hombres de verdad. Así que tomó como rehén a Simeón, el hermano mayor de los que participaron en el crimen contra él y pidió también que le fuera traído el hermano menor que no había hecho el viaje, para que las sospechas de espías fueran eliminadas y de esta forma verificaran sus palabras.


ILUSTRACIÓN. Las botas a la cabeza

Cuando estaba dirigiendo unos cultos de avivamiento en Egipto, cuenta un pastor cristiano, pregunté a un oficial del ejército de aquel lugar cómo llegó a ser cristiano. Su respuesta fue: Había un soldado raso en nuestra compañía que fue convertido en Malta, antes de que saliera nuestro regimiento para Egipto. Por tal razón todos nos burlábamos de él. Una noche volvió de su puesto de centinela, cansado y mojado. Pero antes de ir a su cama se arrodilló para orar, y mientras lo hacía yo le arrojé mis dos botas a la cabeza, pero él siguió su oración, sin replicar palabra. A la mañana siguiente cuando desperté encontré mis botas junto a mi cama bien lustradas. Esa fue la respuesta de mi mala conducta. Este modo de proceder produjo en mí una contrición terrible, de tal manera que días después recibí a Cristo como mi Salvador. Que esta ilustración nos ayude a imitar a José, pues él nunca se vengó de sus hermanos, aunque éstos le hicieron mucho daño.



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