“La Libertad del Cristiano”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo Llamados a libertad. Gálatas 5.1-13
Lunes Promulgar libertad a los cautivos. Isaías 61
Martes No juzgar a los hermanos. Santiago 4.9-12
Miércoles No juzgar para no ser juzgados. Lucas 6.31-38
Jueves Ritos extraños y malvados. 2º Reyes 17.9-17
Viernes Ritos extraños e idólatras. Jeremías 7.16-34
Sábado Verdaderamente libres. Juan 8.16-34
2. Lectura Devocional:
Gálatas 5.1-14
PASAJE IMPRESO:
Colosenses 2.16-23
16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados:
17 Lo cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.
18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne,
19 Y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios.
20 Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas,
21 Tales como, No manejes, ni gustes, ni aun toques,
22 (Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres?
23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, y humildad, y en duro trato del cuerpo; no en alguna honra para el saciar de la carne.
COMENTARIO BÍBLICO
2:16,17 Por tanto, nadie os juzgue en comida… La vida del cristiano es en libertad, por Cristo Jesús, sin caer en libertinaje ni exageraciones en el comportamiento de nuestra vida, debemos dejarnos guiar por su Palabra bendita que nos indica cómo proceder ante las situaciones de la vida, para que nadie se escandalice en nosotros, no confundamos las cosas de Dios con las del mundo, o pretendamos introducir cosas mundanas en la Iglesia, que parezca que no dañan, pero al final se verá destrucción y no edificación. Demos la adoración le corresponde a nuestro Dios que, si lo hacemos en espíritu y en verdad, sin duda se agradará de nosotros.
2:18-22 Nadie os prive de vuestro premio… A nadie ni a nada, debemos tomar como intermediario ante Dios y nosotros, pues ya tenemos nuestro mediador, Jesucristo nuestro Redentor, por lo cual no dejemos que falsas enseñanzas lleguen a nuestra vida, que nos aparten de la verdadera adoración a nuestro Dios Todopoderoso, no nos apartemos de la buena enseñanza, que hemos recibido a lo largo de la vida como cristianos, y tengamos presente que ya no somos del mundo, para que aun estemos sujetos a ordenanzas humanas que aparatan de la verdad.
2:23 Tales cosas tienen á la verdad cierta… No estamos obligados a nada que no esté plenamente establecido en la palabra de nuestro Dios, en relación con la adoración a Dios y con respecto a nuestra conducta, solo la Escritura es nuestra regla de fe y de conducta, ningún precepto humano debe intentar cambiar lo establecido por nuestro Dios.
TEXTO ÁUREO:
Colosenses 2.16
“Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados:”
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
No hagáis caso de aquel que se levanta en juicio con vosotros en cuanto a las observancias legales respecto de los alimentos como comer o beber, y en las fiestas anuales de los judíos. 1ª Corintios 23.31: “Y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová, los sábados, nuevas lunas, y solemnidades” por la cuenta y forma que tenían, continuamente delante de Jehová.
El sábado semanal se apoya en una base más permanente, habiendo sido instituido en el Edén para conmemorar la terminación de la creación de seis días. Levítico 23.38, expresamente distingue entre el sábado de Jehová y otros sábados. Un precepto positivo está bien porque se le ordena y deja de ser obligatorio cuando se le abroga. Un precepto moral es mandado eternamente, por ser eternamente justo. Si pudiéramos guardar un sábado perpetuo, como haremos en la vida futura, el precepto positivo del sábado, uno en cada semana, no haría falta. Hebreos 4.9: “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto Histórico
Tiempo:
61 al 63 d. C. Aproximadamente
Lugar:
En la ciudad de Roma, durante su primer encarcelamiento.
Diccionario Bíblico
Prive (privar):
Despojar a alguien de algo que poseía. Destituir a alguien de un empleo, ministerio, dignidad, etc.
Vanamente hinchado:
Orgullos, vanidad, suficiencia, falso auto concepto de sí mismo.
Rudimentos:
Embrión o estado primordial e informe de un ser orgánico. Parte de un ser orgánico imperfectamente desarrollada. Primeros estudios de cualquier ciencia o profesión.
Verdad Central.
Pablo les previene de los errores que amenazaban invadir la Iglesia de Colosas, infiere el hecho de que la ley ha sido abolida por la cruz de Cristo. Es evidente, sin embargo que Pablo tiene en vista a doctores judaizantes que unían una falsa espiritualidad a una legalidad servil igualmente contrarios a la verdad y la libertad cristiana.
Doctrina de la Lección.
La libertad del cristiano consiste en haber sido perdonado sus pecados, en base al sacrificio que Jesucristo hizo en la cruz del Calvario (Col. 2.13), de manera que "la cédula o certificado" de deuda de pecado que tenía con Dios, ha sido anulada (Col. 2.14), por lo que todos los ritos ceremoniales establecidos en la Ley del Antiguo Testamento, que anunciaban a Cristo su Redentor (Col. 2.17), han quedado sin validez; esto significa que el cristiano no debe someterse a reglas legalistas, mandamientos de hombres, impuestos por falsos maestros, pretendiendo con ello agradar a Dios, pues su justicia es Cristo (Ro. 10.2-4).
BOSQUEJO:
“La Libertad del Cristiano”
Propósito:
Enseñar que Cristo nos hizo libres de la ley ceremonial y de ritos basados en mandamientos de hombres. Para que la iglesia no se esclavice en prácticas inútiles.
Enseñanza Toral:
No debemos ceder a las críticas o presiones de las personas que pretenden sembrar en la iglesia sus doctrinas judaizantes, supersticiones y mandamientos contrarios a las Escrituras; ya que no tienen sentido, ni utilidad.
Introducción:
La Confesión de Fe de Westminster en su capítulo XX, dice: “La libertad que Cristo ha comprado para los creyentes que están bajo el evangelio consiste en su libertad de la culpa del pecado, de la ira condenatoria de Dios y de la maldición de la ley moral; y en ser librados de este presente siglo malo, de la servidumbre de Satanás y del dominio del pecado, del mal de las aflicciones, del aguijón de la muerte, de la victoria del sepulcro y de la condenación eterna; como también en su libre acceso a Dios, y en rendir su obediencia a Él”.
I. Nadie debe Juzgarla, vv. 16-17
a) Por comida. El apóstol Pablo enseñó a la iglesia a defenderse de las críticas y presiones de los judaizantes, ellos decían que para ser salvos, además de creer en Jesús era necesario no comer ni beber los alimentos prohibidos en la Ley mosaica. Este tipo de doctrina persiste hasta nuestros días, por esta razón debemos poner atención en esta lección.
b) Por fiestas. Los judaizantes también enseñaban que la iglesia debía celebrar las fiestas, lunas nuevas y los sábados establecidos en el Antiguo Testamento. De esta manera trataban de privar a los hermanos de la libertad que Cristo ha dado a su iglesia.
c) Porque Cristo cumplió la Ley. San Pabló declaró que las leyes sobre loa alimentos y las fiestas fueron una sombra o representación del Señor Jesucristo. Por lo tanto, después que nuestro Salvador cumplió toda la ley con su muerte y resurrección, ya no es necesario hacer estas cosas, porque la obra redentora de Cristo es suficiente. Los creyentes en Cristo somos su cuerpo y nos ha hecho libres de las leyes ceremoniales.
II. Limpia de Ritos Extraños, vv. 18-22
a) Idolatría. El apóstol Pablo pidió a los colosenses que no permitieran ser apartados de su premio, es decir, de Jesucristo. La amenaza venía de los adoradores de los ángeles. Para engañar a los hermanos, aparentaban humildad, decían que se dirigían a los ángeles, porque no se atrevían a acercarse a Dios. Estos idólatras declaraban de tener visiones, pero eran falsas, sólo eran el resultado de la soberbia de su carne.
b) De quienes no pertenecen a Cristo. Los maestros mentirosos no estaban unidos a Cristo. El Señor es la Cabeza de los verdaderos cristianos. Los redimidos somos el cuerpo de Jesucristo, Él nos sustenta y su alimento llega a todos los miembros por medio de las coyunturas espirituales que nos unen, para crecer en Dios. Morimos con Cristo a las cosas del mundo, por lo tanto, estamos libres de sus ordenanzas y filosofías.
c) Supersticiones. Los falsos cristianos quieren implantar en la iglesia sus supersticiones, por ejemplo, no manejes, ni gustes, no toques, para que no te contamines. Pero nuestra vida alma no se puede manchar por las cosas materiales que van a perecer. Estas reglas sólo son mandamientos de hombres que no debemos obedecer.
III. Ante la Inutilidad de los Rituales, v. 23
a) Que tienen aspecto de sabiduría. Los judaizantes y otros proponentes de rituales los presentan con elocuencia y suntuosidad. Estas prácticas tienen apariencia de sabiduría, por eso son atractivas para muchos; pero en realidad, carecen de sentido y de utilidad.
b) Aunque manifiesten devoción. Las personas que realizan ceremonias basadas en mandamientos de hombres, suelen ser celosas de estos actos. Realizan sus cultos con humillaciones y tratos duros para su cuerpo, por ejemplo: votos de pobreza, ayunos prolongados, peregrinaciones sobre las rodillas y azotes sobre la espalda. Estas cosas no tienen utilidad, por eso, la iglesia debe estar muy atenta para no ser engañada.
c) Ya que no sirven para santificación. El apóstol Pablo explicó a la iglesia de Colosas que los rituales de los hombres no sirven para saciar la carne, es decir, para vencer los restos de concupiscencia o naturaleza pecaminosa que quedan en nuestra vida. Lo que ayuda a nuestra santificación es el uso de los medios de gracia, por ejemplo: la oración; el canto; la lectura, meditación y estudio de la Palabra de Dios.
Conclusión:
Cristo nos ha hecho libres de la ley ceremonial y de los mandamientos de hombres contrarios a las Santas Escrituras. Oremos para que Dios nos dé sabiduría de manera que no quebrantemos esta libertad con imposiciones carentes de sentido y de utilidad.
CATECISMO MENOR:
Pregunta No. 50
¿Qué se ordena en el segundo mandamiento?
En el segundo mandamiento se ordena que recibamos, observemos y guardemos puros y completos, todos actos de culto y todas las leyes que Dios ha establecido en su Palabra, Dt. 12.32; Mt. 28.20.
Explicación:
El segundo mandamiento nos ordena tres cosas en relación con las Escrituras y el culto a Dios. Que recibamos y hagamos con gozo y gratitud, todos los actos de culto y todas las leyes y ordenanzas que Dios nos ha establecido en su Palabra; los cuales estamos obligados a hacer en su totalidad e integridad. Y que dichas leyes y actos los guardemos puros y completos, tal y como Él nos lo demanda.
ANÁLISIS SINTÉTICO / “La Libertad del Cristiano”
Colosenses 2.16-23
1. Para vivir en novedad de vida
2. No debe someterse a rituales y ceremonias humanas
3. Nadie la debe juzgar
4. Tiene su base en el sacrificio de Cristo
5. No debe confundirse con el libertinaje
Cuestionario
1. ¿Qué se requiere para no caer en el yugo de servidumbre?
2. ¿Qué aprovecha hoy la circuncisión?
3. ¿Cuándo la libertad se convierte en libertinaje?
4. ¿Quién debe juzgar nuestra libertad?
5. ¿Qué fueron los rituales del A.T.?
Enseñanzas Prácticas
1. Todo cristiano debe tener muy claro que antes de convertirnos en hijos de Dios, vivíamos siendo esclavos del pecado; viviendo una vida libertina. De donde fuimos rescatados por la gracia, amor y misericordia de Dios.
2. El Apóstol nos exhorta a mantenernos firmes en la libertad que Cristo nos dio, para no volver atrás y que nadie debe juzgar nuestra libertad cristiana; pero que seamos muy cuidadosos al conducirnos en este mundo, dando buen testimonio ante los incrédulos, ya que en medio de ellos somos luminares y sal de la tierra.
ILUSTRACIÓN. La cadena invisible
Hace tiempo, un joven consiguió un hermoso perro, llamado blakis. Estaba tan lleno de vida que al llevarlo a la ciudad se apartaba de su dueño corriendo. Por ley, fue necesario comprarle un fuerte collar con cadena. Dice el dueño: El animal pronto llegó a conocerme bien y, un día, después de haberlo tenido algunas semanas, íbamos a salir juntos. Como de costumbre, puso su cabeza para que le pusiera el collar con la cadena, pero le dije: “No blakis; ya no necesitas cadena”. Abrí la puerta, y por primera vez saltó fuera libre. Salió corriendo como si nunca fuera a verlo más, pero entonces una nueva ley, de la cual él estaba inconsciente, obró en él y regresó corriendo para caminar a mi lado, atado por una cadena invisible más fuerte que la de acero. La ley de la libertad en Cristo nos tiene unidos a Él ya no por fuerza ni ritos extraños, sino por su gran amor.