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Lección 08 Febrero 21 del 2021

PARA LOS NIÑOS “La Caída del Hombre”

Propósito:

Advertir a los niños que el enemigo es mentiroso y astuto al tentar al hombre para hacerlo caer.

Introducción:

Las Santas Escrituras no especifican que clase de árbol era el de la ciencia del bien y del mal, así que no podemos afirmar que fue un manzano. Cuando Adam y Eva cometieron el pecado de desobediencia comiendo el fruto prohibido, el pecado fue como un pequeño fuego que produjo un gran incendio, que está consumiendo todo hasta nuestros días; así como el fuego avanza y crece en gran manera, así el pecado ha invadido al mundo. Solo Cristo puede apagar el fuego de pecado que atormenta, resultado de la caída del hombre. Niñitos no permitan que el enemigo les engañe con astucia (2ª Cor. 11.3), solo Cristo puede librarles del pecado y sus consecuencias.


I. La Astucia de la Serpiente, vv. 1-5

El maligno se introdujo en la serpiente para poder tentar a la mujer (Apocalipsis 20.2), porque siendo el diablo un ser espiritual, necesitaba introducirse en algún cuerpo para poder iniciar la plática con la mujer, la serpiente, le dijo a la mujer “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Eva cometió el error de platicar con la serpiente, en lugar de haberse alejado de la tentación, imprudentemente permaneció en el lugar del peligro, es la misma actitud de muchos, que le gusta desafiar las tentaciones. La Biblia nos dice “Huye…” (2 Tim. 2.22) “Resistid al Diablo y de vosotros huirá” (Stgo. 4.7); Eva le dijo a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis”. El diablo con mentira sembró la duda en el corazón de Eva y le dijo: No moriréis; hizo parecer a Dios como un mentiroso y la mujer le creyó. La Biblia llama al diablo “padre de mentira” (Jn. 8.44), porque le dijo a Eva que al comer de ese fruto no iba a morir.


II. Por Comer del Fruto Prohibido, v. 6

La mujer cedió a la tentación porque fue atraída por la hermosura del árbol del fruto prohibido. Lo que es prohibido aparenta tener más atractivo. Eva “vio, codició, tomó, comió y dio”, hasta nuestros días el pecado se comete siguiendo los mismos pasos, por ejemplo el que roba, primero ve, después codicia, luego lo toma, hace uso de él y llama a otros a hacer lo mismo. Una vez que la mujer pecó y se dio cuenta de su condición, compartió su maldad con su marido. El pecador se esfuerza por arrastrar a otros a su misma desgracia. El Catecismo Infantil dice en la pregunta No. 27 ¿Guardó Adán la alianza de obras? R. No, porque pecó contra Dios. No. 28 ¿Qué es el pecado? R. El pecado es la falta de conformidad con la ley de Dios, o la trasgresión de ella. No. 29 ¿Qué quiere decir falta de conformidad? R. El no vivir o el no obrar en conformidad con la voluntad de Dios. No. 30 ¿Qué significa “trasgresión”? R. El hacer lo que Dios ha prohibido. No. 31 ¿Cuál fue el pecado de nuestros primeros padres? R. El comer del fruto prohibido. No. 32 ¿Quién les indujo a este pecado? R. El diablo tentó a Eva, y ella le dio del fruto a Adán.


III. Las Consecuencias, v. 7

El primer pecado trajo el fin de la inocencia en la raza humana. Sus ojos fueron abiertos y tuvieron conciencia de su estado pecaminoso y de su condición física, tratando de cubrir parte de su desnudez. El primer resultado del pecado fue un sentimiento de vergüenza y temor. Los delantales de hojas de higuera ilustran cómo el hombre quiso cubrir su pecado. Como creyentes debemos cubrir todo nuestro cuerpo no solo parte de él y vestir como es digno de los hijos de Dios (Col. 3.12) Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados. El Catecismo Infantil dice en la pregunta No. 33 ¿Qué sucedió a nuestros primeros padres después de haber pecado? R. En vez de ser santos y felices, vinieron a ser culpables y miserables. No. 34 ¿Hizo Adán para sí solo la alianza de las obras? R. No, representó a toda su posteridad. No. 35 ¿Qué efecto produjo para todo el género humano el pecado de Adán? R. Por él todo el género humano nace en un estado de pecado y de miseria. No.36 ¿Cómo se llama aquella naturaleza pecaminosa que de Adán heredamos? R. Pecado original.


Conclusión:

Niñitos el pecado se muestra hermoso pero sus consecuencias son terribles (Pr. 14.12). Un hombre dijo que las innumerables tumbas dan testimonio de que Dios es veraz y Satanás es el mentiroso, “… la paga del pecado es muerte” (Ro. 6.23). El Catecismo Infantil dice en la pregunta No. 37. ¿Qué merece todo pecado? R. La ira y maldición de Dios. No. 38. ¿Puede alguno con esta naturaleza pecaminosa entrar al cielo? R. No, pues hay necesidad de una mudanza de corazones para prepararnos a entrar al cielo. Y esa mudanza de corazón solo la puede hacer Cristo “Mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Ro. 6.23b). Acepta a Cristo como tu único y suficiente Salvador para que tengas vida eterna.


CATECISMO INFANTIL.

Pregunta 70

¿Por qué necesitas a Cristo como Sacerdote?

Porque soy culpable.

ANÁLISIS SINTÉTICO / “La Caída del Hombre”

Génesis 3.1-7

1. En el pecado

2. De su inocencia

3. De su estado de santidad

4. Por su desobediencia a Dios

5. Por seducción de Satanás


Cuestionario

1. Caída, ¿de dónde o por qué?

2. ¿Habló en verdad la serpiente?

3. ¿Dialogó la serpiente con la mujer?

4. ¿Hay pecados que pueden entrar por los ojos?

5. Este pecado, ¿entró por los ojos?


Enseñanzas Prácticas

1. La obediencia en todo a Dios, ha moldeado todos nuestros actos a los mandamientos de Él, no da ningún motivo a que Satanás realice en nosotros su obra maléfica contra los hijos de Dios. La obediencia es el camino verdadero que conduce a las mansiones eternas para gozar con el Señor nuestro Dios.

2. La desobediencia a Dios y a sus ordenanzas, mandamientos y Ley, son el camino que conduce a la ruina, alejamiento, destrucción y separación de la comunión con nuestro Padre Dios, convirtiéndose el hombre en esclavo del pecado, hijo de desobediencia e hijo del diablo.


ILUSTRACIÓN. ¿Dónde está la trampa?

Un indio se esforzaba en cavar un agujero entre los árboles de un frondoso bosque en Norteamérica. Un viajero que pasaba por allí, viendo lo que hacía y sin entender cuál era su propósito, movido por la curiosidad le preguntó: —¿Qué estás haciendo? —Una trampa para conejos —respondió el indio. —Pero ¿dónde está la trampa? —¡Ah! —respondió el indio sonriente—, la trampa no la completaré hasta dentro de un par de semanas, esta noche vendrán y olerán la comida que les he dejado dentro, pero no se atreverán a entrar en el agujero; mañana se acercarán más, y dentro de un par de días se meterán en el agujero. Viendo que no les pasará nada, al día siguiente harán lo mismo. Entonces pondré la trampa. Y me daré un buen guisado de conejo. —Ya veo —comentó el viajero—. Esa fue la misma astucia que utilizó Satanás con nuestros primeros padres (y lo sigue haciendo hoy en día con muchos): Primero los atrae hacia algo que da la impresión de que es bueno sin ser dañino, y poco a poco lo va atrayendo hasta que finalmente los atrapa y destruye.



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