PARA LOS NIÑOS: “Poema Sobre la Sabiduría”
Propósito:
Enseñar a los niños que para ser sabios e inteligentes debemos de tener temor a Jehová.
Introducción:
Job continuó su discurso con uno de los poemas más hermosos sobre la creación que podemos encontrar. Él trató aquí con narraciones que son absolutamente maravillosas. Si estudiáramos poesía, deberíamos pasar mucho tiempo leyendo este pasaje. Y es sorprendente como Job comprendía y revelaba por medio de sus palabras cosas tan incomprensibles para la época en la que vivía, sin lugar a duda el libro de Job es uno de los libros más admirados por la literatura y la ciencia, por esta razón no podemos negar su inspiración divina. En esta lección encontramos la clave para obtener la sabiduría y ¿Qué es la sabiduría? Podemos responder que la sabiduría es una cualidad atribuida a quien posee una gran cantidad de conocimientos y se distingue por usarlos con prudencia y sensatez. La sabiduría se desarrolla con el tiempo, en el corazón del hombre que teme a Jehová.
I. Es más Difícil de hallar que las Piedras Preciosas, vv. 1-11
El hombre muestra gran habilidad e insistencia al excavar en la tierra para encontrar la plata y el oro, que son minerales preciosos. Sin embargo, el hombre con toda su habilidad en la minería ha sido incapaz de encontrar la sabiduría.
El hombre necesita estos metales y sabiamente los encuentra. Examina los oscuros yacimientos con la luz artificial de un foco de su misma invención; abre “grandes hoyos en las minas, lejos de los pueblos” y usa sogas para alcanzar lugares de difícil acceso. Sabe que la superficie de la tierra produce “el pan”, pero que en su interior hay fuego. Y con su inteligencia encuentra las piedras preciosas como el zafiro y el polvo de oro.
El hombre entra en lugares desconocidos, no visitados por las aves, ni por las fieras como el león. Nada lo detiene en la búsqueda de riquezas minerales: es capaz de inventar armas para cavar las grandes “montañas”, “abre canales en las rocas” para encontrar “los minerales más apreciados” y abre camino en los ríos para llevar las riquezas de la tierra. Sin embargo, con toda su capacidad, el hombre no puede hallar la sabiduría por medio de sus conocimientos y su tecnología. Pero afirmamos que es mejor obtener sabiduría que oro o riquezas.
II. Es Limitada para el Hombre, vv. 12-22
Es imposible que por medio de las riquezas humanas se adquiera la sabiduría, no hay precio para comprarla, la sabiduría y la prudencia son dos cosas muy preciadas y no pueden separarse, el hombre no sabe cómo adquirirlas, porque no están a la venta y como son inmateriales no se pueden buscar para encontrarlas. Podemos ir al abismo, pero no se encontrarán allí, en el mar tampoco las encontraremos y aunque tengamos mucho oro y plata no podremos comprarlas. Job expresa que la sabiduría es más deseada que el oro de Ophir, y que no se obtiene a cambio de ónique (que era una piedra preciosa), ni con zafiro, y aún el oro que es un metal muy costoso no se iguala a la sabiduría, tampoco el diamante que es tan codiciado por muchos. La sabiduría tampoco se cambiará por vasos de oro fino, de coral o perlas. Porque la sabiduría es mejor que las piedras preciosas. Es mejor que la esmeralda de Etiopía. Job se pregunta ¿De dónde pues vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? Esto no lo sabe ningún ser viviente. Pero la Biblia nos revela que “Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia”. Proverbios 2.6
III. Solo Dios conoce su Camino, vv. 23-28
El mismo Dios que diseñó los patrones de la naturaleza es la fuente de la sabiduría, porque Él la preparó y la descubrió. Dios es el único que sabe cómo se obtiene la sabiduría, sabe que camino recorrer para encontrarla, conoce el lugar donde está, porque Él es Omnisciente, Él mira hasta los fines de la tierra, y ve todo lo que hay debajo del cielo, eso es algo que el hombre no puede hacer. Dios da peso al viento y esto es algo ciertísimo revelado desde hace mucho tiempo antes de que el hombre descubriera que el viento puede pesarse; el barómetro, instrumento usado para medir la presión atmosférica, fue inventado en 1643, por el físico italiano Evangelista Torricelli; pero la Biblia ya declaraba, en el libro de Job, que el aire (o el viento) tiene peso, tres mil años antes de que la ciencia descubriera eso. ¿No te parece fantástico? Job 28.25. Job también nos dice que a las aguas puso medida, y dio ley a la lluvia, camino al relámpago o trueno. En todo lo que Dios hizo estuvo la sabiduría y fue entonces cuando reveló que “el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia. Job 28.28, Proverbios 1.7.
Conclusión:
Niñitos en nuestros días se aplauden los logros científicos del hombre que no siempre han sido en beneficio de la humanidad, porque la ciencia y la tecnología no han podido resolver los problemas morales del hombre antiguo ni moderno. Con las hazañas espaciales, la tecnología ha progresado tremendamente; pero, desgraciadamente, se sigue perdiendo la lucha contra la pobreza, la contaminación del ambiente, la explotación de los limitados recursos naturales y el dominio del espíritu egoísta. El hombre, por más que se esfuerce, no puede hallar la sabiduría por medio de los conocimientos científicos. Porque como lo revelan las Sagradas Escrituras “El temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia”. Que el temor de Jehová esté en nuestros corazones para que podamos ser sabios e inteligentes.
CATECISMO INFANTIL
Pregunta No. 115
¿Qué rogamos en la tercera petición?
Respuesta:
Que los hombres en este mundo sirvan a Dios así como los ángeles en el cielo.
