PARA LOS NIÑOS: “José, Administrador en Egipto”
Propósito:
Enseñar a los niños que debemos ahorrar para poder enfrentar los tiempos de escasez.
Introducción:
En Egipto rara vez llovía, la vida y agricultura del país dependía de las aguas del Nilo, único rio de la nación. El Nilo se forma con las aguas de las lluvias que caen en el centro de África. Si no llueve en esas regiones, entonces se conoce que no habrá siembra ni siega en Egipto porque la semilla no germina por la sequedad. En esta lección aprendemos que es una insensatez desperdiciar y que en la abundancia sabiamente debemos guardar o ahorrar para estar prevenidos en el tiempo de escasez, esto se hizo de manera sabia siendo José administrador en Egipto.
I. Hace Gran Acopio de Trigo, vv. 47-49
Como una bendición especial de Dios para preservar la vida de la nación y de los pueblos circunvecinos, las cosechas de Egipto fueron tan abundantes como nunca lo habían sido. La tierra produjo para satisfacer las necesidades del pueblo y sobraba mucho todavía. Por indicación de José se quintó la tierra (Gn.41.34); es decir, por ley la quinta parte de la cosecha se guardaba. Sabiamente José distribuyó todo el excedente de trigo por todo el país, cada ciudad tenía sus propias reservas que celosamente se guardaban para el momento oportuno. Si José no hubiera estado al frente de aquella responsabilidad, seguramente se habría vendido a bajo precio todo el sobrante del trigo a los pueblos vecinos, o quizá se habría desperdiciado. Se dice que José guardó trigo como la arena de la mar. El clima singular de Egipto favoreció la conservación de todo el grano almacenado, y es de suponer que se tomaron las medidas más apropiadas para que nada se echara a perder.
II. El Nacimiento de sus Hijos, vv. 50-52
Dios bendijo a José en su vida familiar; a pesar de que tuvo que viajar cientos y miles de kilómetros para reconocer y supervisar el almacenamiento de trigo por todo Egipto, no descuidó su propio hogar, y el Señor lo bendijo porque le nacieron dos hijos antes del primer año de hambre, Dios pide que se tenga cuidado de las familias (1 Ti.5.8). José nunca olvidó que su repentina prosperidad y ascenso se debió a la misericordia de Dios, por eso le puso a su primogénito por nombre Manasés (olvido), porque Jehová le había hecho olvidar sus sufrimientos y aun lo que sus hermanos le habían hecho en sus malos tratos. Es de suponer que ignoraba si aún su anciano padre vivía o no. Al segundo hijo lo llamó Ephraim (fructífero), porque Dios lo había prosperado grandemente en una tierra extraña, hasta llegar a ser señor de Egipto, que en esos tiempos era el más poderoso país de la tierra. Cuando Dios bendice a los que le temen, lo hace en abundancia.
III. Apertura los Graneros en la Hambruna, vv. 53-57
El termino de los años de abundancia y la llegada de los siete terribles años de hambre no solo afectó a la tierra de Egipto, sino también a las naciones vecinas, tanto del África como del Asia, con la diferencia de que, en Egipto, aunque no hubo siembra ni siega, porque las aguas del Nilo no inundaron la tierra (Gn.45.6), había alimento almacenado; en cambio los otros países padecían terrible hambre. Todos los habitantes de Egipto podían libremente comprar trigo en su propio país y de esa manera soportar los años de hambre; por orden de Faraón los egipcios tenían que ir a José, porque él era el responsable de la distribución del alimento almacenado. Faraón tenía plena confianza en la administración que hacía José. En poco tiempo se agotó la existencia de alimentos en las naciones vecinas, quizá en uno o dos años, por esta razón comenzaron a llegar a Egipto interminables caravanas para comprar trigo. Dios estaba obrando para que los hijos de Israel dejaran la tierra de Canaán y bajaran a Egipto
Conclusión:
Niñitos la administración sabia de José hizo posible el mantenimiento de Egipto y de otros países vecinos. Debemos de ser sabios como José de tal manera que cuando tengamos en abundancia, no derrochemos, guardemos todo lo que sea posible. José guardó la quinta parte de todo para tener alimento y con esto salvó la vida de muchas personas que no murieron de hambre. Algo muy cierto es que, si estamos cerca Dios, Él siempre suplirá nuestras necesidades, así lo expresó el salmista en estos dos versículos (Sal.23.1 y 7.25).
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 33
¿Qué sucedió a nuestros primeros padres después de haber pecado?
Respuesta:
En vez de ser santos y felices, vinieron a ser culpables y miserables.
