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Lección 02 Enero 10 del 2021

Actualizado: 5 ene 2021

“Los Tres Primeros Días de la Creación”

MATERIAL BÍBLICO

1. Lecturas Diarias

Domingo Dios hizo todo lo que quiso. Salmo 135.1-6

Lunes La luz y las tinieblas. Isaías 45.1-8

Martes Sabiduría en la creación. Proverbios 8.22-30

Miércoles Creación ordenada y medida. Isaías 40.9-14

Jueves El adorno de los cielos. Job 26.8-14

Viernes Afirmando los montes y domando mares. Salmo 65.1-8

Sábado Hace producir la hierba. Salmo 147.1-9


2. Lectura Devocional:

Juan 1.1-10

PASAJE IMPRESO:

Génesis 1.3-13

3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.

4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día.

6 Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.

7 E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así.

8 Y llamó Dios a la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo.

9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así.

10 Y llamó Dios a la seca Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno.

11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así.

12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno.

13 Y fué la tarde y la mañana el día tercero.


COMENTARIO BÍBLICO

1.3-5 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz

Se muestra por primera vez para conocimiento del ser humano la manifestación de la poderosa palabra de Dios, al momento de solo ordenar que sea y es así, aparece como primera creación en la tierra algo tan indispensable para el ser humano que sería colocado en la tierra posteriormente, y fue la luz creada por Dios, trayendo como resultado la separación de las tinieblas, llevándola a las partes ocultas, demostrando que es la luz la que necesitamos y no las tinieblas esencialmente, hablándonos así de aquella verdadera luz del mundo que habríamos de recibir para tener la vida eterna, Jesucristo mismo.


1.6-8 Y dijo Dios: Haya expansión

Nosotros tenemos muchos problemas de espacio, no logramos poner cada cosa en su lugar o simple y sencillamente no encontramos el lugar preciso para las cosas, pero nuestro Dios creó el espacio suficiente en la tierra para cada cosa y la distancia entre una y otra, y hay una expansión entre las grandes masas de agua la cual nuestro Dios llamó cielo.


1.9-13 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo

La acumulación de aguas que estaban sobre la tierra cubrían todo sin haber lugares secos, pero ante la poderosa palabra de nuestro Dios creador, van cada una a su lugar formando los mares y los ríos sin duda alguna, en todas las regiones de la tierra donde Dios quiso que se juntaran, mientras que a la parte seca le llama tierra, donde ante la orden divina comienza a producir hierba verde y todos los árboles de todas las especies y de todas las regiones de la tierra según su género hasta el día de hoy, que grande bendición de nuestro Dios para nosotros.


TEXTO ÁUREO:

Génesis 1.3

“Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz”.


LUCES DEL TEXTO ÁUREO

Por el sólo dicho de la poderosa palabra que sale de la boca de Dios, la luz fue creada y viendo Dios que era buena, la apartó de las tinieblas. Esta no es como la luz que conocemos y que se produce por medio de la electricidad, sino que se describe como luz natural o luz cógnita, la que podemos ver brillar en el espacio y que el hombre necesita para ver con claridad y dirigir sus pasos con seguridad. La luz natural da vigor y salud al cuerpo, así la luz de Dios da gozo y fortaleza al alma. En el Nuevo Testamento el Apóstol Pablo nos lleva a pensar en la iluminación que Cristo trajo a nuestros corazones al meditar en 2ª Corintios 4.6: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”. Dios es el que resplandeció. Él mismo es nuestra luz y sol, como también Creador de la luz (Mal. 4.2). “Y hablóles Jesús otra vez diciendo: yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas más tendrá la lumbre de la vida” (Jn. 8.12). Cristo es la manifestación de la gloria de Dios como su imagen (Jn. 14.9). La única manifestación verdadera y completa del resplandor y gloria de Dios en la faz de Jesucristo (He. 1.6).


PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN

Punto histórico

Tiempo:

1445 al 1405 a. C., aproximadamente

Lugar:

Entre el Sinaí y Moab


Diccionario Bíblico

Expansión:

Extensión, espacio, dilatación, aumento.

Descúbrase (Descubrir):

Destapar, hallar o mostrar lo oculto.


Verdad Central.

En el primer día: vv.3-5, Dios formó la luz, por la reunión química de las partículas gaseosas. En el segundo día: vv.6-8, Dios hizo el firmamento, condensándose el gas en incontables esferas de material nebulosa, el que se hallaba bajo “El firmamento” sirvió” para formar la tierra. En el tercer día: vv.9-13, vino la condensación de esta materia nebulosa destinada a la tierra transformándose en una masa mineral, liquida, que enfriándose gradualmente en la superficie, dio ocasión a la separación del agua de la tierra y el comienzo de la vegetación.


Doctrina de la Lección.

En el primer día de la creación Dios, con su poderosa palabra, hizo la luz (Gn.1.3) apartándola de las tinieblas, estableciendo con esto el ciclo del día y la noche. Este acto de separación es usado por el apóstol Pablo como símbolo de la conversión del pecador, pues Dios resplandece en su corazón (2a Co.4.6). En el segundo día Dios hizo que la tierra tuviera las condiciones atmosféricas necesarias para la vida (Gn.1.6-8), generando una expansión a la que llamó cielos. Este cielo es, según Gn.1.20, aquél en el que las aves vuelan. En el tercer día Dios creó la tierra seca llamándola a los grandes cuerpos de aguas "mares" y a lo seco "tierra" (Gn.1.9-13). También en el día tercero hizo brotar la vegetación y todo tipo de árboles sobre la tierra. Todo esto vio Dios que era bueno (Gn.1.4, 10, 12).


BOSQUEJO “Los Tres Primeros Días de la Creación”

Propósito:

Explicar qué hizo Dios durante los primeros tres días de creación como nos lo revela en su Palabra.

Enseñanza Toral:

La mano todopoderosa de Dios no depende del tiempo para hacer las cosas, pero conforme a su plan de creación usó períodos de tiempo a los cuales llamó días.

Introducción:

Algunos afirman que los días de la creación en el libro de Génesis son largos períodos de tiempo que la ciencia humana llama eras geológicas. Pero la Palabra de Dios les llama días, enseñándonos que fueron simplemente días de los nuestros, diciendo: “y fue la tarde y la mañana un día”. Veamos la creación en los tres primeros días.


I. El Primer Día, vv. 3-5

a) La creación de la luz. Nuestro globo terráqueo se encontraba en densas tinieblas que lo envolvían. Al mandamiento de Dios la luz se hizo visible con el poder de su Palabra. La luz ya existía porque Dios es luz (1 Jn.1.5). Por eso cuando Él dijo: “sea la luz”, fue hecha inmediatamente en el primer día de la creación de las cosas. Grandes y densas nubes de tinieblas se disiparon y la luz se dejó ver sobre la expansión.

b) La luz y las tinieblas. Por la luz y su separación de las tinieblas se constituyó el día y la noche. Así les llamó el Creador y organizador del tiempo; a la luz llamó día y a las tinieblas llamó noche y le dio a cada uno su espacio en la creación. Les dio nombres como Hacedor de todo con potestad sobre todas las cosas. Después de doce horas fue la tarde y después de doce horas fue la mañana.

c) Una buena obra. Todas las cosas que Dios ha hecho son buenas y tienen un buen propósito en su existencia y funcionamiento (1 Ti. 4.4). Si la luz es buena, ¿Cuánto más bueno es el Creador de ella? La ciencia ha descubierto que la luz consiste en ondas de éter producidas por la energía de los electrones y que es necesaria para que haya vida. De este modo vemos que Dios hizo primero el elemento básico para que haya vida en la tierra, cosa que hasta hoy en ningún planeta se ha encontrado para la vida.


II. El Segundo Día, vv. 6-8

a) Separación de las aguas. En ese tiempo tan remoto el agua existía en dos estados solamente: líquido y gaseoso. La Palabra de Dios no dice que hubiera hielo en los casquetes polares de la tierra, pero sí que había aguas y aguas que se separaron a la voz de su Palabra. Los vapores eran densos que llegaban hasta la superficie del agua que envolvía la tierra. El trabajo de Dios con este día fue también de separación al apartar el agua gaseosa y la líquida, dando así origen a las aguas “debajo de la expansión” y las que “estaban sobre la expansión”.

b) La atmósfera. Al ordenar Dios que las aguas se separaran, el agua del mar permaneció en su lugar y el agua en forma de vapor se elevó tanto como Dios lo determinó, y dio así origen a la atmósfera de la tierra, una masa de aire o capa gaseosa que rodea la tierra. La ciencia la divide en seis capas y cada una tiene su función. Una de ellas es la estratósfera, donde hay una capa de ozono (O3), que absorbe las radiaciones ultravioletas del sol, que serían nocivas para los seres vivientes. El mundo lo arreglaba el Creador para que hubiese vida.

c) El primer cielo. Al crear Dios la atmósfera fue establecida la expansión o espacio sideral al que se le llama cielo. Este cielo terrestre debe distinguirse bien del cielo de las estrellas y otros astros, como también del cielo que es la morada de Dios. Este es el cielo atmosférico o terrestre, al cual Dios también le llama “expansión”.


III. El Tercer Día, vv. 9-13

a) Los grandes mares. El Dios todopoderoso ordenó a las aguas de la tierra que se acomodaran en el lugar que Él les indició formándose así los grandes océanos y mares que hoy se conocen, con los límites que el Señor les puso, y de los cuales no pasarán (Sal.104.9). Seguramente hubo grandes movimientos en el planeta que retiraron las aguas violentamente y se pusieron en el lugar que hoy tienen.

b) La tierra seca. Por medio de grandes movimientos telúricos emergieron de entre las aguas las grandes cordilleras y continentes que fueron apareciendo lentamente del fondo del mar. Así también se formaron los grandes lagos y ríos con sus propios canales hacia el mar (Eccl.1.7). Es seguro que cuando la tierra emergió del mar el agua no era salada, porque Dios prepara la tierra para la vida vegetal.

c) Hierbas y árboles. El poder de Dios obró la producción de las plantas y árboles frutales, cada uno con su fruto “según su género”. Esto indica que Dios también creó las especies de plantas que se conocen y cada una solo podría reproducir su tipo. La Biblia enfatiza que los diversos niveles y formas de vida vegetal fueron creados según su género, permanecen invariables y se multiplican según las leyes que Dios estableció, pero sin cambiar de género y especie.


Conclusión:

Una de las grandes bellezas de la creación y de gran bendición para la vida del hombre es la vegetación. Demos gracias a Dios por este precioso regalo y procuremos su conservación no su destrucción.


CATECISMO MAYOR

Pregunta 2

¿Cómo sabemos que hay Dios?

La mera luz de la naturaleza en el hombre y las obras de Dios manifiestan plenamente que Él existe, pero su palabra y espíritu son los únicos que suficiente y eficazmente lo revelan a los hombres para la salvación de ellos. Ro.1.19, 20; Sal.19.1‐3


ILUSTRACIÓN. Conversando con Dios

El famoso Luis Pasteur estaba cierta mañana con sus manos puestas sobre su mesa de estudio, con sus dedos juntos en forma de pantalla, y su cabeza inclinada a pocos centímetros de la mesa; hasta que por fin levantó su cabeza, y separando las manos estaba un pequeño microscopio. Un estudiante que había estado observándole, tan quieto, durante largo rato, dijo: —Pensaba, Dr. Pasteur, que estaba usted orando. —Así es —replicó el científico levantando su microscopio—, estaba conversando con Dios cosas muy lindas, aunque no tanto como las que Él estaba diciéndome a mí por medio de sus perfectas obras. Dios nos habla por medio de su creación, la cual es hermosa y perfecta.


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