“La Creación del Universo”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo En el principio. Juan 1.1-10
Lunes El principio de la creación de Dios. Apocalipsis 3.14-22
Martes Dios decreta crear. Salmo 33.1-9
Miércoles Autor del universo. Hebreos 1.1-6
Jueves Lo visible y no visible, hecho y sustentado. Colosenses 1.13-17
Viernes La tierra cuelga sobre nada. Job 26.1-7
Sábado La fundación de la tierra. Job 38.1-13
2. Lectura Devocional:
Salmo 19.1-6
PASAJE IMPRESO:
Génesis 1.1-2
1 En el principio crió Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.
COMENTARIO BÍBLICO
1.1a En el principio…
Cuando no había nada, es el inicio de todo lo que hoy conocemos, en un remoto tiempo conocido con exactitud por el mismo Creador, las conjeturas e hipótesis humanas ni se acercan a ello o se alejan enormemente para su propia confusión, pues tratan de definir lo que Dios dejó en su sola potestad y sin embargo podemos conocer su propósito eterno en cuanto a todo lo que Él creó, siendo este para su propia gloria desde la eternidad.
1.1b Crió Dios los cielos y la tierra…
Ser infinito, Dios bondadoso y todopoderoso, ese es nuestro Dios para nosotros, que con solo contemplar la naturaleza sabemos de su grandeza inescrutable, no hay Dios tan grande como Él, la escritura misma lo dice ni obras que igualen sus obras (Salmo 86.8), los cielos y la tierra son dos elementos principales en la creación, como los lugares de mayor visibilidad en el inmenso universo, estos dos lugares son suficientes para demostrar que nuestro Dios es muy grande y suficiente para cada uno de nosotros que creemos en Él. Sin dejar de mencionar que Jesucristo quien además es nuestro redentor también es creador del universo.
1.2 Y la tierra estaba desordenada y vacía…
Los elementos necesarios estaban en el universo desde que Dios los creó, suficientes para darle origen y forma a la tierra y al universo en general, con la intervención del Espíritu Santo, quien se muestra activo sobre las aguas, no como un supervisor sino completando la creación con su participación al grado mismo de Dios y de Cristo, pues los tres son uno mismo.
TEXTO ÁUREO
Salmo 19.1
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la obra de sus manos”
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Dos grandes enseñanzas bíblicas: En la primera, el salmista nos refiere que no solo el cielo es el que cuenta la gloria de Dios, sino los cielos mismos, en plural; el espacio infinito en que se mueven los astros, que, vistos desde la tierra, forman una bóveda circunscrita por el horizonte; todo esto habla de la grandeza y hermosura de la gloria de Dios, cosas que no están al alcance de la vista humana. Es hermoso admirar cómo la Palabra Santa de Dios describe esta gloria. La Biblia distingue el cielo atmosférico por encima de nuestra cabeza, dentro del que se mueven las nubes del cielo y las mismas aves. También distingue la Santa Palabra de Dios el cielo sideral por encima de la atmósfera. Donde se hallan los planetas y las estrellas; y el cielo espiritual que es la morada eterna de Dios y de sus ángeles. La segunda, está relacionada con la expansión como obra de sus manos; es decir, una extensión inconsistente, como la podemos ver en Génesis 1.6: “Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas y separe las aguas de las aguas”. Esto es como para que nuestra fe nos una más a este Santo y Omnipotente Dios que nos invita cada día a contemplar la grandeza y belleza de la obra de su creación.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto Histórico
Tiempo:
1445 al 1405 a. C., aproximadamente
Lugar:
Entre el Sinaí y Moab
Diccionario Bíblico
Crió (Crear):
En el lenguaje común que ocupamos crear es formar o producir algo, y criar el amamantar, sustentar una cría o empresa, cuidarla y alimentarla; el verbo hebreo bará (traducido como crió), incluye ambas acepciones sólo que Dios forma de la nada (creación ex-nihilio), y la sustenta permitiéndole existencia a la materia así como vida a la flora y fauna del planeta en cada instante; lo que refleja lo presentado en el catecismo menor que explica que Dios ejecuta sus decretos en las obras de creación y de providencia.
Desordenada y vacía:
Éste enunciado nos enseña que la creación fue una obra sobrenatural y progresiva haciéndonos saber que la tierra y seguramente el universo estaban desordenados y vacíos, sin materia o elementos ordenados en un principio y Dios los fue ordenando y llenando durante la creación.
Haz:
Cara, rostro o superficie, si bien hay otras acepciones; superficie de las aguas.
Verdad Central.
Es el acto por el cual Dios llama a la existencia las cosas que antes carecían de ser, ya sean materiales o espirituales, visibles o invisibles, (Sal. 148.8; Ap.4.11) también, creación es el acto de dar forma o de reconstruir cosas cuyos elementos ya existían y las cosas mismas: “criadas o hechas” de ese modo, (2ª P.3.4; Ap.3.14; 5.13). Es como debe entender la palabra “Cristo”, Gn.1.1, y la idea de la eternidad de la materia debe rechazarse, porque es contraria a la razón y a las enseñanzas de las Escrituras (Pr.8.22-31; (Jn.1.1-3; He.11.3). Exclusivamente obra del Dios, Trino y Uno cada uno a su turno como Autores de la creación (Is.40.28; Col.1.16; Gn.2.2).
Doctrina de la Lección.
La Sangradas Escrituras afirman, categóricamente, que el universo tiene su origen en Dios, quien lo hizo de la nada, por su poderosa Palabra (Gn.1.1; 2.4), en el espacio de seis días (Éx.20.11). Este universo está conformado por elementos que se mencionan, implícitamente, en el primer versículo de la Biblia, que son: tiempo (en el principio), energía (crió: esto significa hacer, pero también sustentar), espacio (los cielos), y materia (la tierra) (Gn.1.1); participando activamente el Espíritu Santo (Gn.1.2).
BOSQUEJO “La Creación del Universo”
Propósito:
Enseñar que el universo y todo lo que hay en él, debe su existencia al acto soberano de creación de Dios.
Enseñanza Toral:
En el universo y las leyes que lo gobiernan se manifiesta la existencia del Dios creador todopoderoso y todo sabio.
Introducción:
La única fuente veraz y digna de credibilidad acerca del origen del universo es las Sagradas Escrituras. Veamos en ellas este asunto tan importante, pues muchos neciamente niegan la existencia de un creador.
I. En el Principio, v. 1a
a) Cuando sólo existía Dios. La afirmación del primer versículo de la Biblia nos enseña que el universo no es eterno ni una evolución de la materia antes existente, sino una creación de Dios. El existe eternamente y por lo tanto no tiene principio ni fin. En una remota eternidad que no se puede determinar está Dios con su plan de creación del universo que hoy contemplamos extasiados, (Sal.19.1).
b) Cuando nada material existe. Antes de las cosas que hoy vemos físicamente nada existía. Algunos afirman que la materia ya existía y Dios solo la organizó y dio vida; pero la Palabra de Dios dice: “En el principio”. Esto implica que Dios hizo de la nada las sustancias elementales como el oxígeno, el hidrógeno, etc., que utilizó para hacer los cielos y la tierra. Así, Dios dio origen a lo que se ve de lo que no se veía, (Hch.11.3b).
c) Antes de los siglos. Esto significa que no había el tiempo con el cual se mide la existencia de las cosas y la historia de la humanidad. Las Santas Escrituras afirman en Palabras de nuestro Señor Jesucristo que hubo un punto en que el mundo como lo vemos hoy no existía, (Jn.17.5). Por tanto, el universo y sus millones de galaxias tuvieron su origen en la mano todopoderosa del Creador en el principio.
II. Hecho por Dios, v. 1b
a) Con su poder creador. Dios es el nombre del Ser Supremo que en hebreo significa, “Fuerte”, Poderoso; hace referencia a su omnipotencia. Las Santas Escrituras atribuyen el origen del universo a Él (Sal. 8.3); quien con su sola palabra todopoderosa le dio existencia, (Sal. 33.6; 148.1-5). Aunque el universo es inmenso y de medidas incalculables para nosotros; para el Creador que lo hizo de la nada solo con su poderosa Palabra, es insignificante, mejor dicho, es nada.
b) Como Dios Trino y Uno. Si es bien cierto que la creación de todo lo que existe se atribuye a Dios de modo absoluto y sin distinción de persona, sin embargo, el término hebreo utilizado para referirse a Dios es Elohim, y nos indica pluralidad de personas en la Divinidad. Habla de El cómo de muchos en uno. Nos hace sentir seguridad en la fe que profesamos en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios nos ha revelado progresivamente su acción en la creación del universo, de modo que podamos conocer los hechos maravillosos de su omnipotencia.
c) Por medio de su Hijo Jesucristo. El Señor Jesús en su estado pre-encarnado, siendo de la misma naturaleza del Padre Celestial participó en la creación del universo (Col.1.16). Como Dios igual al Padre, participó en la creación con Él, para dar existencia a “todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles” (Col.1.16). A Dios Padre se le atribuye la creación por medio del Hijo; (He.1.2) y también al Hijo en forma directa como obra de sus manos (Jn.1.3, 10).
III. Con la Participación del Espíritu Santo, v. 2
a) La tercera persona de la Trinidad. Dijimos que el nombre Elohim usado para la palabra Dios en hebreo, denota pluralidad de persona en su terminación plural. Encontramos así la presencia del Espíritu Santo ocupado en la creación del universo. A Él se le atribuye la creación de todas las cosas que existen, (Sal.33.6; 104.30). Él estuvo allí participando en toda la obra de creación de lo que hoy conocemos como universo y la tierra como parte de él y todo lo que hay en ella, (Neh.9.6 comp., con Job 33.4).
b) Para dar orden a la creación. Puede decirse que su tarea especial es completar la obra de Dios, como en la redención también en la creación. La tierra era un caos completo, estaba “desordenada y vacía”. Se puede entender que los constituyentes aire, tierra, agua y fuego, con todos los elementos que encierran estaban en mezcolanza inenarrable, llamada con propiedad admirable “el abismo”. Sobre esta masa disforme el Espíritu Santo de Dios actuó poniendo orden para dar origen a la actual estructura del mundo.
c) Para dar la belleza que tendría después. En una actuación constante del poder del Espíritu Santo, Autor inmediato de la vida en todas sus formas, fecundaba la masa de la tierra para hacer producir esta hermosa tierra. Continuó cubriendo la tierra como el ave empollando sus huevos para sacar la cría. Él obró sobre los elementos para combinarlos y prepararlos para la escena maravillosa de la creación: “Su espíritu adornó los cielos” (Job. 26.13), por eso el salmista admira la grandeza de Dios en el universo (Sal.8.3).
Conclusión:
Demos a Dios la honra y la gloria que solamente Él merece como Creador del universo, porque todo existe conforme a su propósito eterno.
CATECISMO MAYOR
Pregunta 1
¿Cuál es el fin principal y más noble del hombre?
El fin principal y más noble del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de Él para siempre. Ro.11.36, I Co.10.31; Sal.73.24‐26; Jn.17.22, 24.
ILUSTRACIÓN. La ensalada de Klepero
Se cuenta que el gran astrónomo Klepero dijo un día a su esposa, que acababa de prepararle una sabrosa ensalada: —¿Qué te parece, Barbara? Si en el universo hubiesen estado flotando desde toda la eternidad platos de estaño, hojas de lechuga, granos de sal, gotas de aceite y fragmentos de huevo duro, ¿Podría la casualidad unirlos para formar una ensalada? —Seguro que no sería tan buena ni tan bien sazonada como esta —Fue la respuesta del buen sentido común de la simple mujer. Se equivocan gravemente los que dicen que el universo se formó de la casualidad. Hoy hemos reafirmado que fue nuestro Dios Trino y Uno quien creó todas las cosas que hay en el universo y por ellos son perfectas.