“La Institución del Matrimonio”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo Benevolencia de Dios. Proverbios 18.20-24
Lunes El matrimonio es entre un varón y una mujer. Marcos 10.1-12
Martes Para ayuda mutua. Ecclesiastés 4.9-16
Miércoles Multiplicación del linaje del hombre. Hechos 17.24-28
Jueves Prevenir la impureza. 1ª Corintios 7.1-16
Viernes La simiente santa fue mezclada. Esdras 9
Sábado El yugo desigual. 2ª Corintios 6.11-18
2. Lectura Devocional:
San Mateo 19.1-12
PASAJE IMPRESO:
Génesis 2.18-25
18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él.
19 Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas á Adam, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adam llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
20 Y puso Adam nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo: mas para Adam no halló ayuda que estuviese idónea para él.
21 Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar;
22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre.
23 Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fué tomada.
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne.
25 Y estaban ambos desnudos, Adam y su mujer, y no se avergonzaban.
COMENTARIO BÍBLICO
2.18-20 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo…
Esta expresión es la que nos habla del plan de Dios para el hombre en relación a su vida en el huerto como para el futuro, Dios se preocupa por el hombre, pues habiendo creado todos los animales del campo, los cuales trajo ante Adam para que este a su vez les pusiese nombre a cada uno de ellos y este es su nombre hasta hoy, y sin embargo aún no había una ayuda para Adam, por lo que Dios en sus planes tenía una ayuda para el hombre y que estuviera con él para toda su vida sobre la tierra.
2.21-23 Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam…
Dios hizo todo un proceso al igual que hizo con el hombre así también al formar una mujer del mismo cuerpo del hombre, explícitamente se dice en la Palabra de nuestro Dios que hizo de la costilla del hombre una mujer, es así como quedó establecido por Dios y esto es lo que Él reconoce en el matrimonio, todo lo que el hombre en la actualidad haga en su perversión es contrario a lo que Dios ha establecido y tendrá sus terribles consecuencias.
2.24, 25 Por tanto, dejará el hombre…
Dios estableció el matrimonio entre un hombre y una mujer par que permanezcan unidos todos los días de sus vidas, en un hogar aparte de los padres, para que puedan tener su propio espacio, pero sobre todo para que el varón tome su responsabilidad como esposo, responsable y proveedor, tanto para su esposa como para sus hijos cuando estos lleguen como bendición de Dios. Estar desnudos para Adam y Eva no era ningún problema en aquel entonces, pues estaban en inocencia y pureza, y así deben permanecer los matrimonios de hoy, para agradar a nuestro buen Padre Celestial.
TEXTO ÁUREO:
Malaquías 2.15
“Pues qué ¿no hizo él uno solo aunque tenía la abundancia del espíritu? ¿Y por qué uno? Para que procurara una simiente de Dios. Guardaos pues en vuestros espíritus, y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales.”
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
El matrimonio es y sigue siendo institución de Dios desde el Edén; es un sello, es un contrato, pero es aún algo más, es un pacto; un convenio, un acuerdo firme entre Dios y los contrayentes. Lo cual los obliga a respetar esta ordenanza de Dios entre un hombre y una mujer, así lo presenta la Santa Palabra de Dios, diciendo que es santo, institución divina, de manera que el hombre no lo puede abrogar, es decir, abolir o revocar, porque es una ley y un decreto. La generación de la raza humana en los tiempos actuales ha tenido consecuencias en el sentido de que los casados aún por los lazos indisolubles del matrimonio cristianos lo intentan disolver solo por incompatibilidad de caracteres, olvidándose o no queriendo reverentemente aceptar lo que prometieron en el altar del Señor donde fueron unidos e hicieron la promesa diciendo: “hasta que la muerte nos separe”. El texto de este día nos dice: “Y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales”, la mujer de vuestra juventud, la mujer de todos los tiempos. En el libro de Malaquías, los sacerdotes ordenados de Dios para enseñar y guiar al pueblo en justicia (2.5-7), eran los responsables de la lamentable situación. Estaban tan corrompidos que hasta el nombre del sacerdote había llegado a ser una palabra de desprecio entre el pueblo de Dios. No es excepción, que hasta el día de hoy así siga siendo. Los judíos estaban divorciándose de sus esposas para casarse con mujeres paganas. Era un pecado doble, fatal y desastroso para debida crianza de los hijos y para mantener el culto al Señor nuestro Dios.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto histórico
Tiempo:
1445 al 1405 a. C., aproximadamente
Lugar:
Entre el Sinaí y Moab
Diccionario Bíblico
Idóneo:
Ideal, adecuado o apropiado para algo.
Allegarse (allegar):
1. Recoger, juntar. 2. Arrimar o acercar algo a otra cosa. 3. Reunir o agrupar. 4. Agregar, añadir.
Verdad Central.
Dios es el que instituyó el matrimonio y por lo tanto el reglamentó que fuera entre un hombre y una mujer y determinó sus propósitos (Gn.1.27, 28; 23-24) los que no se ajustan a esta ley están en contra del Supremo Creador.
Doctrina de la Lección.
El matrimonio es una institución establecida por Dios (Gn.2.18), en la que se unen un hombre y una mujer (Gn.2.22), "para la mutua ayuda de esposo y esposa" (Gn.2.18); siendo esta unión el contexto lícito para la multiplicación del género humano (Gn.1.28); además de "prevenir la impureza" (1a Co. 7.2, 9). Aunque la corrupción humana ha llevado a corromper el modelo original de esta institución, el verdadero matrimonio siempre será entre un hombre y una mujer, tal como Dios lo ha establecido (Gn.2.24).
BOSQUEJO “La Institución del Matrimonio”
Propósito:
Enseñar el principio bíblico en relación al matrimonio como Dios lo instituyó en el Huerto de Edén.
Enseñanza Toral:
El matrimonio es una institución de Dios como creador de la primera pareja humana con un hombre y una mujer, y nadie está autorizado para corromper esta relación o hacerle cambios, pues debe darse siempre entre un hombre y una mujer.
Introducción:
El mundo de hoy está perdiendo cada día la práctica del matrimonio como Dios lo instituyó en su Santa Palabra, cuando creó un hombre y una mujer. Debemos estudiar este asunto y mantenernos firmes en nuestras convicciones respecto al matrimonio.
I. Establecido por Dios, vv. 18-20
a) Por necesidad moral del hombre. En medio de aquella abundancia que Adam tenía en el huerto de Edén y los deleites que allí disfrutaba, era consciente de sentimientos que no podía satisfacer. Dios hizo pasar ante el por parejas a todos los animales para ponerles nombre. Al observarlos notó que cada uno tenía su compañera idónea y que los animales se juntaban por parejas y se multiplicaban conforme el Señor lo ordenó; solamente él era la excepción, y le hacía falta su compañera.
b) Porque es bueno para el hombre. El hombre creado a imagen de Dios manifiesta que es un ser inteligente y capaz de relacionarse con alguien semejante a él, ya que el don del lenguaje fue natural en su ser. No era un salvaje que lentamente adquirió la posibilidad de comunicarse, sino que antes de que le formaran su compañera tenía un lenguaje, de modo que pudo poner nombre a los animales. Así que su soledad no era buena y necesitaba una compañía para convivir, comunicarse con ella y reproducirse como Dios lo había ordenado. El Señor lo había creado en estado adulto y aun en su estado de inocencia y sin pecado era bueno que tuviese su compañera, porque mejores son dos que uno (Eccl. 4.9-12).
c) Para ayuda idónea. Dios amorosamente le busca solución al problema de la soledad de Adam y decide hacerle “ayuda idónea para él”. En esto se manifiesta la necesidad humana de ayudarse unos a otros, especialmente en el matrimonio. La unión matrimonial no es para ser carga uno para el otro sino para ayudarse. Una buena esposa es una ayuda idónea que viene de Dios al hombre como una bendición de gran valor, (Pr. 31.10). Por eso “El que halló esposa halló el bien y alcanzó la benevolencia de Jehová” (Pr. 18.22).
II. Entre un Hombre y una Mujer, vv. 21-23
a) Una obra de Dios. El hombre y la mujer fueron hechos por Dios aunque de diferente forma, pues a Adam lo hizo del polvo de la tierra y a Eva del cuerpo de Adam. Este quedó dormido por Dios, el cual tomó una de sus costillas e hizo de ella una mujer y se la presentó a Adam al despertar. Notemos que “no fue hecha de su cabeza para tener dominio sobre él; ni de sus pies, como para ser pisoteada por él; sino de su costado para ser protegida, y de junto al corazón para ser amada”. El esposo debe ver en la esposa la mujer que Dios le dio y que es una obra especial de sus manos divinas.
b) Por disposición divina. Al crear Dios a la mujer de la costilla del hombre establece el matrimonio entre un hombre y una mujer, como un estado santo y honroso para todos, (He. 13.4). El matrimonio no es la unión de un hombre con varias mujeres o una mujer con varios hombres, sino un hombre y una mujer. En el manual del Creador no existe el matrimonio entre hombre y hombre, ni mujer con mujer. Por eso dice la Palabra de Dios: “hizo una mujer y trájola al hombre”. El Señor Jesús dijo: “Serán dos en una carne”, (Mt.19.5). La poligamia y todas las corrupciones humanas del matrimonio son condenadas por Dios.
c) Con identidad mutua. Al ver Adam a la mujer hecha a su imagen y semejanza (1 Co. 4.7), exclamó con gran satisfacción y felicidad: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Adam y Eva eran dos iguales en cuanto a la materia de que estaban hechos, aunque de sexos diferentes, como debe ser en el matrimonio; masculino y femenino, hombre y hembra, para amarse y cuidarse hasta que la muerte los separe, (Mt.19.6).
III. Sus Propósitos, vv. 24-25
a) Ser base de la familia. La experiencia enseña que física y moralmente llega el momento en que el hombre y la mujer son inclinados a buscar su pareja y tienen que dejar a sus padres tanto él como ella. De esta manera se forma una nueva familia conforme el plan de Dios, porque así lo instituyó para todas las generaciones. La unión entre personas del mismo sexo jamás formará una familia o un hogar, porque rompe las normas establecidas por el Creador y la naturaleza humana. Esto es algo que ni los animales hacen aunque no tienen raciocinio.
b) Para preservar la humanidad. Dios ordenó la reproducción de los seres humanos y para esto dio origen al matrimonio (Gn.1.27-28), uniendo al primer hombre y a la primera mujer en una unión indisoluble, porque dice: “serán una sola carne”. La relación legítima para procrear hijos es el matrimonio, ordenado y santificado por el al oficiar la unión matrimonial de la primera pareja humana (Mt.19.4-5).
c) Evitar la corrupción moral. Está comprobado que la poligamia destruye los fines para lo cual se estableció el matrimonio. Es contraria a la naturaleza humana y a las relaciones de los sexos. Sin embargo, la monogamia es adecuada para el propósito del matrimonio, en todos los aspectos. La fornicación, el adulterio y demás relaciones sexuales fuera del matrimonio son corrupción moral. Las mejores personas del Antiguo como también del Nuevo Testamento y a lo largo de la historia de la humanidad fueron formadas en la familia, dentro de un matrimonio.
Conclusión:
Luchemos para promover y conservar la enseñanza bíblica respecto al matrimonio y se cumpla el propósito del Señor.
CATECISMO MAYOR
Pregunta 7
¿Qué es Dios?
Dios es un espíritu, q) en sí y por sí mismo infinito en su ser, r) gloria, s) bienaventuranza t) y perfección, u) suficiente para todo, v) eterno, x) inmutable, y) incomprensible, z) omnipresente, a) todopoderoso, b)omnisciente, c) sabio, d) y santo, e) y justísimo, f)misericordioso y lleno de gracia, paciente y abundante en bondad y verdad. q) Jn.4.24; r) Éx.3.14; Job.11.7, 8 ,9; s) Hch.7.2; t) I Ti.6.15; u) Mt.5.48; v) Gn.17.1; x) Sal.90.2; y) Mal.3.6; comp., con Stg.1.17; z) I R.8.27; a) Sal.139.1, 2, 7; b) Ap.4.8; c) He.4.13; d) Ro.16.27; e) Is.6.3; f) Dt.32.4; g) Éx.34.6.
