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Lección 08 Febrero 21 del 2021

“La Caída del Hombre”

MATERIAL BÍBLICO

1. Lecturas Diarias

Domingo La rectitud original del hombre. Ecclesiastés 7.20-29

Lunes Adam traspasó el pacto. Oseas 6

Martes La serpiente antigua. Apocalipsis 12.9-17

Miércoles El árbol de la vida prometido. Apocalipsis 2.1-7

Jueves Envueltos en transgresión. 1ª Timoteo 2.8-15

Viernes La muerte en Adam. 1ª Corintios 15.21-26

Sábado El reino de la muerte y el reino de la gracia. Romanos 5.13-21


2. Lectura Devocional:

2ª Corintios 11.1-5

PASAJE IMPRESO:

Génesis 3.1-7

1 Empero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos;

3 Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis.

4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;

5 Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.

6 Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también a su marido, el cual comió así como ella.

7 Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.


COMENTARIO BÍBLICO

3.1-5 Empero la serpiente era astuta

El diablo engañador, falso y perverso es sus planes de destrucción, buscó la ocasión y la forma de cómo acercarse al hombre y fue por medio de la mujer, entablando una larga charla en la que se ponía en entredicho la veracidad de Dios, tomando como ocasión los frutos del campo de los cuales el hombre podía comer a excepción de uno, el que Dios les había prohibido, con su astucia el perverso enemigo, logro convencer a la mujer de probarlo, prometiendo lo contrario a lo que Dios había advertido, que no morirían sino que serían como dioses, este pensamiento ha sido propio de Satanás deseando el lugar del Dios todopoderoso pero nunca le será concedido pues Jesucristo lo derrotó en la cruz del calvario.


3.6 Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer

Ante la seducción de Satanás finalmente la mujer cedió y comió del fruto y dio también a su marido, cayendo de esta manera en desobediencia para con Dios, cuan triste es la condición del hombre cuanto comienza a tener a Dios en poco, duda de Él, y ambiciona lo que no le ha sido dado, por las razones que Dios conoce. La forma en cómo la mujer fue seducida al principio sigue siendo la misma hasta día de hoy, el enemigo Satanás sigue engañando al hombre haciéndole creer que Dios es mentiroso, que no nos dará lo que nos ha prometido, que tarda mucho en darlo o en cumplirlo, y así el hombre prefiere las artimañas del diablo y vivir hundido en el pecado, sin Dios y sin esperanza.


3.7 Y fueron abiertos los ojos de entrambos

Inmediatamente el hombre y la mujer comenzaron a sentir los estragos del pecado, el diablo que los engaño se dio por bien servido y esperó a que el hombre recibiera la confirmación del gran mal en que habían caído, el frio que nunca habían sentido les hizo saber que estaban desnudos y que necesitaban cubrirse. Las consecuencias del pecado no se harán esperar, dejarán al hombre al descubierto en espera de la sentencia del Dios todopoderoso que todo lo ve.


TEXTO ÁUREO:

2ª Corintios 11.3

“Mas temo que como la serpiente engaño a Eva con su astucia, sean corrompidos así vuestros sentidos en alguna manera, de la simplicidad que es en Cristo.”


LUCES DEL TEXTO ÁUREO

El origen del temor del Apóstol, estaba en el carácter complaciente de los hermanos. La astucia, enemiga cabal de la simplicidad que se encontraba en uno, es decir, en el Señor Jesús y no otro espíritu diferente, más le ama con tierna sencillez de afecto. Donde primero cedió Eva fue en darle cabida mental a la posibilidad insinuada por la serpiente, de que Dios no tuviera en su corazón los intereses más propios de ella y de que el adversario estuviera más interesado en ella que Dios, de suerte de perder su pureza por el seductor. El Apóstol advierte sobre el hecho de lo que pasó en un principio con la mentira obrada por Satanás al hablar con Eva con la astucia que le caracterizaba en forma maligna y como enemigo de Dios: “¿Con que Dios os ha dicho: no comáis de todo árbol del huerto? No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal”. Es la forma en cómo actúa este enemigo de Dios y de los creyentes para hacernos caer y distraernos en nuestra vida de santidad que tenemos por la regeneración y santificación.


PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN

Punto histórico

Tiempo:

1445 al 1405 a. C., aproximadamente

Lugar:

Entre el Sinaí y Moab


Diccionario Bíblico

Astuta (astucia):

Agudeza, habilidad para engañar, evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin.

Entrambos:

Ambos, se utiliza para referirse a dos personas o cosas que se relacionan.

Cosieron (coser):

Unir con hilo, generalmente enhebrado en la aguja, dos o más pedazos de tela, cuero u otra materia.

Delantal:

Prenda de diversas formas, atada a la cintura, que cubre la parte delantera del cuerpo.


Verdad Central.

Aunque el procedimiento del tentador no lo inició por el hombre para hacerlo caer, sembró la semilla de la duda en la mujer, poniendo a discusión la buena intención de Dios y sugiriendo que el mandato recibido era un atropello a la libertad y a los derechos del hombre, el tentador se da cuenta que la semilla de la duda ya tenía raíz, añade la semilla de la incredulidad y del orgullo, negando que la transgresión tuviera que resultar en muerte y que Dios quería conservar al hombre en sujeción. Las grandes esperanzas así, indujeron a Eva a mirar ansiosamente al árbol, y mientras más lo veía, mejor le parecía el fruto, el deseo le alzó la mano, y comió y le dio a su marido y también él comió, así llegó la tentación al hombre como cabeza del pacto (1ª Co.15.20-22).


Doctrina de la Lección.

El hombre, hecho a imagen de Dios en justicia y santidad, gozó de la comunión con su Creador, hasta el día en que "el Diablo o Satanás", que es la serpiente antigua (Gn.3.1, Ap.12.9), sedujo a Eva haciéndole dudar de las buenas intenciones de su Creador (Gn.3.1b), tergiversando la Palabra dada por Dios para convencerla de comer del fruto prohibido (Gn.3.4-5), mismo que dio a su esposo Adam, cayendo ambos (como consecuencia) de su estado de inocencia (Gn.3.6-7).

BOSQUEJO “La Caída del Hombre”

Propósito:

Que conozcamos el origen del pecado y sus consecuencias, para evitar caer en las tentaciones del diablo.

Enseñanza Toral:

Cuando sufrimos una tentación no pecamos contra Dios, sino al ceder a la tentación y desobedecer los mandamientos divinos; entonces se produce el pecado en nuestra vida.

Introducción:

Satanás el enemigo de Dios siempre se ha opuesto a los planes del Señor y ha intentado sembrar la discordia entre Dios y el hombre, procurando que este le desobedezca y caiga en el pecado como lo hizo al principio.


I. La Astucia de la Serpiente, vv. 1-5

a) Un animal seductor. El primer acto espiritista sucedió en el huerto de Edén cuando el diablo se introdujo en la serpiente para tentar a la mujer. Satanás es espíritu y por lo tanto invisible; necesitaba un cuerpo o materia para poder iniciar la plática con la mujer. Escogió a la serpiente para este fin, un animal astuto en su actuar y sus movimientos, que ataca desde lo oculto. Satanás fue el maligno que en forma de serpiente hábilmente engañó a la mujer y por su medio logró la caída y ruina del hombre y su posteridad (Ap.12.9).

b) Tentó a la mujer. La desgracia de Eva empezó cuando entabló conversación con la serpiente, en lugar de alejarse de ella; quizás le pareció extraño que la serpiente hablara su lengua. Imprudentemente permaneció en el lugar de peligro; estaba donde no debía estar, junto al árbol prohibido. La mujer (como muchas de sus hijas) admitió la plática y siguió adelante con ella. Así hacen muchos que desafían las tentaciones, aun cuando Dios dice: “huid de los deseos juveniles” y “resistid al diablo y de vosotros huirá” (2 Ti.2.22; Stg.4.7).

c) Usó el engaño. Con mentiras, el diablo sembró en el corazón de Eva la duda, argumentando que Dios les había mentido y que no quería que fueran como Él; pues al comer del fruto prohibido, dijo Satanás, “serán abiertos vuestros ojos y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal”. También les dijo que no morirían. El diablo negó lo que Dios les dijo y lo acusó de envidioso y negarles un bien, que él mismo poseía. Eva fue engañada y tuvo deseo de ser como Dios, mostrando inconformidad de su estado; como sucede a muchos y son llevados al pecado. Evitemos que esto nos suceda.


II. Por Comer del Fruto Prohibido, v. 6

a) Por la hermosura del árbol. No se dice en las Sagradas Escrituras qué clase de árbol era, sólo se le llama “árbol de ciencia del bien y del mal”. Era un árbol cuyo fruto a juicio de Eva era bueno para comer y agradable a la vista humana. Todos los árboles del huerto eran atractivos y hermosos, pero veamos que lo prohibido nos parece que tiene más atractivo. Así es el pecado, se muestra hermoso, pero las consecuencias que vienen sobre nosotros por su causa son terribles y de lamentar, (Prov. 14.12); como lo vemos en la experiencia de nuestros primeros padres.

b) Cautivados por la ambición. La imaginación y los sentidos de nuestra madre Eva fueron totalmente vencidos y su caída fue inevitable. Habiendo ganado ya tanto terreno, Satanás apretó más y más, hasta que la mujer deseosa de satisfacer la codicia de sus ojos y aspirando sabiduría, y a su parecer una experiencia superior, alargó su mano y tomó el fruto del árbol prohibido y comió de él, cometiendo así pecado contra Dios, (1 Ti.2.4). Las concupiscencias no controladas nos induces a cometer pecado contra Dios (Stg.1.15).

c) Eva y Adam. Una vez que Eva pecó y se dio cuenta terrible error de su corazón ella misma sedujo a su marido a romper el pacto por su acto pecaminoso. No podremos jamás penetrar en los motivos que tuvo Adam para hacer con ojos despejados lo que Eva hizo engañada. Los poetas sugieren que quiso enlazar su suerte a la de su amada Eva creyéndola perdida ya. En tal caso escogió entre el homenaje y obediencia que debía a Dios y el cariño que sentía hacia la mujer. Fatal tentación que todavía a muchos conduce a su eterna ruina. La realidad es que hasta que Adam comió del fruto vino sobre Eva y sus descendientes la ruina espiritual (Ro. 5.17-19).


III. Las Consecuencias, vv. 7

a) Pérdida de la inocencia y la comunión con Dios. El primer pecado cometido por nuestros primeros padres trajo el fin de su inocencia. Al comer del fruto prohibido sus ojos fueron abiertos y tuvieron conciencia del estado pecaminoso en que habían caído. Experimentaron la pérdida de la comunión con Dios y la muerte espiritual en el momento que Adam comió del fruto prohibido (Gn.2.17), se desprendieron de la fuente de toda vida moral y espiritual como lo es Dios.

b) Pérdida de la justicia original. Al desobedecer a Dios perdieron el principio de vida espiritual y también su justicia original en que fueron creados. Se convirtieron en delincuentes de la ley de Dios y culpables de su violación. Al faltar al mandamiento divino y ser desleales, no podía dominar en ellos el amor la justicia y el bien espiritual que gozaban antes, creados a la imagen de Dios (Ro.3.10, 23). Por eso se sintieron desnudos y sólo atinaron a cubrirse con delantales de hijas de higuera.

c) La corrupción total de su naturaleza. Al perder la comunión con Dios y la justicia original, perdieron también los principios necesarios para la obediencia, porque todo su ser moral fue corrompido espiritualmente. En ese momento nada bueno había en ellos, sino maldad que se manifestó y se hizo sentir en el interior de ellos (Sal.51.5; Ef.2.1; Ro.5.12). Un comentario de nuestra confesión de fe, válido para ilustrar esto dice: “El cisma se introdujo en su alma. Esto trajo el temor, la desconfianza, la prevaricación y una serie interminable de pecados. De esta manera toda su naturaleza vino a ser depravada. La voluntad entró en guerra con la conciencia, la inteligencia se oscureció, las pasiones se levantaron, los afectos se hicieron desordenados, la conciencia se engañó o enmudeció, los apetitos del cuerpo se insubordinaron y los miembros de este último se hicieron instrumentos del pecado y de la injusticia”.


Conclusión:

Las consecuencias del pecado de nuestros primeros padres nos han alcanzado. Solamente Dios nos libra de ellas por la fe en Cristo como nuestro Salvador.


CATECISMO MAYOR

Pregunta 8

¿Hay más de un Dios?

No hay sino uno solo, el Dios vivo y verdadero. Dt.6:4; I Co.8. 4.



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